Es un hecho que en muchos lugares y municipios la situación de orden publico de Colombia, el estado como tal, el gobierno, ha sido desbordada por la violencia desmedida, por grupos delincuenciales al margen de la ley, la propia delincuencia común, las BACRIM, los carteles de la droga, identificados absolutamente, pero sin ningún control por nuestras fuerzas armadas y de policía, andan como pedro por su casa, una minería ilegal galopante, grupos camuflados de guerrilleros a la antigua usanza de las luchas ideológicas del sesenta y setenta del siglo pasado, aunque, todos sabemos, están dedicados al narcotráfico, la extorción y el dominio de muchas hectáreas de sembrados de mata de coca, como si fueran la institucionalidad y la ley, controlan grandes extensiones de tierra.
Está semana el ELN cometió 82 acciones tras 48 horas de paro, Cauca ha sufrido muchas bombas y ayer el municipio de Buenos Aires sufrió durante horas el embate de las disidencias de Iván Mordisco, fue realmente un toma guerrillera sin precedentes en los últimos años. Entre Bucaramanga y Barranca volaron un peaje con dos victimas civiles. Choco ha estado con graves eventos de violencia. Norte de Santander 8 eventos; Cesar 7, Santander y Antioquia 4. Cali, se vio sorprendido al explotar un cilindro bomba en el Barrio Mariano Ramos, en el suroriente de la capital, dejando dos agentes asesinados. El panorama es grave y no se ven acciones que nos permitan pensar que estos eventos cesaran.
Las fuerzas armadas no se sienten respaldadas por el ejecutivo, la policía está desmotivada y está claro que la paz total hasta hoy es un fracaso. Dónde está la firmeza del gobierno ante esta situación. El ELN con este paro completa ya cuatro en total, siempre con graves consecuencias en vidas humanas y en la economía de las regiones donde se produce.
Debe producirse un giro total en la manera como está manejando el orden publico el gobierno central, reflexionar seriamente sobre la paz total y recomponer con medidas certeras el cumulo de errores que nos tienen así, necesitamos cambios que generen alguna tranquilidad.
Tampoco los candidatos en la palestra de lanzamiento de sus programas, sí es que lo tienen, no muestran claridad sobre esta coyuntura que nos agobia y se remiten a formulas sin rigor y muy faltas de una lectura rigurosa de lo qué está sucediendo en el país en esta materia. Llevamos más de cuarenta años tratando de hacer la paz y la verdad estamos muy lejos de lograrla.
Nunca antes votar a conciencia y con mucha sindéresis había sido tan importante. Espero que mejore nuestra situación y que el gobierno reflexione al respecto.

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