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domingo, noviembre 17, 2013

SE NOS FUE DORIS LESSING


Una de las novelas que más releo en mi vida se llama “El cuaderno dorado”, de esta excelente escritora. Está en mi mesa de noche, leo cualquiera de los cuadernos de esta obra extensa, de manera desordenada. Siempre le encuentro nuevas interpretaciones como suele pasar con los grandes libros. Estos estan prestos a un dialogo, al que se accede cuando uno quiere, como dice Fernando vallejo. Esta autora se preocupó por el poder, desde la subjetividad de quien padece sus efectos: la política, la posición de los países menos favorecidos, la izquierda; la Conoció y vivió, sobre todo la decadencia del comunismo, de Rusia propiamente hablando y el intento y la impotencia de los gobiernos socialistas en el mundo para sobrevivir, en medio de ambiciones y corrupción a granel de sus dirigentes. Por ello decimos que todo combate es inútil y al final siempre seremos unos derrotados.
Nació en Irán en 1919, cuando todavía era Persia y bajo el nombre de Doris May Tayler. Pasó su infancia y juventud en Rhodesia (ahora Zimbabue). Allí empezó a leer libros que su madre le compraba por catálogo. Se independizó a los 15 años y empezó a publicar cuentos en revistas sudafricanas. A los 31 años se fue a Londres, con su tercer hijo dejando atrás  dos matrimonios para empezar su carrera como escritora con Carta la hierba (1950) fue miembro del partido comunista en 1954 que abandonó llevada por la decepción.
Tenía 94 años, todos los mensajes de prensa hablan de su obra como una contribución a la condición femenina, se les olvida que ella es una mujer, pero su visión está lejos de ser feminista. En el prologo del cuaderno dorado, hablando de la estructura de la novela y de los cuadernos, dice: A través de los diarios, la gente ha polemizado, teorizado, dogmatiza, etiquetado, y clasificado, con palabras tan generales, y representativas de la época, que resultan anónimas.  Podéis ponerle nombre a la usanza de las viejas comedias morales: El señor Dogma y el señor soy- libre-porque-no-´pertenezco-a-ninguna-parte, la señorita necesita-amor-y-felicidad y la señora cuanto-haga-debo-hacerlo-bien, el señor ¿Dónde hay una mujer autentica? Y la mujer “dónde-hay-un-hombre-real-, el señor “Estoy-loco-porque-dicen-que –lo-estoy y la señorita,sí-reolvemos-perfectamente-este-pequeño-problema-entonces-seguramente-podremos-olvidar-que-debe-mos-fijarnos-en-los-grandes.. Pero todos ellos se han reflejado también en los otros; tienen aspectos comunes, dan nacimiento a los pensamientos y a la conducta de unos y otros….son cada uno de ellos, forman totalidades. En el texto de “cuaderno dorado”, los asuntos se han reunido, hay deformidad en el final de la fragmentación…y triunfa el segundo tema que es el de la unidad- Anna y Saul Green, El fracaso Americano.”
En alguna parte de este prologo expresa categóricamente: “Desde entonces me he encontrado en una falsa posición ya que lo último que hubiera querido es negar apoyo a las mujeres”. Este no es un libro feminista, está claro.
Recibió el premio nobel a los 88 años, el premio príncipe de Asturias en el año 98, el de Cataluña después.  Un diario de Lima, refiriéndose a las declaraciones de Mario Vargas Llosa a propósito de su muerte, trajo a colación su posición y resulto muy lúcida: “En esa publicación, el narrador arequipeño señaló que "No creo que haya en la literatura inglesa moderna una novela más "comprometida", según la definición que dio Sartre del término". Explica en ese libro que El cuaderno dorado era la obra titánica más enraizada en los debates, mitos y violencias de su tiempo, y que criticaba de forma más agresiva los ritos y valores de la sociedad establecida. Asimismo, le reconocía que era la más empeñada en participar "a través de la palabra artística, en el quehacer colectivo, en la historia". "El cuaderno dorado” tiene muchos méritos. El primero, ser una novela ambiciosa, querer abarcar asuntos tan diversos como el psicoanálisis y el estalinismo, las relaciones entre la ficción y lo vivido, la experiencia sexual, la neurosis y la cultura moderna, la guerra de los sexos, la liberación de la mujer, la situación colonial y el racismo", escribió el autor de “La ciudad y los perros””.
Aclara:”Siempre he dicho ahí nos queda su obra, pero en este caso, es la última mujer gran escritora del siglo pasado comprometida, en el mejor de los términos Sartrianos. Me duele profundamente su muerte. Escribe en el prologo: Por qué existe las novelas. Realmente. Algunos libros no se leen correctamente porque han omitido un sector de opinión, presumen una cristalización de informaciones en la sociedad que no han tenido efecto". Este libro fue escrito como si las actitudes creadas por los movimientos de liberación femenina no existieran. Se publicó hace diez años, en 1962.
En todo caso nos quedan más de noventa libros, entre los que están más de cincuenta novelas.

Le despido con tristeza. La última novelista social.....lo demás son escritores pensando en el mercado; suele suceder en estos tiempos.