No se entiende como el
procurador no generó una sola investigación contra Samuel Moreno y ahora se
rasga las vestiduras por el manejo de las basuras, que estuvo en manos de
particulares, dinero público. Esta fue la situación hasta hace poco en Bogotá.
Recordemos estamos frente a una ciudad de más 10 millones de habitantes. De la
misma manera, el procurador, que toma la decisión basado en la ley, es el que
se opone a los fallos de la Corte Constitucional en una persecución a los
notarios que la cumplen, soportados en los fallos de la Corte constitucional,
sobre el derecho al aborto que, les permiten a las mujeres optar por el mismo.
Sus interpretaciones están ideologizadas,no corresponden con los contrapesos de
la CN ni a las funciones del propio ministerio público, el cual, no es otra que
hacer cumplir la ley. El procurador, es un promotor de su incumplimiento.
Este es un tema que rebasa
lo jurídico. Desde el asesinato de Galán, para no hablar de Rafael Uribe,
Uribe, las opciones por fuera del estamento se liquidan, la formas, todos las
conocemos. Es cierto lo que dice la doctora CLARA LOPEZ, es una imputación de
cargos de 580 páginas, que por su puesto a esta hora nadie ha leído, todos
salimos emocionalmente a decir e interpretar al calor de los hechos. Ayer se
hablaba en todas partes de reconciliación gracias a la muerte de Mandela, pero
es cierto, que nuestro país, está lleno de radicalismos enquistados y aun
estamos lejos del grado de civilización que la democracia exige.
El procurador fue elegido
por el congreso en contra de todos los presupuestos, donde está la
responsabilidad del mismo frente su poder descomunal, que es legal, aquí radica
la clave de lo que sucede hoy, es un nudo gordiana desde la perspectiva
filosófica, esta es la pregunta del millón. El doctor Juan Carlos Flórez, es
lúcido cuando dice, cuando se destituyó al excelente alcalde Alonso Salazar,
nadie dijo nada. Lo que está en juego va mucho más allá de la exhortación
inmediatista que se le está dando al debate.
El código disciplinaria
único, llamado el código Talibán, que le ampara semejantes facultades, que se
aprobó en la procuraduría de Maya villazon, permite estas decisiones absurdas
desde una interpretación basada en el sentido común. Recordemos que los alcaldes
no tienen perdida de envestidura.
La interpretación es laxa.
Los funcionarios en materia de cumplimiento están en el filo de la navaja, lo
dice el ex alcalde de Bogotá, que no tiene ninguna investigación, la doctora
Clara López.
No todo lo legal es justo.
Cosas que están en juego:
1.- Unos personas y grupos
interesados, con un contrato millonario, el de las basuras, para que vuelva a
manos privadas, como aquel que le había entregado el cobro de los impuestos en
Barranquilla a un grupo económico privado y hoy gracias a una decisión está en
manos de la ciudad, es público el recaudo.
2.- La contratación del
metro, que pone en juego el mayor presupuesto público en materia de
contratación de los últimos 30 años, los intereses están que hierven.
3.- Medellín ha demostrado
con EPM, empresa pública, emblema de la ciudad, después de Ecopetrol, es la
multinacional que mejor funciona en este país y que ha tenido un manejo de su
actividad, correcto, con crecimiento exponenciales, ejemplo en el mundo y sin
ningún cuestionamiento. En el contrato que se firmó hace poco, existe la mayor
transferencia de dinero que se conozca de una ciudad en los últimos cinco años.
Esto q quiere decir que lo público, en muchos casos funciona.
La situación del alcalde es
la siguiente. Está destituido. Solo le queda el recurso de reposición, son
predeterminadas y no existe la segunda instancia. Se le cuestiona es la
ausencia del de derechos fundamentales. Quien dijo, que el alcalde
“ideologizado” somete el país a semejante situación, en medio del momento más
delicado para el país, donde se juega la actitud de las personas que creen en
la democracia y una facción fascista a todas luces, tropelera y que pese a
tener más 90 funcionarios detenidos, paramilitarismo, las decisiones de fondo
al respecto, los hace reaccionar de una manera, que parece tener conexiones muy
delicados con la visión de país que ellos procuran.
Es bien cierto que Petro
votó por el procurador. Que el congreso, actúa con miedo frente al poder
que le confiera la propia ley, desde el poder que le concede la propia
constitución, requiere de una reforma constitucional inmediata. Dónde está el
congreso.
Debemos decir, a pesar de
no estar de acuerdo. Que el procurador actúa con las herramientas que la
constitución le entrega. Pero es cierto que su medida, que es disciplinaria,
parece contradecir el sentido común. Sí Petro actuó por fuera de la ley, porque
no ha existido un pronunciamiento de la fiscalía. El procedimiento
disciplinario, con un código que no ayuda mucho a todas luces, es unilateral,
no tiene sentido la ausencia de proporcionalidad y equidad, este es un
principio jurisprudencial serio y está expuesto en más de diez pronunciamiento
de la corte constitucional.
Es cierto también que, esto
será visto por el mundo como un cercenamiento de la oposición utilizando las
herramientas de la ley, pero de manera sesgada y espurea.
De esta manera todos los
alcaldes de este país serían destituidos, pues nadie puede cumplir con las
promesas que hace en campaña, para solo citar una cosa, es desproporcionado.
Algo va a pasar con el
senador Jorge Robledo, existe una guerra sucia contra los acuerdos de paz, así
como se asesinaron 6000 militantes de la UP, que muchos no quieren que
reviviera, dejan al país sin oposición, incoherente desde la perspectiva
democrática.
Frente al hecho requerimos.
El alcalde improvisó con el
decreto que le quitó a la empresa el manejo y no estaba preparado para
asumir semejante responsabilidad, debe quedar esto claro, por fuera del
derecho, se hizo una interpretación unilateral sobre este hecho administrativo,
rescindió un contrato y no admitió replica alguna. Los contratistas vivieron lo que le pasa hoy a Petro, el tomo una decisión un día sin permitir recursos sobre la misma, así fuera a favor de los
Bogotanos.
Nuestra indignación es por lo tanto contra la des-proporcionalidad de la medida. Petro también peca por su terquedad y soberbia. No
podemos escudarnos tampoco en los aspectos políticos solamente.
En toda la historia, hay
errores que se pagan. Algunos hay que nombrarlos:
1.- El alcalde participó
directamente en el nombramiento del procurador.
2.- Debemos leer la
imputación de cargos para poder tener una opinión seria.
3.- Nadie puede violar la
ley y es cierto, se tomaron decisiones políticas en gestiones administrativas,
que fueron erradas, Bogotá en materia de basuras quedó absolutamente inerme.
4.- Dónde está la
responsabilidad del congreso.
5.- Sin leer el fallo es
imposible pero hay perlas en la imputación de cargos:
a.- Sí existen fallos del
decreto por qué no se pidió su nulidad.
b.- Esto quiere decir que
la falta disciplinaria está más sujeta a una interpretación unilateral, desde
la ley y es desproporcionada a todas luces.
Petro no tiene otro camino
que acatar el fallo, actuar en derecho, utilizar las herramientas que la ley
colombiana le otorga y aquellas que el derecho internacional le permiten, son
muchas y funcionan.
c. Ponderación. No puede
uno, hablar de democracia y no respetarla.
d.- Debe utilizar la
tutela, para eso existe.
Es hora de recordar de
verdad a Mandela no invocarlo solo por prurito.
También es cierto:
1.- La medida es
desproporcionada.
2.- Un procurador no pensó
en la oposición como mecanismo que garantiza la democracia real.
Retirar a un hombre como
Petro quince años, quien desde el congreso destapó las hoyas podridas de este
país, es un exabrupto. Es una opinión absolutamente personal.