La quiebra de grandes
fondos de inversión en el mundo no sorprende a nadie. Cada cuatro años presenciamos este tsunami con
protagonistas diferentes pero en esencia con el mismo libreto: Desfalcos
masivos utilizando los mismos engaños. Estos se repiten cíclicamente sin que
nada pase. En Colombia, la historia es aún más grave, nos acostumbramos a los mismos pese a los descalabros que produce en el sistema y la desconfianza
que genera: Factor Grup, corredores asociados, interbolsa, el grupo cortes,
DMG, DRF, para citar solo los más visibles. Interbolsa es el último escándalo de
este tipo, comprender a cabalidad que pasó con este corredor de bolsa es de
suma importancias para proveer futuros males.
Acceder a grandes flujos
de capital por vía de ofertas de rendimiento altos basados en productos
en el mercado bursátil y en negocios de inversión directa es el deporte
nacional. Estos fondos están perfectamente camuflados desde lo legal, lo que
les permite especular en negocios de bolsa a corto y mediano tiempo e invertir
en activos y operaciones por fuera de su objeto empresarial, con el fin de
obtener ganancias exorbitantes, ejemplo: los repos y el caso Fabricato, los que catapultarán las ganancias a favor, no
de los inversionista, sino de los dueños de los fondos.
Como funcionó interbolsa,
cual es su entramado. Empecemos por el principio.
Que es interbolsa. Fue una
empresa comisionista de bolsa del mercado bursátil colombiano. Hasta hace poco
la mayor corredora con el 32 % del mercado total y la que por su peso especifico
en el mercado manejaba los títulos de deuda pública del estado. Curiosamente era
la única firma en el top 5 que no tenía una matriz bancaria.
El conglomerado tiene 23
empresas vinculadas, entre ellas Interbolsa Sociedad Administradora de Activos
-SAI-, la empresa de crédito hipotecario ACERCASA y la empresa de aviación
Easyfly. "Estas sociedades se encuentran operando en cinco jurisdicciones:
Colombia, Estados Unidos, Panamá, Islas Vírgenes Británicas y Luxemburgo".
Al 31 de octubre de este año, InterBolsa S.A., reportó activos por 323 millones
de dólares, pasivos por 165,6 millones de dólares y un patrimonio de 157,5
millones de dólares.. Según el súper-intendente de sociedades, la radiografía
actual de sus activos es la siguiente: “el Grupo Interbolsa administraba cerca
de $9 billones. Se estima que el dinero en riesgo no supera los $700.000 millones.
Es una cifra que no supera 10% de lo manejado por la firma, esto quiere decir
que más de 90% de los recursos administrados por la comisionista están a salvo.
El problema se reduce a una cifra que, si bien es importante, en el grueso de
la operación, es menor”.
Quienes son los dueños
actuales: Hoy el dueño mayoritario de
InterBolsa es Víctor Maldonado, familia y asociados, con el 30 por ciento; los
exempleados de Inversionistas de Colombia tienen el 15 por ciento; Rodrigo
Jaramillo y familia el 15 por ciento; y Juan Carlos Ortiz el 2,8 por ciento. El
resto está repartido entre diversos inversionistas. Paradójicamente Ortiz, el
más controvertido de los socios no ha tenido ninguna participación en esta
última etapa.
Por qué intervinieron a
interbolsa? El problema de liquidez de la empresa y el incumplimiento de sus obligaciones, hubo un
préstamo de $ 20.0000 millones de pesos que no pudo ser atendido y que obligó a
las autoridades del gobierno al cierre de la comisionista. Tenía problemas de
liquidez y no de insolvencia, son dos cosas diferentes, es importante tener en
cuenta este aspecto. A partir de este momento se fueron conociendo las perlas del negocio y empiezan a aparecer uno a uno, los manejos
espurios del grupo: desvío de dinero de clientes y su utilización para negocios
propios de la firma, operaciones por cuenta propia por encima de lo
establecido, la realización de operaciones carrusel por fuera de la bolsa,
registro de operaciones sin el conocimiento ni consentimiento de sus clientes y
la realización de operaciones de registro con entidades no vigiladas por la
Superintendencia Bancaria. Se encontró en las dos primeras semanas de
intervención 64 acreencias vencidas, detrás de las cuales vienen muchas más.
Estas tendrán que ser cubiertas con un patrimonio que, al menos en libros, no
parece muy alto. "Registraba en esa fecha un pasivo externo por 255.000
millones de pesos y un patrimonio que alcanza la suma de 59.000 millones",
se lee en uno de los informes oficiales, que concluye que la sociedad "no
está en capacidad de atender sus obligaciones actuales ni futuras". “Las
demandas son otro factor grave que incidió sobre su colapso. Contra la sociedad
cursan 22 procesos: 11 judiciales, 2 ordinarios laborales, una acción popular,
3 ordinarios, 2 administrativos, una nulidad, un restablecimiento del
patrimonio y un laudo arbitral a la fecha de la intervención, hoy deben ser
muchas. A estas se suman las denuncias penales instauradas en los últimos siete
meses contra sus administradores y principales socios. Y si bien hay un
importante rubro de cuentas por cobrar (casi 90.000 millones de pesos), el 80
por ciento pareciera irrecuperable.
Una de ellas, por 86.000
millones de pesos, está a cargo de Alejandro Corridori y de otras compañías del
italiano, respaldadas solo con pagarés y sin garantías reales. Corridori era el
cliente estrella de la comisionista y, a su vez, el mismo que la llevó a su
iliquidez a través de los llamados 'repos' de Fabricato. Además, en criterio de
la Súper, el grupo tuvo una gran pérdida al haber cedido, sin ninguna
contraprestación, las carteras administradas por su Sociedad Administradora de
Inversiones (SAI), "generando pérdida total de valor en la empresa y su
consecuente repercusión en los estados financieros de Interbolsa S. A.".
A ese panorama se une el desinterés
de los accionistas en el futuro de la empresa, hecho que se observó en la
asistencia a las dos últimas asambleas, cuyo quórum osciló entre el 10 y el 38
por ciento.
Hoy, ningún directivo
quiere dar razón de qué fue lo que realmente pasó en Interbolsa S. A.
El negocio que generó su
muerte fue el de los repos de fabricato, entendamos la figura: Se trata de
operaciones de venta con pacto de recompra, en la cual un inversionista —que
necesita liquidez— transfiere o cede a otro temporalmente la propiedad (banco o
persona natural) un determinado paquete de acciones de una empresa a cambio de
una suma de dinero. Es algo así como empeñar o dejar como garantía esos papeles
a corto plazo (de 1 a 30 días), en el caso de interbolsa se hicieron sobre el
ofrecimiento de una ganancia futura de mercado basadas en cálculos mentirosos,
suponer que las acciones subirían o valdrían el doble o más en el futuro. Al
vencerse el plazo, quien otorgó el préstamo, se compromete a devolver las
acciones, tras recibir la totalidad del dinero del crédito, incluidos los
intereses pactados o las ganancias ofrecidas. Usualmente las firmas
comisionistas actúan como intermediarias en este tipo de transacciones al
brindar asesoría a sus clientes sobre los riesgos, ventajas y desventajas. Ese
tipo de operaciones —que llevan muchos años en el mercado bursátil— son
permitidas y las pueden ejecutar personas naturales o jurídicas, siempre y
cuando se ofrezcan las garantías del caso para la transacción. Generalmente la
garantía exigible en ‘repos’ es el 30% del valor del paquete de títulos, bonos,
etc. Por ejemplo, si una persona posee $100 millones en acciones de una
compañía, puede obtener un préstamo hasta por $70 millones sobre las mismas,
para invertir este dinero en más acciones u otros activos. l riesgo o futuro de
la operación ‘repo’ está atado al comportamiento o a la volatilidad del precio
de la acción.
Por eso, a la hora de
acudir a esta operación quien va a prestar dinero sobre acciones analiza la
bursatilidad de los títulos en bolsa.
La Bolsa de Valores de
Colombia aplica una regulación mediante la cual clasifica los títulos de
acuerdo a su evolución y rentabilidad. De allí se deduce cuáles son los más
rentables y susceptibles para operaciones ‘repo’.
“Si tomamos una acción muy
líquida y tiene adecuada cobertura, no hay problema en que el monto de repos
sea importante. El problema es que la acción no tenga liquidez”, explica Daniel
Jiménez, presidente de Correval.
A juicio de analistas como
el economista Eduardo Sarmiento, el excesivo uso de ‘repos’ por parte de
Interbolsa para apostarle a grandes volúmenes de acciones de la textilera
antioqueña Fabricato fue lo que provocó la crisis.
Aunque el título de
Fabricato había sufrido un salto de $29 a $90 (350%) entre el 2011 y lo corrido
del 2012, el mercado desconfió de ese extraño comportamiento lo que generó que
Interbolsa no pudiera financiarse más por medio de esta operación.
Al derrumbarse este
negocio, muchos inversionistas que confiaron su dinero en la comisionista
comenzaron a tramitar su devolución. Allí la firma entró en crisis de liquidez.
Esa iliquidez se hizo
patente cuando Interbolsa no pudo pagar un crédito de $20.000 millones al BBVA
que estaba apalancado con ‘repos’.
A partir de este momento
empezaron a descubrirse uno a uno las operaciones fraudulentas hechas a través
del corredor de bolsa y que hoy son la comidilla en Colombia. Sobra decir que
estamos esperando que empresa remplace a esta y dentro de cinco años la historia
será la misma con protagonistas nuevos, siempre nos ha pasado desde hace
treinta años cuando colapso el Banco Nacional, para no citar escándalos
anteriores.