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sábado, julio 24, 2010

BALANCE DEL PRESIDENTE SALIENTE 2

El tema de los congresistas enjuiciados, casi todos pertenecientes a la coalición del presidente, en este informe en apariencia lo asume el Doctor Uribe, sin ninguna cortapisa. Ratifica el respeto por la decisiones judiciales, que como sabemos, no lo es tanto como se predica, pues cada vez que afectan al ejecutivo, se produce una andanada de opiniones desde la casa de Nariño, que desmienten esta posición. Son más de cincuenta congresistas en serio líos judiciales por sus lazos con el paramilitarismo, algunos con condenas en firme, participación que de hecho se hizo en las campañas presidenciales que llevaron al Doctor Uribe a la presidencia. En el discurso el presidente presenta el itinerario y los aspectos más relevantes de la negociación con el paramilitarismo:

Por supuesto, emprendimos la Seguridad Democrática y hay procesos de paz.

La Seguridad Democrática es un camino hacia la reconciliación. Lo que nos ha probado la historia reciente de Colombia, es que la reconciliación no surge de actitudes vacilantes y de apaciguamiento en los gobiernos, sino de firmeza para que prevalezcan las instituciones, de firmeza para que impere la ley.

 
Este proceso de paz con los grupos paramilitares tiene unos antecedentes.

Primero, a través de la Iglesia Católica se traían conversaciones con ellos, el Gobierno que presido dijo que continuaría esas conversaciones si se comprometían a un cese de hostilidades. El mediador fue la Iglesia Católica. El proceso se ha adelantado abiertamente, el país lo ha podido analizar y criticar en todo momento, gracias a que aquí no ha habido nada clandestino.

Pero eso ha tenido una causa eficiente. Lo que tenemos hoy tiene una causa eficiente. Cuando nosotros llegamos no había un solo líder del paramilitarismo en la cárcel, de 68 líderes conocidos, hay 65 hoy en la cárcel, 3 fugados y nuestra decisión es que las autoridades militares y de policía los persigan con toda la determinación, hasta traerlos a la cárcel.

Cuando nosotros llegamos había crítica en voz baja porque avanzaba el paramilitarismo, pero no crítica abierta. Gracias a la Seguridad Democrática, en el Gobierno que más crítica abierta ha habido contra el paramilitarismo, es en el Gobierno que ha perseguido al paramilitarismo. Es que antes no los perseguían, antes no los criticaban públicamente porque les temían y gracias a los avances del Gobierno para desmontar el paramilitarismo, ahora el país les ha perdido el temor y por eso critica el fenómeno y está bien que así sea.

El país no conocía que se diera de baja a paramilitares. En el Gobierno que presido —y este es un país abierto al escrutinio riguroso de la opinión internacional, ustedes lo pueden corroborar Presidentes de las Cortes Internacionales con nuestra administración de justicia- han sido dados de baja por la Fuerza Pública más de 1.500 paramilitares, han sido aprehendidos por la Fuerza Pública alrededor de 12 mil."

De hecho sabemos que hubo desmovilización, pero que está llena de vacios y para nada hubo desmantelamiento de las organizaciones militares, que están más vivas que nunca. Si es culpa del ejecutivo o no, está por saberse, pero en estos momentos, pese a los resultados presentados, ciudades como Medellín, están viviendo un verdadero calvario. El gobierno ha fracaso en sus políticas de reinserción, pues el trabajo con los desmovilizados va más allá de asignarle sueldos, es una política de estado, que debe superar todos los condicionamientos coyunturales a que está sometida. Cito este balance en el informe de los congresistas por que si existe una efecto grave entre los lazos de un numero importante de congresistas y el proceso de feudalizacion del poder, que se traduce en verdaderas oficinas paramilitares, por parte de los grupos al margen de la ley en un contubernio oprobioso con los congresistas.

En todo caso el presidente expresa:

Hay 30 mil desmovilizados, en un proceso de reinserción exigente, costoso, que no puede fracasar. Han reincidido en el crimen más o menos 600. Como cifra relativa, 600 contra 30 mil es un porcentaje pequeño, pero como cifra absoluta es un número muy peligroso. Ahora aparecen unas formas de crimen, bandas emergentes, que integran desmovilizados que reinciden, que integran a la Farc, que integran al narcotráfico, la decisión del Gobierno es perseguirlos con toda la determinación.

Y hagamos algunas comparaciones. En este proceso, por primera vez, Colombia ha visto desmovilizar gran cantidad de guerrilla. Los procesos del pasado con el M — 19, el EPL y otros grupos, desmovilizaron 3.500, 4 mil guerrilleros. Hoy llevamos más de 8 mil guerrilleros desmovilizados. ¡Eso es bien importante!

Cuando se desmovilizó el M — 19, se desmovilizaron más o menos 900 personas, entregaron 270 armas. Los 40 mil desmovilizados de ahora, han entregado alrededor de 18 mil armas.

Todos estos procesos son difíciles, dejan problemas, pero aquí hay unos resultados que demuestran la verticalidad y la buena fe, como hemos practicado la política de Seguridad Democrática y como hemos avanzado en ese proceso de reconciliación.

Nuestra Ley de Justicia y Paz es la primera en exigir justicia y reparación. Antes, todo lo que se hacia en un proceso de paz en Colombia era perdonar, ahora juegan un papel importantísimo la verdad, la justicia y reparación. Y eso sí que es importante para estos días y hacia adelante.

Capitulo aparte esta el informe sobre política social, que requiere espacio y tiempo, pues aquí el desbalance es muy grave.



Solo queda esperar que el presidente no intervenga en el gobierno del Doctor Santos, pues lo hecho en estas últimas semanas parece confirmar que su influencia será nefasta. Veremos como se comporta, por ahora, cabe dejar los aspectos principales del discurso para que se establezcan los juicios históricos necesarios para salir adelante, en medio de tanta violencia urbana y tantos vacios.