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domingo, febrero 25, 2007

EL PLAGIO LAS COMILLAS Y
LA MUERTE DEL AUTOR


Hace más de veinte años leí un escrito del filósofo Colombiano Rubén Sierra sobre las comillas y el papel que jugaban en el ensayo. El autor dejaba en claro, que con este recurso se podría citar la totalidad del quijote y agregar algún comentario al margen sin caer en el pecado del plagio. El dominical del semanario Argentino el Clarín de la pasada Semana, se refirió al plagio frente al universo avasallador de la información en Internet, que va reduciendo al autor a su mínima condición y que de cierta manera es absolutamente legítimo. Para este articulo encontré la siguiente cita, en tres autores diferentes, que no se tomaron la molestia de reconocer algún autor de origen, y en cambio, cada uno, la asume como propia, dentro de contextos muy diferentes: “Freud no es simplemente el autor de La interpretación de los sueños o de El chiste y su Relación con lo Inconsciente, y Marx no es simplemente el autor del Manifiesto Comunista o El Capital: ambos establecieron la infinita posibilidad del discurso.”(Cita, que si mi memoria no me falla, es de Foucault, en las palabras y las cosas). Foucault, trato el tema desde un marco estrictamente filosófico y desde la perspectiva del poder en relación con los discursos. El análisis, como lo deja ver Giorgio Agamben (Profanaciones, Anagrama, 2005), establece que “el autor, como persona con cara y ojos que escribe o practica cualquier otra forma de creatividad cultural, sería para Foucault necesario pero irrelevante. Lo que sería relevante para Foucault sería lo que denominaba la función-autor que “caracteriza el modo de existencia, de circulación y de funcionamiento de ciertos discursos en el interior de la sociedad”. Esta función-autor tendría para Foucault diversas características según refiere Agamben en el ensayo correspondiente al Autor de la obra citada.” Se agrega delante de manera magistral que “un particular régimen de apropiación que sanciona el derecho de autor”. Pero también hay que entender esta función como un conjunto de posibilidades como la de “distinguir y seleccionar los discursos en textos literarios y científicos”, como la de “autentificar los textos constituyéndolos como canónicos”, como la de “dispersar la función enunciativa en una variedad de sujetos” o como la de “construir una “función transdisciplinar que hace del autor un instaurador de discursividad.” Ahora para Marx y Freud, como "iniciadores de prácticas discursivas", no sólo hicieron posible un cierto número de analogías que podían ser adoptadas por textos futuros, sino que también, y con igual importancia, hicieron posible un cierto número de diferencias. Abrieron un espacio para la introducción de elementos ajenos a ellos, los que, sin embargo permanecen dentro del campo del discurso que ellos iniciaron. El autor de carne y hueso, ese que desde la óptica de la creación, se compara con el genio y compite con Dios en la posibilidad de crear universos discursivos, va desapareciendo, “autores de carne y hueso querríamos ser meros testigos de la naturaleza “divina” del genio como principio engendrador, tendríamos que desaparecer como propietarios de nuestra obra y convertirnos en simples intermediarios de la gracia, por usar una palabra corriente en nuestra cultura mística, de la misma forma que el sacerdote es un intermediario con la divinidad. Si lo que queremos es ser propietarios de nuestra obra y cobrar esos derechos de autor que dan fe de nuestra autoría, entonces perjudicamos a la función-autor y nos interponemos en la libre composición, descomposición y recomposición de la ficción.” Además como lo establece el mismo autor de la cita, el subrayado de el autor como instaurador de discursividad añade a la necesidad manifestada por de Chandler de sentirse alguien único, la aspiración a que esa unicidad sea inaugural. Y, sin embargo, esa esperanza es vana para un postestructuralista. Foulcault añadió en una conferencia que “el autor es un determinado principio funcional a través del cual, en nuestra cultura, se limita, se selecciona; en una palabra: es el principio a través el cual se obstaculiza la libre composición, descomposición y recomposición de la ficción.”. A esto se le agregaría que hay discursos absolutamente desagregados de alguna autoría específica. Mi sobrino, a quien le pusieron una tarea sobre la molécula, me dijo con una seguridad implacable después de copiarla en su totalidad de internet: “ Que podría agregarle yo a este articulo científico y el cual sera siempre el mismo……nada…simplemente copiarlo.

domingo, febrero 18, 2007

GENEALOGIA DE UN PROBLEMA ESTRUCTURAL

Este país parece condenado a reeditar su propia tragedia. Virginia Vallejo, ayer diva y hoy acusadora, decidió revelar cómo Pablo Escobar se tomó la política a punta de plata y plomo. Fernando Botero quiso mostrar hasta qué punto el cartel de Cali logró coronar la Presidencia. Y ahora la Corte Suprema tiene en sus manos la tarea de determinar hasta dónde llegó la alianza entre el narcotráfico y el paramilitarismo para doblegar el Estado de Derecho en varias de las regiones del país. Revista Semana



La mirada a los hechos de la última semana, que reflejan de nuevo la crisis de la sociedad Colombiana y a la vez debilitan la institucionalidad del estado, deben estudiarse desde una óptica que supere los análisis mediáticos y la argumentación de lo obvio. Lo sucedido debe reconstruirse desde la otra orilla, aceptar que hay una sociedad permeable, que existe una aguda crisis de valores; que no han servido treinta años de muerte y violencia discriminada, con la perdida de grandes hombres, para recuperarnos de nuestro atribulado y trágico pasado. En síntesis, pareciera que cada una de las crisis que hemos vívido, solo han servido para tomar medidas, que frente los hechos resientes, constituyen simples paliativos. Ni la muerte de Lara Bonilla, que produjo uno de los discursos mas alentadores por parte del presidente Betancur, sobre como debería ser la reacción de los Colombianos de bien; ni la de tres candidatos presidenciales asesinados por el narcotráfico; ni el magnicidio contra el doctor Luís Carlos Galán; ni la crisis estatal producida por el fenómeno Pablo Escobar y la metida de mano en la constituyente; ni la penetración de dineros Calientes a la campaña presidencial del Doctor Ernesto Samper, comprobada de manera absoluta, que convirtieron un mandato de gobierno en un juicio de cuatro años y el peor desgobierno que se tenga ejemplo en nuestra historia; ni mucho menos el fortalecimiento paulatino del paramilitarismo y sus masacres, que hicieron de este país una barbarie y lo acostumbraron a las noticias mas inhumanas, que se recibían con una indiferencia aun mas preocupante; nos permiten decir a la fecha, que el país ha tomado conciencia de su problema. En cada elección comprobamos que no hay educación política, las caletas encontradas en Cali y lo sucedido con el paramilitarismo y la guerrilla demuestran que el narcotráfico cada vez parece más fuerte, y como si fuera poco, el escándalo de la parapolitica ratifica, que la gran mayoría de la sociedad Colombiana ha estado permeada y ha tenido una relación inexplicable con la delincuencia. Hechos juntos, que nos permiten establecer, que la catarsis desde lo institucional siempre ha sido a medias: el ocho mil fue un proceso caricaturesco y los implicados aun mantienen un poder inusitado, pues fuera de absolver a un presidente con graves indicios de culpabilidad, repitieron curul y continúan con sus cuotas burocráticas; el narcotráfico de la mano del paramilitarismo mantiene sus lazos con los militares y gran parte del gobierno, además elige congresistas y penetra la institucionalidad desde afuera, se toma el poder local eligiendo alcaldes, la salud y por ultimo, asumen un proyecto político en compañía de la bancada política que respalda al presidente, para acceder al poder en forma definitiva; por el otro lado, la guerrilla aunque replegada, para colmo de males, continua con una vigencia inexplicable y un poder aterrador. Ahora, frente a este panorama, existe una constante: Nada de esto podría pasar, si no existe una sociedad que lo tolera y permite. Todos los estudios que se hacen son sectoriales en su mayoría: El de la justicia, del gobierno, de los partidos, pero pocos, miran la otra orilla, la sociedad que ha aceptado gran parte de las prácticas, que tiene un contubernio tácito con el fenómeno, aunque luego lo critica de manera incongruente. Es evidente que la academia y muchas ONG, como intelectuales, nos han entregados estudios muy serios sobre el tema, pero ningún gobierno ha podido acertar en la practica para resolverlo de manera estructural y paradójicamente, casi todos resultan enredados con el fenómeno. Alguna vez, la editorial Oveja Negra, publico un libro que giraba alrededor de una sola pregunta: ¿en que momento se jodio Colombia?, es pertinente resolver el acertijo, los hechos confirman nuestra falta de norte. Ahora, como lo estableció con absoluta lucidez Gómez Buendía, las próximas elecciones son mucho mas que contienda por Alcaldías, gobernaciones y Concejos. De sus resultados, se deducirá, como asume Colombia la presente crisis. Nadie, sabe en que terminará, pero es evidente, que se necesita realizar una genealogía de la misma. Amanecerá y veremos

domingo, febrero 11, 2007

EL FENOMENO POLITICO LLAMADO URIBE


Pocas veces asumimos el análisis de los protagonistas de nuestra historia. Los cuadros de Juan Lozano, sobre algunos personajes del siglo XX Colombiano, se leen después de muchos años de publicados, con absoluto agrado. El periodismo y la academia, en la mayoria de los casos se dejan llevar por el ímpetu de los acontecimientos y se olvidan de los personajes, en el mejor sentido histórico de los escritos de Petrarca, Herodoto, Paúl Jhonson, Nixon y la Fallaci. Para la historia, él perfil de los líderes es vital, para entender muchas de sus decisiones. Nixon, decía, que la vida de estos personajes de la historia resulta interesante, por su dramatismo, importancia y su decisiva influencia en los acontecimientos. No cabe duda. Colombia seria otra sin el sello de Rafael Uribe, Benjamín Herrera, Alfonso López pumarejo, Laureano Gómez, Gaitan, Luís Carlos Galán, García Marques etc. López Pumarejo, para citar un ejemplo, es fundamental en el proceso de incorporación del país a la modernidad. Es preciso referirse al perfil del presidente Uribe, por los hechos que vive dramáticamente el país y hacerlo sin los radicalismos que su discurso suele atraer. En Blanco y negro se diría del presidente que realiza sus estudios primarios en su ciudad natal y en 1970 se gradúa por el Instituto Jorge Robledo de Medellín. En 1977 se doctora en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad de Antioquia. Se especializa en Administración y Gerencia en la Universidad de Harvard (EE.UU.) en 1993, donde estudia también Negociación de Conflictos. En 1998 obtiene la beca Simón Bolívar del Consejo Británico y es nombrado profesor asociado del Saint Antony's College de la Universidad de Oxford en Inglaterra (1998-1999). Casado con la filósofo Lina Moreno y con dos hijos, Tomás y Jerónimo. Empieza su carrera pública dentro del liberalismo. Jefe de Bienes de las Empresas Públicas de Medellín (1976) durante la gerencia de Diego Calle Restrepo. Secretario General del Ministerio del Trabajo (1977-1978) bajo la Presidencia de Alfonso López Michelsen. Director de la Agencia Aeronáutica Civil (1980-1982) en el mandato del presidente Julio César Turbay Ayala. Alcalde (1982) y concejal de Medellín (1984-1986) durante la administración de Belisario Betancur. Senador de la República por dos períodos (1986-1990;1990-1994), accede a la Gobernación de Antioquia (1995-1997), poniendo en práctica su modelo de Estado Comunitario, consistente en estimular la participación ciudadana en las decisiones fundamentales del Estado. Distanciado del Partido Liberal, postula su candidatura a la Presidencia de la República por el movimiento Primero Colombia en 2002 con un mensaje de firmeza frente a la guerrilla que cala en el electorado del país. Gana las elecciones en la primera vuelta, derrotando al candidato liberal Horacio Serpa. El asesinato de su padre por parte de la Guerrilla, es uno de los hechos que incide fundamentalmente sobre algunas de las posiciones ideológicas y la concepcion sobre el estado y la autoridad. Tomado de Hobbes y traído a colisión por Miguel Ángel Herrera Zgaib, el Estado hobbesiano en el mejor marco ideológico Uribista subraya “que no puede haber paz y confort material en la tierra a menos que los individuos, que no tienen respeto natural hacia sus semejantes, estén sometidos a un Estado soberano bien visible y muy armado, cuya función es imponer el orden y pacificar permanentemente a esos individuos". Los individuos modernos, en su condición natural prepacto social, son iguales en la libertad, agrega, como para recordar algunos de los fundamentos que podrían marcar la diferencia del concepto de autoridad irracional aplicado por algunos de sus asesores. Al doctor Uribe, le gusta dirigirlo todo, apropiarse de lo mínimo, desarticula por ello, la estructura administrativa del gobierno y somete decisiones fundamentales a su arbitrio. Siempre ha sido de esta manera, en cualquiera de los cargos que ha asumido en su vida, por ello, debe trabajar más de la cuenta, pues el estado siempre le quedará grande. También es cierto, que un país de tanta corrupción y desidia, esta sombra en algunos casos cae muy bien. Tiene un discurso claro y en apariencia sencillo sobre el estado. Es radical y gracias a ello ha radicalizado la política Colombiana, lo que le ha permitido a la izquierda por ejemplo, unirse necesariamente, frente al discurso del presidente, asumir una oposición desde lo ideológico y a la vez realizar el control político pertinente, lo que ha significado claramente su resurgimiento ( Gracias en parte al Doctor Uribe ), con verdadera vocación de poder. De la misma manera, el presidente con su total desconocimiento del partido liberal, ha obligado a sus líderes a generar una verdadera renovación de sus cuadros y accionar en la vida política colombiana. Nadie puede probar la vinculación del presidente con el paramilitarismo, pero es evidente, que tiene un trato muy diferente, al que ha tenido con la guerrilla y que se traduce en la aprobación de leyes que le son favorables en exceso, convertir delitos comunes en políticos y legitimar a través de la ley de reinserción dineros ilícitos y tratar delitos atroces con verdadero guante de seda. Pero el presidente ha sido un hombre perseverante en sus propósitos, desde muy pequeño decidió ser presidente y nunca desfalleció en la tarea. Prueba de ello, es la reelección, la cual aprobó de la peor manera y en contra de todos los pronósticos, entregando puestos, negociando la carrera diplomática y acompañado de una clase política que después se vería involucrada en los peores escándalos de corrupción y paramilitarismo. La norma una vez incorporada a la carta, desarticula instituciones como la Corte Constitucional, la junta del banco de la Republica y la comisión nacional de televisión. Pero esto hace parte de su estilo, por ello, cada vez que el debate no le conviene, trae a debate procesos políticos de más de veinte anos, llama terroristas vestidos de civil, a sus opositores, en un alarde de astucia, olvidándose que su cargo, de acuerdo a nuestra constitución, debe ser ejemplo de unidad nacional. El tono de su voz, es pausado, coloquial si se quiere, convincente, siempre sube en las encuestas y parece inmaculado. Su conocimiento del estado es total, maneja las cifras con absoluto seguridad y el modelo de estado comunitario le permite manejar el estado en apariencia con acuerdos previos con su pueblo, pero como todo buen culebrero paisa, las decisiones siempre estar tomadas de antemano. Este es nuestro presidente, la pregunta esencial, como será nuestro país después de su gobierno..Amanecerá y veremos.

lunes, febrero 05, 2007

FERNANDO BOTERO

El padrino de Mario Puzo, nos mostró de manera magistral, la relación pecaminosa, que siempre ha existido, entre la política y las mafias. El fenómeno no es nuevo y de esta trama no se han escapado las democracias más importantes y estables del planeta. El dinero, siempre constituye un poder que doblega la más férreas voluntades, más cuando se vive en una sociedad de consumo jerarquizada inexplicablemente, por el poder de compra, que incita constantemente al dinero fácil. Italia, en los últimas décadas ha vivido el oprobio de perder a sus mejores políticos, en la garras de una mafia legendaria. En Colombia, desde hace tres décadas, la situación frente a los dineros ilícitos y el poder de las mafias del narcotráfico, es verdaderamente grave y se parece a los hoyos negros del universo: todo lo que toca, lo atrapa en su centro. Hasta aquí el cuento no tiene nada de sorprendente y estamos día a día recibiendo noticias al respecto. Lo que preocupa es como abordamos el problema y cuales son las respuestas desde lo institucional frente a los hechos. No cabe duda, que la historia de Fernando Botero, ahora que ha sido condenado por la Corte Suprema de Justicia, por una apropiación indebida de dineros aportados a la Campaña del expresidente Samper, por empresarios y algunas personas naturales, refleja a nuestra clase dirigente. La historia es sencilla: El señor Botero, quien fue educado de la mejor manera, en los mejores Colegios, con todos los lujos propios de su clase, viajó por todo el mundo en compañía de un padre honesto, trabajador y lleno de reconocimientos, por lo tanto tiene una cultura de cosmopolita, además se crió en un ambiente de poder, con un abuelo expresidente, rodeado de gente muy importante, en el punto más interesante de su maratónica carrera política, decide ( Se permite el lujo ) tomar de una cuenta de la campaña, casi un millón de dólares, trasladarlos a la cuenta personal, como un vulgar ladrón de Billetera. La justicia, ósea los jueces civiles, hasta la última instancia: la Honorable corte, una vez surtidas las instancias a cabalidad, lo condenan, con base en las pruebas aportadas al proceso. El señor Botero, quien era presidenciable en Colombia y ahora se declara, connotado ciudadano Mexicano, decide mezclar los hechos en un alarde de retórica infantil: Dice que ya fue condenado y que pagó por sus errores…no es cierto, una cosa son los dineros del cartel de Cali y otra apropiarse de dineros de la campaña. Pero lo mas grave de sus declaraciones, es el hecho de admitir que conocía de la procedencia de los dineros del cartel de Cali, antes de asumir su cargo de ministro de Defensa y peor aun, dejar entrever que la relación narcotráfico-política, es absolutamente vieja en la política Colombiana y que el no es mas que un perseguido político, pues sobre el tintero no hay nada nuevo. Aunque es cierto que desde la Bonanza marimbera de finales de los setenta, la política ha estado mezclada con la mafia y de alguna manera todas las campañas hacia la presidencia han estado penetradas por el fenómeno, ello no exime a nadie de sus responsabilidades éticas y penales frente al tema. De hecho, el proceso actual con los paramilitares, quienes tuvieron como principal fuente de financiación al narcotráfico y que involucra a un grupo importante de congresistas, es la prueba más fehaciente de este contubernio. A la perorata de disculpas, frente a un problema tan grave, lo que se prepara en el camino por parte de algunos congresistas y el gobierno central, no es una solución a fondo, sino una ley de punto final, que implica: borrón y cuenta nueva. Ahora, la actitud del gobierno frente a la contundencia y gravedad de los últimos hechos, es acusar al M-19, de terrorista, condenarlos a punta de espejo retrovisor……como les parece. Este es nuestro país….la historia se repite, difícil creerlo.