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jueves, julio 24, 2014

LA CUADRATURA DEL PODER EN COLOMBIA


El presidente de un país concentra el mayor poder de una nación, no sólo por la capacidad que desde la ley le otorga la constitución en el manejo de los principales asuntos del estado, sino porque en él se concentran la casi totalidad de decisiones que generan riqueza. Cuando hablo de recursos me estoy refiriendo a la universalidad de los mismos, los que atañen a las reservas naturales, administrativas, académicas, humanas, ademas del cumulo de oportunidades que se generen desde estas esferas, para solo citarhttp://cdncache1-a.akamaihd.net/items/it/img/arrow-10x10.png los más importantes. La política que es el arte de gobernar a los pueblos, en su acepción aristotélica, tiene en el presidente su mayor expresión. En el mundo, el poder político corresponde a una telaraña y entrecruzamiento de intereses difícil de comprender, pero del mismo emanan la mayor fuente de trabajo, riqueza y se articula la sociedad en su totalidad. También siembra pobreza e inequidad sobra decirlo.
Los partidos políticos constituyen los vehículos que le dan al poder político una estructura, coherencia y un marco ideológico. El doctor Juan Manuel Santos llegó al poder liderando una coalición que tuvo en el partido de la U su eje principal, además de infinidad de alianzas variopintas, que incluyen a los partidos tradicionales, la izquierda y pequeñas industrias electorales. Está claro que en esta elección se desprendió por fin del cordón umbilical del Uribismo, que lo llevó al poder en  su primer periodo y el 7 de agosto se posesionara acosado por infinidad de compromisos, manejar estos hilos es un verdadero arte.
Colombia continúa con los diálogos de la Habana con la FARC, que buscan acabar con el conflicto armado, los mismos resultan ser una catarsis a los problemas  graves que han azotado al país por años: el problema de la propiedad de la tierra, del desarrollo rural, el desplazamiento, el narcotráfico, la minería ilegal, el paramilitarismo, las bacrin entre muchos, los cuales han generado buena parte  la inequidad y la injusticia social vigente.
Hay muchas razones para estar optimistas, sin ser ilusos. El país ha venido creciendo a un ritmo del 4 %, con la inversión extranjera  pasa lo mismo, se aprobaron muchos mega proyectos con presupuestos a bordo, la minería y los grandes proyectos de infraestructura como las 4G se están adjudicando,  los cuales constituyen una salida al grave problema de desempleo vigente.
El presidente  sabe que las soluciones deben ser estructurales y no coyunturales. Lo que hasta ahora se ve, es una clase política inferior a las circunstancias graves que atraviesa el país. Estamos lejos de tener una clase política seria, moderna y ética. Tenemos industrias electorales, no partidos, de hecho la participación en política sigue siendo muy baja. Darle vuelco a este esperpento será el reto del presidente, generar un cambio total que le permita a las nuevas generaciones pensar realmente en el país.
El reto de cambio  también  es una responsabilidad de la sociedad frente a su realidad, la misma nunca debe ser pasiva. La responsabilidad es de todos y va mucho más allá de la propia cotidianidad, responde a compromisos éticos, a generar riqueza desde lo que , a propugnar por una convivencia pacífica, educarnos por el bien en general.

No cabe duda que el momento histórico no es menor. Hay que recabar en los diálogos de la Habana, en las grandes reformas que requiere el país y en el papel de la clase política frente a esta nefasta coyuntura. Estaré atento y es un hecho que el modelo  clientelista nefasto del estado continua vigente, el presidente realmente debe asumir el reto que adquirió con el país, esto es lo mínimo que esperamos. Colombia no puede continuar con la violencia, la inequidad y la injusticia social que aún permanece como realidad cruel.