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sábado, abril 06, 2013

LAS DOS COREAS Y LOS ESTERTORES DE LA GUERRA FRIA



Las amenazas entre las dos Coreas es el último vestigio de la guerra fría, que fue el pan de cada día entre las dos súper-potencias después de la segunda guerra mundial hasta la caída del muro de Berlín.  El peligro latente  por el eventual  uso de las armas nucleares por parte de los dos gobernantes de estas  pequeñas naciones, resulta absolutamente irresponsable y el solo hecho de saber que tienen acceso a semejante arsenal  causa estupor y refleja la capacidad de las mafias y antiguos funcionarios de la nomenclatura y el KGB soviético, como de grupos ilegales de los Estados Unidos, que trafican con plutonio y tecnología que les permite a estos países hacerse a semejante poder.
El mundo durante treinta años mantuvo una tensión que rayaba con la paranoia. La posible destrucción del planeta dependía de la decisión de pocas personas cuyo discernimiento no era el más confiable,  vislumbrábamos a cada rato una catástrofe sin precedentes. Esto produjo un mundo sobrecargado de espionaje y contra-espionaje, artilugios y micrófonos ocultos, que hoy son pieza de museo, espías dobles,  las mejores novelas sobre el tema de que se tenga lugar en la historia, del nacimiento del agente 007, los peores escándalos por la venta de secretos de estado de ambos bandos que conmovieron a todo el mundo por el componente de traición que implicaba y un  anecdotario digno de olvido.
“El término "guerra fría" fue por primera vez utilizado por el escritor español Don Juan Manuel en el siglo XIV. En su acepción moderna fue acuñado por Bernard Baruch, consejero del presidente Roosevelt, quién utilizó el término en un debate en 1947 y fue popularizado por el editorialista Walter Lippmann. Este concepto designa esencialmente la larga y abierta rivalidad que enfrentó a EE.UU. y la Unión Soviética y sus respectivos aliados tras la segunda guerra mundial”. Básicamente consistía en la lucha de cada bloque por aumentar su área geopolítica de influencia, ello conllevó a intimidar al enemigo a través de una carrera armamentística y espacial, las armas nucleares constituyeron el sistema de amenaza y persuasión de las potencias para ampliar su zona de influencia, a la vez de ser el medio dantesco para demostrar una supremacía militar al contrario.
En lo particular nunca se me  olvidará la lucha ideológica detrás de esta contienda. Se dio en Europa y Norteamérica y de ahí replico al mundo.  Fue un espectáculo de la razón y la dialéctica política con el soporte de la filosofía de la mano de los teóricos más importantes del pensamiento clásico,  los contractualistas que estructuraron  el estado moderno y aquellos que fomentaron la revolución francesa y la ilustración en el siglo XVIII. Con un acaloramiento sin igual,  se dieron debates cuya culminación más insigne fue el mayo del 68 en Francia, que tuvo consecuencias en todo el mundo. Aaron, Sartre, Camus, Althusser, Marcuse, Foucault, Lacan, para solo citar algunos de grata recordación y que hoy he vuelto a leer. Hay un texto hermoso sobre el tema: "Pasado imperfecto", de Tony Jud.
Corea fue una expresión negra de la guerra fría.. El conflicto entre Corea del Norte (comunista) y Corea del Sur (capitalista) se desarrollo entre el 25 de junio de 1950 y el 27 de julio de 1953. Corea fue una colonia japonesa gobernada desde mediados del siglo XIX hasta finales de la Segunda Guerra Mundial en 1945. El Japón imperial trató con enorme brutalidad a la población, sometiéndola a todo tipo de abusos y vejaciones [cita requerida]. Desde finales del siglo XIX los coreanos llevaron a cabo acciones de resistencia, pero sólo lograron algunos éxitos a finales de los años treinta, manteniendo una pequeña zona liberada en los bosques y montañas del norte en la frontera con Manchuria [cita requerida]. La derrota de Japón en 1945 sorprendió en la península coreana a un ejército japonés muy numeroso sin que llegasen a producir choques armados con los aliados en este territorio, únicamente algunas acciones en el norte con los soviéticos y los guerrilleros comunistas coreanos. Los aliados acordaron que las fuerzas Japonesas en la península de Corea al norte del paralelo 38 se rendirían a las tropas de la Unión Soviética, y al sur de este paralelo, a las de los Estados Unidos. La elección del paralelo 38 fue completamente arbitraria pero marcaría el futuro de Corea de forma decisiva al quedar dividido el territorio en dos estados en la práctica. Colombia tiene un capitulo particular en esta guerra. Enviamos en solidaridad con los americanos y Corea del sur un grupo de soldados, denominado Batallón Colombia.  Rafael Humberto Moreno Duran escribe una novela de ficción sobre este hecho. “Mambrú es el relato de las aventuras y desventuras del Batallón Colombia en la guerra de Corea, en el año no tan remoto de 1951. El gobierno, como quizá se recuerde, promovió la creación de un cuerpo de tropa encargado de arrimarle el hombro a coreanos del sur y a estadounidenses en defensa de la República de Corea, amenazada por Corea del Norte y por las "hordas amarillas", como entonces se decía, de la República Popular China”.  La historia de nuestros soldados no solo es trágica, sino que fue de las injusticias más tristes de nuestra historia de parte del estado, algunos soldados murieron, otros terminaron mutilados y casi todos con problemas psicológicos insuperables. El estado no les cumplió las promesas de indemnización y se convirtieron en un grupo aislado y olvidado que no dejó nunca de rogar por sus derechos en cada aniversario.