Tengo un amor excesivo por el
libro tradicional. Durante años he repetido, este es irremplazable, no hay como
el libro físico, como si temiera que este se fuese extinguir frente a los
avances de las tecnologías de la información y el conocimiento, que nos han
entregado el libro en formato electrónico y muchos aparatos que facilitan la
lectura.
Las primeras experiencias de
lectura digital de obras de la literatura las emprendí hace más de siete años. El
sistema me permitió tener un número inmenso de obras disponibles en el PC. En otros tiempos era imposible pensar acceder
a una biblioteca de esta magnitud en tan poco espacio. Contrario a la
experiencia de muchos, que dicen no poder leer en este formato, me acostumbré fácilmente,
y he disfrutado de este tipo de lectura
sin ninguna incomodidad.
A esto hay que sumarle las
bendiciones de la red, que permite acceder a una memoria infinita y a un
universo de conexiones, a través del internet, que constituye una revolución y
una democratización del conocimiento inimaginable, que aun no terminamos de
valorar en toda su dimensión.
Apareció en la infinita gama de
novedades electrónicas hace más de cuatro años el Kindle, que es un lector
de libros electrónicos (e-books), un dispositivo portátil que permite comprar,
almacenar y leer libros digitalizados. Creado por la tienda virtual Amazon.com.
El dispositivo se conecta de forma inalámbrica a una red propiedad de Amazon
llamada Whispernet que funciona a través de la red de telefonía móvil (Sprint
en Estados Unidos; redes 3G o EDGE/GRPS en el resto del mundo) para descargar
los contenidos o, en las versiones más recientes, a través de una conexión de
Internet inalámbrica tradicional Wi-Fi.
Hace tres años compre uno de los primeros Kindle en Barcelona y por esas
vicisitudes del destino lo perdí en el aeropuerto de Lima al mes. Volví a
comprar otro hace muy poco y de hecho ya había vencido cualquier resistencia a
este tipo de lectura, pues estaba leyendo más a través de mi PC que en los libros tradicionales. Como todo novato, cargue buenos libros, ordene mis preferencia y empecé ha disfrutarlo.
Borges en la charla famosa sobre el
libro expresaba: “De los diversos instrumentos del hombre, el más
asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El
microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es
extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su
brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de
la imaginación.” Pareciera que se refiere al libro como objeto en principio.
Pero adelante agrega: “A Bernard Shaw le preguntaron una vez si creía que el
Espíritu Santo había escrito la Biblia. Y contestó: Todo libro que vale la pena
de ser releído ha sido escrito por el Espíritu. Es decir, un libro tiene que ir
más allá de la intención de su autor. La intención del autor es una pobre cosa
humana, falible, pero en el libro tiene que haber más. El Quijote, por ejemplo,
es más que una sátira de los libros de caballería. Es un texto absoluto en el
cual no interviene, absolutamente para nada, el azar.” Después es enfatico: " No me importa el libro físico ". Ahora que estoy leyendo
continuamente en el Kindle, pensaba en las palabras premonitorias del escritor Argentino. Este es un aparato en un formato excelente, no molesta a los ojos, su
pantalla no refleja la luz y permite desifrutar realmente de la lectura. No pretende remplazar al libro tradicional, es una innovación, al final se impondrá sobre este. Los e-books desde lo estético cumplen a cabalidad con su cometido y de
hecho, comprobamos que el formato es lo de menos. Esto quiere decir, estamos en
otra revolución tan importante como la imprenta. El libro digital se volvera muy común,
sin que desaparezca el libro tradicional.
Los bibliófilos, seguiremos comprando libros, pero no estaremos exentos
de gozar de estos nuevos instrumentos que en el caso personal me parecen
encantadores, pues facilitan la lectura y nos permiten cargar una biblioteca en el
bolsillo. Cómo se promoverá en el futuro el uso masivo, cual serán las políticas que permitan accceder al mismo?. Espero su popularidad lo convierta en un aparato de muy bajo precio y esto contribuya a que las clases menos favorecidas puedan adquirirlo.