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viernes, julio 01, 2016

LA TIC Y EL DESARROLLO HUMANO


A casi todo el mundo se le olvida que el objetivo máximo de la vida es la felicidad. Seneca en el texto “De la brevedad de la vida”  profundizo en el tema con un rigor antes no visto, abrevó para ello en los Diálogos Platónicos y toda la filosofía Griega para tal efecto. El gran interrogante es saber cómo las tecnologías de la información y el conocimiento contribuyen con nuestra facilidad. El a priori lo constituye el hecho  que hoy las TIC  inciden absolutamente en todo lo que hacemos y pensamos. Estas buscan facilitar la vida, desde sus plataformas resuelven problemas y satisfacen necesidades individuales y sociales, transformando el entorno y la naturaleza mediante la utilización racional, crítica y creativa de recursos y conocimientos.  Las TIC, son mucho más que productos tangibles, son conocimiento, procesos que crean productos, desde la ingeniería del saber que termina en experticia, con resultados prácticos en absolutamente todo lo que hacemos. Involucra siempre “logos”, es decir, responde al saber cómo hacer, por ello está vinculada con la ciencia[1].  El proceso empieza por los programas, los artefactos, los adminículos,  las aplicaciones, las estructuras y super-estructuras, que siempre implican agilizaciones a unas velocidades en tiempo real inimaginables, en un mundo inter-conectado a una red infinita, una telaraña virtual, no hay centro, todos los puntos son equidistantes. A ello se suma que nada es constante, todos los días el descubrimiento, la innovación y la invención modifican tales procesos, las aplicaciones nuevas en el celular son el pan de cada día, el cambio es lo único tangible,  el saber se convierte paradójicamente en pasado, siempre somos anacrónicos.
Las tecnologías siempre son inclusivas, ya no son una opción, cada vez nuestras prácticas más simples parten de ellas.  Los planteamientos de Heidegger sobre la técnica son muy lúcidos y me ayudaran a dilucidar los aspectos más delicados del tema con respecto al desarrollo humano, al componente mental: “La técnica es una actividad humana básica, una herramienta que el ser humano ha empleado desde sus orígenes para satisfacer sus necesidades y su adaptación a la naturaleza y al entorno que le rodea. Hablar de técnica supone vincularla al hombre, como algo connatural al mismo, a su mundo y al medio en el que vive. Algo muy diferente será la tecnología, a través de la cual se modifica la naturaleza original del objeto al aplicar la ciencia a la técnica, deviniendo así un constructo artificial que ha requerido, y sigue haciéndolo, de numerosas interpretaciones y reflexiones a lo largo del último siglo”.  Eso que llama constructo artificial, ese elemento  se ha convertido en un aditamento  esencial, hoy, interviene en todo lo que hace el hombre, la pregunta sería, hasta dónde termina  configurarando la estructura mental del sujeto, su comportamiento, las TIC constituyen su mayor influencia desde cualquiera de los adminiculos conocidos, desde la red, no solo procesa y entrega información sino que delinea patrones de comportamientos,  conductas, crea modelos, arquetipos,  los cuales los usuarios siguen literalmente, se vuelven factores determinantes en casi todo. El psicoanálisis como herramienta nos permitiría descifrar como actúan las TIC como factor determinante en el carácter y la personalidad de una persona, hasta donde llega su influencia en aspectos tan vitales para el ser y la sociedad como su personalidad, al final, no será difícil categorizar que somos seres manipulados, armados desde afuera, prefigurados, la paradoja, nadie sabe de dónde viene la información, ni quien la maneja…….estos son interrogantes que no se exponen por prurito, pienso que deben resolverse, pues este afuera, la información ya no tiene punto fijo, se irradia de todas partes y es exponencial.
Ayer se nos fue un gran pensador de la sociedad de suma importancia. Hablo de Alvin Tollfer, leí  “El shock del futuro” estando muy joven y pienso que aún debería leerse. Pocos saben que este pensador fue un filósofo, sus libros, de una precocidad absoluta fueron un paradigma y representaron toda una revolución, su óptica puso a pensar al mundo. Habló del cambio en un momento en que pocos  avizoraban esta matriz, haciendo énfasis en que la única realidad para la sociedad  sería precisamente el cambio. Recuerdo frases como la sociedad del uso y el des-uso. Así empieza este texto de los años 70, imaginen su impacto para entonces: ““millones de personas normales se enfrentarán a una abrupta colisión con el futuro. Muchos ciudadanos de las naciones más ricas y más avanzadas tecnológicamente encontrarán cada vez más difícil seguir el paso de la constante demanda de cambios que caracteriza nuestra época. Para ellos, el futuro habrá llegado demasiado pronto”. Predijo el mundo global, las TIC, expresó que nada perduraría, todo será obsoleto, úselo y bótelo.
Algunas frases de este excelente pensador:

1.   El conocimiento es la fuente más democrática de poder.
2.   Formular la pregunta correcta es más importante que dar la respuesta correcta a una pregunta equivocada.
3.   Tienes que pensar en cosas grandes mientras estés haciendo cosas pequeñas, de modo que todas las pequeñas cosas vayan en la misma dirección.
4.   Hay que clausurar las escuelas.
5.   El futuro será para aquellos que desarrollen habilidades o técnicas de pensamiento crítico.
6.   La sociedad necesita todo tipos de habilidades que no son cognitivas, son emocionales, son afectivas. No podemos montar la sociedad sobre datos.
7.   Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer o escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender.
Esto hablaba en los años setenta este pensador en la introducción del “El shock del futuro”   :
“Este libro trata de lo que le pasa a la gente que se siente abrumada por el cambio. Trata del modo en que nos adaptamos —o dejamos de adaptarnos— al futuro. Mucho se ha escrito sobre el futuro. Sin embargo, la mayoría de los libros sobre el mundo venidero tienen un áspero sonido metálico. Estas páginas, por el contrario, se ocupan de la cara «suave» o humana del mañana. Más aún: se ocupan de los pasos que hemos de dar para poder alcanzar el mañana. Tratan de materias corrientes y cotidianas: los productos que compramos y los que rechazamos, los sitios que dejamos atrás, las corporaciones en que vivimos, las personas que pasan, cada vez más de prisa, por nuestras vidas. Sondean el futuro de la amistad y de la vida de familia. Investigan extrañas y nuevas subculturas y estilos de vida, junto con una serie de temas diversos, desde la política y los campos de deportes hasta los vuelos espaciales y el sexo.
Lo que les sirve de lazo de unión —en el Libro, como en la vida— es la estrepitosa corriente del cambio, una corriente hoy tan poderosa que derriba instituciones, trastorna nuestros valores y arranca nuestras raíces. El cambio es el fenómeno por medio del cual el futuro invade nuestras vidas, y conviene observarlo atentamente, no sólo con las amplias perspectivas de la Historia, sino desde el ventajoso punto de vista de los individuos que viven, respiran y lo experimentan”.






[1] National Research Council (Consejo de Investigación Nacional), es una entidad auspiciada por las  academias de Ciencias, de Ingeniería y de Medicina de los Estados Unidos. Esta organización de carácter académico, busca influir en las decisiones de política pública vinculadas con la adquisición y divulgación de conocimientos relacionados con la ciencia, la ingeniería, la tecnología y la salud, que tengan impacto en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, no sólo en los Estados Unidos, sino en todo el mundo. En el trabajo que realiza este Consejo participan voluntariamente más de 6.000 científicos, ingenieros y otros profesionales del más alto nivel.