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jueves, agosto 11, 2016

UNA EMINENTE REFORMA TRIBUTARIA EN COLOMBIA

El ciudadano de a pie está sometido a servidumbres y esclavitudes de toda índole impuestas por un capitalismo voraz, calculador, inhumano y elitista. Además de las trampas tradicionales de la sociedad de consumo irrefrenable, vive entre presiones invasivas que han convertido su día a día en un calvario. El mundo continúa en una desaceleración sin precedentes, las medidas para salir de ella han sido inútiles, los grandes motores de la economía no arrancan, ni los Estados Unidos, ni China y menos Europa, todos apenas han logrado sobrevivir  a sus propias crisis internas. Siempre en estas circunstancias se le exige al ciudadano de a pie sacrificios vía reformas tributarias y recortes laborales, las crisis del sistema financiero de los últimos años en casi la mayoría de países fueron financiadas con su bolsillo, la clase media tiene cargas impositivas desmedidas.
La costumbre de socializar las perdidas y privatizar las ganancias sigue siendo el pan década día de los gobiernos en crisis, sirvió para sobrellevar las ultimas burbujas financieras, tanto en los Estados Unidos como en España. En Colombia siempre ha sido una constante. Cuando se presentan crisis macro-económicas, o por simple coyuntura, o cuando las decisiones de los gobiernos no son acertadas, lo que pasa la mayoría de las veces, y  se llegan a déficit no deseados: Presupuestales, de cuenta corriente, fiscales, comerciales, siempre pretenden cubrirlas vía reformas tributarias con impuestos a la clase media, buscan imponerlas en consumos masivos.
Lo que no entienden estos burócratas, hay que reconocer que a los ministros de hacienda les toca la tarea más difícil, es que a los ciudadanos  no les cabe una sola carga más. Las razones técnicas y sus argumentos pueden ser muy lógicos desde la perspectiva de la hacienda pública, pero no se ajustan a la realidad. El hombre moderno solo vive para pagar facturas e impuestos, es un esclavo de las cargas impositivas. Colombia está en una desaceleración muy peligrosa, una tasa de inflación antes no vista y  síntomas de iliquidez que ya están afectando al consumo. La base tributaria, sigue siendo muy baja según el ministro de Hacienda, dice que pagamos muy poco IVA en relación con otras economías, esto, según su visión, paralelo a la crisis económica, hace necesario otra reforma tributaria de manera urgente. Nos asusta donde se impondrán estas cargas. Miren este análisis sencillo del ciudadano de a pie, del más común de los mortales. Antes llegaba una sola cuenta de servicios públicos, ahora además de la tradicional de luz, agua, saneamiento ambiental y cargo básico, se le suma la del internet, la televisión y el teléfono. A estos rubros el pago de su teléfono móvil y el de sus hijos sí hay menores. Cada uno de estos servicios tiene cargas impositivas incorporadas por nuestros inteligentes legisladores. Hablo de un solo rubro, servicios.
Mire que dice el WSJ en Español, sobre la recesión americana en el día de hoy en materia de productividad: “El descenso más prolongado de la productividad laboral en Estados Unidos desde fines de los años 70 amenaza las perspectivas a largo plazo de la economía del país norteamericano y podría llevar a la Reserva Federal a mantener las tasas de interés bajas por muchos años. La productividad de las empresas no agrícolas de EE.UU. —los bienes y servicios producidos cada hora por los trabajadores— cayó a una tasa anual desestacionalizada de 0,5% en el segundo trimestre conforme el tiempo trabajado aumentó más rápido que la producción, indicó el Departamento de Trabajo. Fue el tercer trimestre consecutivo de una baja de la productividad, el período más largo desde 1979. La productividad en el segundo trimestre fue 0,4% menor que el nivel de un año atrás, el primer declive interanual en tres años. La productividad anual promedio ya había registrado un débil crecimiento de 1,3% entre 2007 y 2015, apenas la mitad del ritmo que tuvo entre 2000 y 2007, y hay pocas señales de que esta tendencia se invierta. En el corto plazo, es difícil ser otra cosa que pesimista, sólo porque esto ha estado ocurriendo por tanto tiempo”, dice Paul Ashworth, economista jefe de la consultora Capital Economics para EE.UU”.

Europa apenas ha podido sobre-llevar una desaceleración pecaminosa. Latinoamérica que paradójicamente sigue estando mejor que todo el mundo, no le queda otro camino que asumir políticas que prevengan las catástrofes que puedan avecinarse. Lo que no se entiende, es como la única vía siempre son las reformas tributarias que imponen cargas impositivas oprobiosas. Sí controláramos el excesivo gasto, evitáramos tanta corrupción y racionalizáramos el gasto público otra música sonaría. El ministro Colombiano tendrá que presentar la reforma en el peor momento, esperemos como se caldea y el texto final para poder analizarla al detalle. La paz vía plebiscito o la reforma tributaria o las dos, esperemos que decide el gobierno.