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jueves, septiembre 20, 2007

CIENCIA LETRAS Y OTRAS PERLAS



Y sin duda nuestro tiempo... prefiere la imagen a la cosa, la copia al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser... lo que es 'sagrado' para él no es sino la ilusión, pero lo que es profano es la verdad. Mejor aún: lo sagrado aumenta a sus ojos a medida que disminuye la verdad y crece la ilusión, hasta el punto de que el colmo de la ilusión es también para él el colmo de lo sagrado."
FEUERBACH, prefacio a la segunda edición de La esencia del Cristianismo.( Tomado de la sociedad del espectáculo de Debord )


Como la humanidad alcanza los más grandes avances en ciencia y tecnología, mientras continua con los problemas esenciales, que paradójicamente son una constante, donde el poder, los intereses individuales, son el pretexto para continuar matándonos, es harto inverosímil. Sobra decir, que el ser, el ciudadano, para utilizar el termino político adecuado, sufre de igual manera de soledad, falta de oportunidades, marginamiento, stress..En fin, de lo mismo de siempre, pero en una sociedad sobreinformada y virtual. La ciencia, no para y sus alcances son cada vez más sorprendentes. Los logros de la nanotecnología son absolutamente impresionantes, el estudio del universo nos lleva a sitios imaginables, los progresos en salud nos permite vivir mas, la informática y las ciencias de la información y el conocimiento, sobra decir, están totalmente revolucionando la vida.
Pero el hombre, el ser concreto de carne y hueso, no se ubica, no logra comprender la realidad que lo avasalla, que le ofrece todo y no le entrega nada, que lo esclaviza a través de unos medios, que difícilmente podrá evitar. Yo vivo en un país, con una violencia endémica, sociedad cargada de contradicciones inexplicables, que paree flotar a pesar de todo, en medio de las bondades del siglo XXI. Aquí, el secuestro, las masacres y una guerrilla anacrónica, son el pan de cada día. Realidades que no se superan, por lo ineficiente de la clase política y dirigente, embelecada entre corruptelas, intereses particulares y luchas por el poder a muerte. Como escapar del laberinto socialmente hablando, de esta encrucijada que nos atrapa. Paul Auster, novelista norteamericano, toca el tema desde la esclerótica de la novela, con sorprendente éxito. En su discurso cuando recibió el premio príncipe de Asturias decía: “Esa necesidad de hacer, de crear, de inventar es sin duda un impulso humano fundamental. Pero ¿con qué objeto? ¿Qué sentido tiene el arte, y en particular el arte de narrar, en lo que llamamos mundo real? Ninguno que se me ocurra; al menos desde el punto de vista práctico. Un libro nunca ha alimentado el estómago de un niño hambriento. Un libro nunca ha impedido que la bala penetre en el cuerpo de la víctima. Un libro nunca ha evitado que una bomba caiga sobre civiles inocentes en el fragor de una guerra. Hay quien cree que una apreciación entusiasta del arte puede hacernos realmente mejores: más justos, más decentes, más sensibles, más comprensivos. Y quizá sea cierto; en algunos casos, raros y aislados. Pero no olvidemos que Hitler empezó siendo artista. Los tiranos y dictadores leen novelas. Los asesinos leen literatura en la cárcel. ¿Y quién puede decir que no disfrutan de los libros tanto como el que más?”. Del todo no es cierto. Sus personajes, no explican mucho mejor nuestro padecimiento, que elaboraciones de otro orden, catalogadas de científicas. “ En cuanto se analizan los hechos, las contradicciones saltan a la vista, flagrantes hipocresías quedaban al descubierto, toda una nueva forma de mirar las cosas se hacía de pronto posible,. Nos habían enseñado a creer en la libertad y la justicia, pero el caso es que la liberta y la justicia solían estar reñidas” (A salto de mata: Paul Auster, pag 25 Anagrama). Debord, es flagelante, frente a la sociedad del espectáculo: “Toda la vida de las sociedades en las que dominan las condiciones modernas de producción se presenta como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que era vivido directamente se aparta en una representación. El espectáculo se muestra a la vez como la sociedad misma, como una parte de la sociedad y como instrumento de unificación. En tanto que parte de la sociedad, es expresamente el sector que concentra todas las miradas y toda la conciencia. Precisamente porque este sector está separado es el lugar de la mirada engañada y de la falsa conciencia; y la unificación que lleva a cabo no es sino un lenguaje oficial de la separación generalizada". En todo caso algunos científicos, confían en el papel de la ciencia: El Premio Nobel de Física Robert Laughlin afirma que debemos entender el mundo a través de los principios de organización colectiva, que la crisis de la educación científica no es más que una corrección del mercado y que sólo los buenos experimentos desalentarán la incidencia de la ideología en el conocimiento. Una crítica severa al reduccionismo, que quisiera explicarlo todo desde las partes, y a la proclama del fin de la ciencia. Bolaños, en Latinoamérica, le fija a la novela nuevas responsabilidades, tratanto de darle salida a un ser consumido por realidades muy complejas. En sus textos, existe una comunicación más directa. A pesar de que los juegos, en apariencia solo tienen que ver con la creación poética, allí subyace el mundo caótico de nuestras sociedades. Este, es nuestro mundo y la comprensión que intentamos del mismo, lo inexorable en todo caso nos abarca.