Expreso mi solidaridad y
apoyo a las víctimas del vil atentado en la escuela de cadetes de la policía de
Bogotá, acompañamos a sus familiares y solo esperamos que aquellas personas que
están en clínicas y en estado grave de salud puedan salir adelante, confiamos
en nuestro médicos y auxiliares.
No solo tuvimos que ver la explosión de una bomba en la
escuela militar de cadetes de la policía nacional en Bogotá que dejó 21 muertos
y más de 100 heridos, sino la caída de los diálogos con el ELN, se produjo el cese de parte del gobierno, por obvias
razones, dándole por ahora la razón a los radicalismos y voces oscuras de este
país que han visto en la guerra la única manera de atender nuestras diferencias, aquí incluyo al propio ELN, estos señores venían esperando algún hecho, el de esta semana, el más demencial, para abrir la puerta
a la confrontación. Las víctimas, actores de paz relevantes, la academia y politólogos,
desde la firma de los acuerdos con la FARC habían
prevenido al gobierno por políticas de choque que evitara el fortalecimiento
del ELN, quien diezmado para esta fecha, quedaba con territorios extensos sin presencia de
autoridad alguna y de antemano se sabía que aprovecharía el momento histórico
ante la inercia del estado para atender los territorios dejados por la FARC. Este grupo, radical, fragmentado, penetrado por el narcotráfico
que secuestra y estalla oleoductos, por su ceguera política, puede hacernos volver atrás , al pasado, con los falsos
positivos, el resurgimiento de los paramilitares y las ordenes de captura sospechosas, pues
hay otro país, igualmente radical a su comando central, esperando razones para activar todo aquello
que nos apenó en algún momento y genero las peores masacres, de las cuales
todavía no salimos, las heridas son profundas, nuestro actual momento es grave por todas estas sumatorias, requiere un manejo muy cuidadoso, cualquier equivocación puede traer consecuencias que nos costarían mucho más de lo que este atribulado país a soportado.
Cuan equivocado está el ELN, asimilarse al peor terrorismo,
al más irracional e inhumano, condenado en todo el mundo, quien podrá aceptar
este tipo de lucha en este momento, perpetrar un atentado en un contexto de paz y esperanzas, mataron el proceso, lograron darle en todo el centro y entregarle razones a los
violentos para volver atrás, no entendemos en que los beneficiaba, ni menos las
razones que los llevaron a tal hecho.
El presidente, al que debemos rodear, en su alocución y medidas, ordenó
el cese de los diálogos y volvió a dejar las ordenes de captura de la cúpula de
los miembros del comando mayor del ELN vigentes, en un error, le pide al país
garante, Cuba, que los detenga, como si el papel del mismo no fuese el de dar
garantías al proceso, entre ellas, se evita este tipo de decisiones, las cuales son necesarias
para tener unos diálogos tranquilos, recordemos que en Tlaxcala México, hace muchos
años, el gobierno colombiano de la época, cerro los diálogos, pero respeto los
protocolos. No se entiende, este tipo de errores, la comunidad internacional y
algunos países garantes como Suecia, tampoco estuvieron de acuerdo con la decisión
de solicitarle al anfitrión este tipo de medidas. En todo caso, esperamos salir avantes de este suceso, la palabra ahora es ponderación e institucionalidad.
Aún no hay un
comunicado del ELN, sería bueno saber que están pensando.