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miércoles, mayo 12, 2010

LA GUERRA SUCIA EN LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL COLOMBIANA


Se han llamado campañas negras, verdaderas estrategias de desprestigio, manejadas con objetivos muy específicos. Las campañas que no son otra cosa que organizaciones tendientes a persuadir y cortejar con programas al electorado, ahora están llenas de personas dedicadas a encontrar en sus opositores de manera poco ortodoxa, la información que genere daño, suscite incertidumbre y por su puesto arrastre electorado. Los métodos, poco santos, cargados de maledicencia, perversos en definitiva están en efervescencia.

Pocos conocen la naturaleza del rumor, esa mortal arma de desprestigio que tuvo su mayor auge en el imperio Romano. El rumor es una información diseminada que proviene de una fuente desconocida, una transacción colectiva cuyos componentes consisten en una actividad intelectual y comunicativa. Surge cuando las personas atrapadas conjuntamente en una situación ambigua intentan dar a ella, reuniendo sus recursos intelectuales, una interpretación con sentido. La Ley básica del rumor:

"La deformación emocional subjetiva en la percepción e interpretación del medio puede ocurrir sólo en relación directa a los efectos combinados de importancia y ambigüedad".

Las campañas en Colombia, con personas contratadas para tal efecto, utilizando las TIC y las famosas las redes sociales, la prensa y el rumor callejero, se dedicaron al desprestigio, han enfilado todas sus baterías al perverso objetivo de deformar y descuartizar al opositor con información negativa, casi siempre falsa, que es lo peor.

No se entiende como el Doctor Santos insiste en la asesoría del venezolano Rendón. Este es un verdadero gurú en materia de propaganda negra y desprestigio con suficiente palmares. El partido verde, el polo y los partidos tradicionales, no han estado alejados del mismo mal. Cual es la razón de tan bajo comportamiento. Creo que está en los resultados tan rápidos y contundentes que produce el desprestigio a través del rumor. La naturaleza asume con absoluta certeza un rumor negativo, duda mucho de la información positiva.

Afirmamos que nunca Colombia había tenido una pléyade de candidatos como ahora y a renglón seguido paradójicamente escuchamos, que el doctor Santos es paramilitar, Mockus es fascista, Petro es guerrillero, Noemí es una lagarta voltearepas y Pardo le entrego el país a la guerrilla. Nos descuartizamos en definitiva.

Difícil que las campañas eviten este nefasto mecanismo de perversidad. En Roma la corte contaba con delatores, cuya misión era la de mezclarse con la gente del pueblo y llevar al palacio la voz del pueblo. Nerón se mezclaba entre el pueblo disfrazado para saber que decían de su gobierno. Ahora, solo se tiene que entregar una información negra, para que esta se extienda como un virus. Las campañas, en estas dos semanas, estarán más dedicadas a la perversidad que a los programas. Triste pero cierto. Amanecerá y veremos