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martes, agosto 07, 2012

GEOPOLITICA Y PODER



La ausencia de un poder hegemónico absoluto, ha generado  una fase inercial en el mundo,  que no permite tomar decisiones para superar la crisis mundial de orden económico y geopolítico en sus dos principales ejes. El medio oriente y Europa.
En este momento es tal el entrecruzamiento de poderes, que se ha hecho casi imposible tomar decisiones vitales y lo que es peor, tomarlas a tiempo. Hay una fragmentación del mismo. Miremos el caso de Europa. La crisis económica solo se supera con decisiones tomadas al unisonó de sus miembros o por lo menos de los cuadros de dirección, pero estos a la vez están presionados por la fuerzas políticas y económicas de sus propios países, que a la vez están pensando como nación y tienen sus propias tensiones internas, ósea actúan desde la óptica de sus intereses y no como comunidad. Europa no es un estado federado, ni en la conciencia de sus miembros, ni legalmente, es simplemente una comunidad de intereses, sigue siendo un mercado común nada más. Esto se ha visto claramente  en la crisis financiera. Todos saben que debería hacerse, pero nadie toma las decisiones adecuadas. Merkel, no define su posición, porque no logra equilibrar la política alemana con las necesidades de la comunidad.

En el oriente está sucediendo algo parecido. Israel no tiene ya la capacidad de imponerse frente a sus pares árabes, pero estos están lejos de controlar la política de oriente. Las potencias tienen el poder de veto, pero ninguna puede decir que se abroga el poder para tomar decisiones relevantes o controlar las intrincadas relaciones contrapuestas o actuar en consecuencia. Los contrapesos creados por los organismos internacionales hacen difícil cualquier decisión.

La humanidad ha creado estas instancias para controlar el manejo del poder. Aun así, cuando se trata de factores vitales para los intereses de las potencias, ellas no dudan en violar tratados y tomar decisiones de fuerza, como lo han hecho muchas veces. El problema surge cuando las decisiones a tomar están limitadas por las fragmentaciones internas del poder, como le suele suceder hoy al presidente Obama.

Recordemos que el poder no es una cosa sino una relación. “La sociedad es la portadora originaria del poder, entendida como el conjunto de relaciones”.  La democracia representativa ha creado sus propias instancias de poder y las naciones igualmente se relacionan a través de organismos multilaterales, cuyos ejes son los tratados internacionales, los acuerdos comerciales, políticos, económicos y por supuestos las relaciones humanas como tal, que incluyen fenómenos como la migración, para solo citar un ejemplo.

Foucault, que fue los estudiosos más serios sobre el poder en el siglo XX. Habló de los dispositivos de poder, de la relación saber y poder y como ciertas prácticas se constituyen en objetos de saber.  El habló de los operadores de dominación, de las relaciones de poder.  Decía en el famosos curso del 14 de enero de 1976:

“Lo que he intentado analizar hasta ahora, grosso modo, desde 1970-71, ha sido el cómo del poder; he procurado captar sus mecanismos entre dos puntos de relación, dos límites: por un lado, las reglas del derecho que delimitan formalmente el poder, por otro, los efectos de verdad que este poder produce, transmite y que a su vez reproducen ese poder. Un triángulo pues: poder, derecho, verdad”. Es un hecho, hay factores e poder: la fuerza es uno, el discurso, la acción, las asociaciones, como el estado, para decirlo de la manera más simple. Por ello este autor afirmaba categóricamente que el poder se ejerce, “ejercicio que se despliega entre un derecho público de las soberanías una mecánica polimorfa de las disciplinas.

En España para dar un ejemplo de lo intrincado  del poder, por sus entramamientos, Rajoy fue un crítico intenso de la actitud pasiva del anterior gobierno. Una vez llegó al poder, se dió cuenta lo difícil que es tomar cualquier decisión, por el entrecruzamiento de intereses y poderes locales.

Colombia sufre una de las violencias más largas e irresolutas del mundo. Nunca hemos podido concertar un acuerdo, ni imponer una salida desde el estado por la fuerza, ni menos darle un manejo político al conflicto que permita canales de solución reales. La razón: la fragmentación del poder y el usufructo  del mismo por su parcelación en cabeza de los diferentes actores involucrados. Hasta la delincuencia común está ejerciendo un poder especifico en este conflicto y controla vastos territorios y se abroga el derecho a cobrar impuestos, desaparecer gente e imponer sanciones.

No hablare en este articulo de las formas simbólicas en términos de Pierre Bourdieu. De los factores psicológicos del poder, de sus genealogías. Las TIC, tecnologías de la información y el conocimiento, constituyen el factor de poder más relevante actualmente, estas resultan de igual manera,  ser la causa más determinante para la fragmentación del mismo. Recordemos que Adler rompió con Freud por considerar el poder, y no el placer, la pulsión central de la psiqué.

En este contexto descifrar los entramados del poder resulta absolutamente necesario. Estados Unidos ha decidio cuidar de sus intereses y ya no actua como actor dominante y determinante. El país que cuidaba que los principales fundamentos de la democracia y los derechos humanos se mantuviera vigente, ahora solo se preocupa abiertamente por sus propios intereses. Puede que esto haya sido siempre así, lo cierto es que ahora no lo disimula.

La humanidad vive una crisis economica de dimensiones inconmesurables. En el fondo estamos ante una crisis política muy seria y en sobra decir que los analista y filosofos por ahora no participan con la notoriedad que quisieramos, deberían expresarse al respecto. Queda en todo caso la discusión abierta, pues no resulta claro cual es el discurso que le de salida.