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lunes, marzo 23, 2020

LA EXPERIENCIA PERSONAL EN ESTA CRISIS


Primero, el reconocimiento de lo que nos está pasando, la toma de conciencia de la gravedad del acontecimiento que compromete al mundo. Segundo, la articulación entre las medidas gubernamentales para mitigarlo, manejarlo y erradicarlo, hablo de mi país y el compromiso que supone para cada uno de nosotros asumir cambios en nuestra rutina, son muchos, el aislamiento es la herramienta más portentosa para la eliminación del virus, llevamos cuatro días aislados de cuarenta decretados por el presidente.
Soy un ciudadano común, independiente, con tres hijos, en este momento estoy dedicado al trabajo con las comunidades barriales para legalizar asentamientos humanos, para después titulizar, otorgarles escrituras a familias muy pobres, permitirles subir un escalón más en su vida social. Vivo en Medellín Colombia. El virus nos afectó de sobremanera, no podemos hacer nada de lo que hacíamos. Frente a esto, lo peor es la ansiedad que nos produce tanta información, conocer las consecuencias y efectos, nos hace pensar como víctimas. De hecho, ya sufrimos muchas consecuencias: De tipo económico, en la convivencia, en el manejo del tiempo…en fin. En esta materia sabemos que la muerte está al acecho, pese a las precauciones tomadas, dependemos de factores externos que no controlamos. Tengo una hija diabética, un tesoro que es muy vulnerable al virus y frágil a la vez por su condición. Hemos respetado cada decisión del gobierno conscientes que hay una comunidad científica que lo guía. Curiosamente en mi país, todos los días nos enteramos de muertes violentas, asesinatos, feminicidios, la verdad, a la mayoría de colombianos poco les afectan estas noticias, de alguna manera siempre hemos estado muy cerca de la muerte. El virus tiene algo de democrático, no respeta condición social y tiene en vilo a todo el mundo. La información de los medios es excesiva, son conscientes de antemano de las consecuencias nefastas que tienen las demoras del gobierno en la toma de decisiones frente a la crisis. Al final el virus nos puso de cara con la finitud, con lo frágiles que somos.
Siempre le he pedido tiempo a la vida para leer un poco más. Soy un lector compulsivo y muchos libros reposan en mi biblioteca a la espera de ser leídos. Estos días he tenido contacto con mis libros y mi biblioteca más de lo habitual. Mis hijos y los libros son la razón de ser de mi vida. Lo mejor, he compartido con mis hijos como hace mucho tiempo no lo hacía. Desde esta fortaleza asumo los demás compromisos, los cuales son importantes para sobrevivir en este mundo de locos. Volví a los libros fundamentales de Octavio Paz, la poesía de Borges, una antología de los mejores textos periodísticos de Gabriel García Márquez. Estoy leyendo una biografía excelente de Keynes y como siempre varias novelas. Releí “La Peste” de Camus esperando entender lo que nos pasa. 
Hay una novela de Mario Mendoza llamada “Aquelarre” que me tiene encarretado. He disfrutado de mi balcón y la terraza de mi apartamento, los atardeceres y sus arreboles hermosos. Todo esto en una atmósfera de incertidumbre tenaz. Cuando no controlamos algo que nos afecta siempre nos genera ansiedad, por ello es importante entender lo que estamos viviendo, por difícil que sea.
Veo los noticieros simplemente para intentar saber, qué tan cerca está el virus. Hay un juego perverso con el manejo de esta información. He sido juicioso y espero salir avante de estos sucesos tan impredecibles. Mis hijos han sido solidarios, me cuidan en exceso.
Tengo una hermana, tan vulnerable como mi hija, tiene marcapasos desde hace veinte años, vive con una condición cardiaca delicada, por fortuna la ha manejado con mucha sabiduría y responsabilidad. He pensado en mi hermano, en mi madre y he sentido que siempre la tragedia nos une al final. La madre de Ana Isabel, Ana Emilia, muy cercana a nosotros, vive sola, es super-activa, no me imagino todo lo que está sufriendo con este encierro. Mi mejor amigo Elkin, le he visto con mucha tristeza, tiene más de 70 años, las medidas del gobierno lo han confinado totalmente en su apartamento. Le he dicho, no hay nada más que hacer, esperar es lo más sabio y no salir. 



domingo, marzo 15, 2020

LOS APRENDIZAJES QUE DEJA LA CRISIS ACTUAL GRACIAS AL COVID-19





Las crisis siempre dejan enseñanzas. Así como el mundo globalizado representa grandes ventajas, en el caso del virus refleja una vulnerabilidad que antes desconocíamos. Cuando los protocolos de emigración no se ajustan a las necesidades de prevención que se deben aplicar para estos casos, fácilmente la catástrofe en materia de salud de los habitantes de cualquier país, así sea del primer mundo, resultan inevitables. La actual crisis demostró que el mundo es más vulnerable de lo que imaginamos. La economía reflejó su cara más frágil. Para este caso el mundo por el efecto mariposa está sometido a consecuencias que, para este año, eran impredecibles. El petróleo, el oro y las volatilidades de la tasa de cambio constituyen las variables visibles en materia económica más afectadas. En estos casos definitivamente se mide la capacidad de reacción de los gobiernos. Italia es un ejemplo de lo que no se debe hacer, no solo reacciono tarde, sino que no midió las consecuencias de su irresponsabilidad, ahora paga con la muerte de ciudadanos inermes la falta de medidas a tiempo, pese a que la noticia era mundial.
El mundo ha vivido pandemias fatales. La historia de las mismas es larga y variopinta, la constante es la muerte y la desolación. Desde la viruela, el sida, la peste, el sarampión, la gripe española, el tifus, la cólera, para solo citar las más emblemáticas, la humanidad conoce de antemano este tipo de riesgos. Pese a los avances de la ciencia ha sido imposible erradicar la aparición furtiva de las mismas, lo que implica que estamos lejos de ser inmunes totalmente a estas pandemias.
Recordé el libro la peste de Camus, una hermosa narración de la crisis que produjo una plaga en el pueblo argelino de Oran. Narra como el hombre se enfrenta a lo absurdo y demuestra como nunca está preparado para estos eventos. El cine siempre anticipándose a lo que nos puede pasar nos regaló curiosamente hace muchos años, sendas películas sobre el tema.
Otro aprendizaje es que el sentido solidaridad, tan perdido en estas épocas de tanto individualismo, gracias al capitalismo voraz, vuelve a ser importante. Las crisis unen indefectiblemente.  No solo a nivel interno de cada país, sino a nivel internacional. Es importante en estos eventos saber no solamente lo que debamos hacer, sino igualmente lo que no debemos hacer. Debemos evitar las aglomeraciones, no salga de casa, lavarse las manos continuamente, avisar a tiempo cualquier cambio que implique reconocer los síntomas del virus, pues es absolutamente irresponsable ser agente trasmisor, sin tomar las medidas que evitan el repliegue exponencial de la enfermedad.
La sensación de inercia y catástrofe es inevitable. Peor la sensación de culpabilidad. Muchas son las hipótesis sobre el aparecimiento del virus. Las especulaciones van desde la mano implacable de Dios, hasta la consecuencia de la guerra comercial entre las potencias. Es el momento ideal para los falsos profetas, esos que viven pronosticando apocalipsis a granel, tienen una oportunidad inigualable. Una sola cosa es cierta, hay que tomarse en serio las recomendaciones en materia de salud. Lavarse las manos seguido, parece ser la recomendación fundamental para este caso.
Se nos volvieron las noticias vitales para saber cómo se está comportando la crisis en el mundo. Ósea que para en el caso de este virus en concreto, estar informado es vital y de hecho saber que está pasando en nuestra ciudad resulta de suma importancia. En cuestión de horas una ciudad puede ser sometida a las consecuencias fatales del virus por un descuido de sus autoridades y de los sistemas de salud.  El último aprendizaje es que la vida vuelve y nos demuestra que sin salud no hay nada. Amanecerá y veremos.

sábado, marzo 07, 2020

LAS POLÍTICAS DE GÉNERO EN COLOMBIA



Los dos últimos gobiernos han estado muy comprometidos con generar un marco legal en pro de la equidad de género.  Empecemos por definir a qué llamamos políticas de género desde la ley. Se trata de establecer el marco institucional y orientar las políticas y acciones por parte del Gobierno para garantizar la equidad y la igualdad de oportunidades de las mujeres, en los ámbitos público y privado. Se parte de la inequidad histórica que se ha tenido con las mujeres, es abrumadora. Estaban marginada de casi todas las actividades. Recordemos algunos ejemplos: El derecho al sufragio, el derecho a ser propietarias, no tener acceso a la educación superior, en Colombia fue López Pumarejo quien les permitió ser consideradas sin restricción alguna en la universidad pública, estos son sólo algunos ejemplos de muchos. La gramática ha sido la primera que refleja una discriminación absoluta. El hombre desde el idioma se ha robado la mayoría de todos los roles, como si las mujeres no existieran. La genealogía a la inequidad podríamos hacerla desde la gramática.

Un documento académico establece: Existe un uso sexista de la lengua en la expresión oral y escrita (en las conversaciones informales y en los documentos oficiales) que transmite y refuerza relaciones asimé­tricas, inequitativas y jerárquicas que se dan entre los sexos en cada sociedad y que es utilizado en todos los ámbitos de la misma”[1]. Categoriza este documento: “Una comunicación incluyente, no sexista y libre de discriminación, a través del uso de un lenguaje visual, oral y textual que demuestre la participación igualitaria de mujeres y hombres”. Busca: “Resolver las dudas sobre el uso de una comunicación incluyente, proponiendo diversas formas de expresarse con un lenguaje no discriminatorio, así como con ideas para la creación de imágenes y audios libres de discriminación y sexismo”. Debemos empezar por reformar el lenguaje, esta es la primera tarea sería en términos de equidad.

La voluntad de cambio del gobierno parte del reconocimiento del aporte que las mujeres hacen a la producción y reproducción de nuestra sociedad, a su preparación, al deseo de empoderarse, de ser protagonistas. Un documento del gobierno anterior expresaba: “Las mujeres como sujetos sociales contribuyen al desarrollo del país en todos los ámbitos, sin embargo, aún persisten diversas formas de discriminación que aún las afectan y que impiden el ejercicio de sus derechos y la ampliación de sus capacidades. Existe aún en el país una brecha considerable entre el reconocimiento de derechos y el ejercicio de éstos para la mayoría de mujeres, especialmente para aquellas que enfrentan situaciones de especial vulnerabilidad o aquellas que evidencian la intersección de múltiples discriminaciones, generándoles una afectación desproporcionada y una relación inequitativa” [2].

La ley 823 del 2003 es la primera de varias en favor de la inequidad. Está ley se fundamenta en el reconocimiento constitucional de la igualdad jurídica, real y efectiva de derechos y oportunidades de mujeres y hombres, en el respeto de la dignidad humana y en los principios consagrados en los acuerdos internacionales sobre esta materia. La igualdad de oportunidades para las mujeres, y especialmente para las niñas, es parte inalienable, imprescriptible e indivisible de los derechos humanos y libertades fundamentales. La ley 1496 del 2011 que busca establecer la equidad en todos los actos del gobierno, desde los nombramientos hasta los reconocimientos de derechos antes inexistentes, ley 1009 del 23 de enero del 2011 que creó el observatorio de asuntos de género. Se me han podido pasar leyes y decretos con fuerza de ley, el hecho es que hay una actitud de cambio que ha tenido efectos prácticos y resulta históricamente importante, las cosas no serán como antes desde que se asumió este cambio paradigmático.

Aun así, las mujeres siguen siendo discriminadas, maltratadas y están lejos de tener un trato igualitario. El segundo sexo empieza con esta elucidación: “Pero, en primer lugar, ¿qué es una mujer? «Tota mulier in utero: es una matriz», dice uno [TOTA MULIER EST IN UTERO: «Toda la mujer consiste en el útero». Para indicar que la mujer está condicionada por su constitución biológica. Sin embargo, hablando de ciertas mujeres, los conocedores decretan: «No son mujeres», pese a que tengan útero como las otras. Todo el mundo está de acuerdo en reconocer que en la especie humana hay hembras; constituyen hoy, como antaño, la mitad, aproximadamente, de la Humanidad; y, sin embargo, se nos dice que «la feminidad está en peligro»; se nos exhorta: «Sed mujeres, seguid siendo mujeres, convertíos en mujeres.» Así, pues, todo ser humano hembra no es necesariamente una mujer; tiene que participar de esa realidad misteriosa y amenazada que es la feminidad. Esta feminidad ¿la secretan los ovarios? ¿O está fijada en el fondo de un cielo platónico? ¿Basta el frou-frou de una falda para hacer que descienda a la Tierra? Aunque ciertas mujeres se esfuerzan celosamente por encarnarla, jamás se ha encontrado el modelo. Se la describe de buen grado en términos vagos y espejeantes que parecen tomados del vocabulario de los videntes”. Esta es la primera disertación seria, profunda sobre el derecho de las mujeres, con amplias elucidaciones filosóficas sobre el tema. Judth Blutter lo dice de manera más clara: Los términos que nos permiten ser reconocidos como humanos son articulados socialmente y son variables. Y, en ocasiones, los mismos términos que confieren la cualidad de «humanos a ciertos individuos son aquellos que privan a otros de la posibilidad de conseguir dicho estatus, produciendo así un diferencial entre lo humano y lo menos que humano".

Las mujeres empiezan a situarse. Simone de Beauvoir expresaba en "Segundo sexo" con cierta ironía, frente a la actitud de cambio: “Está claro que ninguna mujer puede pretender sin mala fe situarse por encima de su sexo. Una conocida escritora rehusó hace unos años permitir que su retrato apareciese en una serie de fotografías consagradas precisamente a las mujeres escritoras: quería que se la situase entre los hombres; más, para obtener ese privilegio, tuvo que recurrir a la influencia de su marido. Las mujeres que afirman que son hombres, no reclaman por ello menos miramientos y homenajes masculinos. Me acuerdo también de aquella joven trotskista de pie en una tribuna, en medio de un mitin borrascoso, que se aprestaba a dar un puñetazo sobre el tablero, a pesar de su evidente fragilidad; ella negaba su debilidad femenina, pero lo hacía por amor a un militante del cual se quería igual. La actitud de desafío en que se crispan las americanas demuestra que están obsesionadas por el sentimiento de su feminidad”.

En un país donde todo nos llega tarde, este cambio es evidente y las mujeres cada día ganan más espacios, gran parte de la sociedad joven las apoya y las leyes que garantizan el cambio han venido apareciendo. Es un hecho, cada vez son más visibles en todas las instancias, lo que es muy significativo.



domingo, marzo 01, 2020

LOS INFORMES DE NACIONES UNIDAS



Pienso que todo el mundo habla de estos informes, pero nadie los lee. Las publicaciones de la ONU son vitales para entender lo qué está pasando en el mundo en todo el espectro vital: Económico, político, geográfico y ecológico. La desigualdad y los daños ecológicos son las preocupaciones mayores: “La oleada de manifestaciones que se han producido en numerosos países es un claro signo de que, para el progreso de la humanidad, hay algún aspecto de nuestra sociedad globalizada que no funciona. La ciudadanía está tomando las calles por diferentes motivos: el coste de un billete de tren, el precio del petróleo, reclamaciones políticas de independencia...Existe, sin embargo, un hilo conductor: la profunda y creciente frustración que generan las desigualdades”.
No hay voluntad política para mitigar las desigualdades en el mundo. En Davos fuimos conscientes de la indiferencia de la clase dirigente y de muchas de los lideres, los empresarios poco toman decisiones en este sentido. Con los científicos ocurre otra cosa, son conscientes de la necesidad de cambios, pero realmente están lejos del poder para tomar alguna decisión importante al respecto.
El panorama no es bueno: “La oleada de manifestaciones que se han producido en numerosos países es un claro signo de que, para el progreso de la humanidad, hay algún aspecto de nuestra sociedad globalizada que no funciona. La ciudadanía está tomando las calles por diferentes motivos: el coste de un billete de tren, el precio del petróleo, reclamaciones políticas de independencia... Existe, sin embargo, un hilo conductor: la profunda y creciente frustración que generan las desigualdades”. El informe va más allá de las cifras: “Para entender cómo se debe abordar el desasosiego actual es necesario mirar “más allá del ingreso, más allá de los promedios y más allá del presente”, como propone este Informe sobre Desarrollo Humano”. Se escruta el poder en sus efectos más nefastos sobre la población.
Las diferencias entre un niño de un país en desarrollo y uno desarrollado son brutales, desde los aspectos nutricionales, su formación, los entornos, hasta las oportunidades, diferencias que marcan distancias con consecuencias inconmensurables. Es cierto lo que dice el informe: “Las desigualdades del desarrollo humano dañan las sociedades y debilitan la cohesión social y la confianza de la población en los gobiernos, las instituciones y sus congéneres. La mayoría de ellas deteriora las economías al impedir que las personas alcancen todo su potencial en su vida personal y profesional. A menudo dificultan que las decisiones políticas reflejen las aspiraciones de toda la sociedad y protejan el planeta, puesto que las escasas personas que ostentan el poder lo utilizan para influir en las decisiones de modo que beneficien fundamentalmente a sus intereses actuales. En casos extremos, los ciudadanos pueden tomar las calles”.
El enfoque es absolutamente diferente a todo lo que he visto: “Este trabajo plantea que el desarrollo puede ser considerado como un proceso de expansión de las libertades reales que disfruta la gente”, ratificándolo adelante aún mejor: “Contemplar al desarrollo en términos de la expansión de libertades sustantivas, permite dirigir la atención hacia los fines que hacen importante el desarrollo, en lugar de mirar sólo hacia algunos de esos medios que, junto con otros, juegan un papel destacado en el proceso”.
El enfoque del informe se hace a partir de dos evaluaciones, La libertad es esencial para el proceso del desarrollo por dos razones diferentes.
1) La razón evaluativa: La valoración del progreso debe hacerse tomando en cuanta principalmente si mejoran las libertades que tiene la gente.
2) La razón efectividad: La consecución del
desarrollo está completamente subordinada al libre albedrío de la gente.
Sobra decir que las conclusiones no son las más alentadoras. La desigualdad es flagrante, inercial y tiende a aumentarse en vez de mitigarse.
En todo caso el informe da salidas, alienta, siempre dependiendo de la voluntad política de los poderosos: “Lo que la gente puede lograr positivamente resulta influido por las oportunidades económicas, libertades políticas, poderes sociales, condiciones adecuadas para buena salud y educación básica y el fomento y desarrollo de iniciativas. Las medidas institucionales relacionadas con estas oportunidades se ven a su vez influenciadas por el ejercicio de las libertades de la gente a través de la libertad de participar en elección social y en la toma de decisiones públicas que impulsan el progreso de estas oportunidades”.
Deberíamos estar más atentos a estos informes que al final resultan ser verdaderas guías de cambio y buen gobierno.