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domingo, agosto 20, 2023

EL CAOS Y LA INCERTIDUMBRE QUE RODEA A LOS COLOMBIANOS

 El tiempo presente ha sido duro, detrás de él queda un cementerio de ilusiones perdidas y esto ha hecho posible el crecimiento ya del escepticismo, ya del fanatismo apocalíptico. (Prologo al texto "Arte y filosofía" de Estanislao Zuleta) Luis Antonio Restrepo,



Es impresionante la cantidad de sucesos nefastos que nos rodean minuto a minuto. Desde catástrofes naturales, la inseguridad asediante y galopante , el miedo que produce deambular por sectores urbanos en las principales ciudades de Colombia, capitales y municipios totalmente caóticas desde lo administrativo, el orden público en vastas zonas del país totalmente desbordado y al garete, el fortalecimiento de las bandas criminales sin ningún control; hechos que demuestran la capacidad de resistencia de los colombianos, parece infinita.

Aquí pasa de todo y nadie tiene la culpa. En las últimas cuatro campañas presidenciales los topes de financiación impuestos por la ley han sido superados de manera descarada. Siempre caen los mando medios y por esa capacidad de eludir responsabilidades, los propios candidatos nunca supieron. Así sucede con todo. Mas de un centenar de personas que han acompañado al expresidente Uribe tienen procesos penales, han pagado cárcel y el jefe  nada sabe, todo fue a sus espaldas parece. El fenómeno del proceso ocho mil en el gobierno del doctor Samper, por vía del dinero del narcotráfico, que financió su campaña, con una suma muy grande, generó el peor escandalo de los últimos treinta años, el presidente en todo caso termino su mandato, pese a que gobernó con ataduras que al final solo le hicieron daño al país.

No me he puesto hacer una evaluación de los escándalos por corrupción de los últimos diez años, aseguro que el resultado es de locos. Antes la noticias de esta índole se sucedían aun ritmo de dos o tres por mes. Hoy aparecen noticias al respecto todos los días, las sumas desfalcadas al erario son muy grandes, a lo largo y ancho del país, para no citar, el fenómeno de la corrupción del gobierno central. No se cuantas reformas tributarias nos hubiésemos ahorrado. A esto se suma la penosa situación de nuestra ingeniería con la secuenciade puentes caídos, mal construidos, aislando zonas vitales para el país como los llanos.

El país conoció el acuerdo del grupo Aval con la justicia americana a través de su filial Corficolombiana por sobornos realizados para la consecución de un contrato vial para la firma Obredecht, empresa socia, que lo obliga a pagar más de sesenta millones de dólares, con la inevitable imputación a lobistas, funcionarios públicos, contratistas y una ralea más de corruptos, con la curiosidad que, el presidente del grupo no sabía nada, como es la costumbre, menos su junta directiva. Cuanto sería la ganancia del grupo, nadie lo sabe, para ver si la sanción es proporcional al daño producido. Los que conocen de esto saben que se contrata a bajo precio y en las adiciones está el negocio. Hay mucha tela por cortar.

Dejo por fuera los escándalos de la principal asesora  del presidente, quien asumió roles de policía judicial, los de su hijo, la claridad que nos debe a los colombianos el exembajador de Venezuela Benedetti quien dice que se consiguieron más de quince mil millones de pesos para la campaña por debajo de la mesa, dinero con orígenes no santos. En medio de este caos vivimos los colombianos y así somos el país más feliz del mundo,