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lunes, octubre 17, 2022

OPERACION ORION

 Este artículo fue escrito con el apoyo de la unidad investigativa "del Espectador", tomado directamente y, más exactamente con lo escrito por la periodista de ese medio: Silvia Corredor Rodríguez.


Cuando hablo de Orión me refiero a la primera toma militar urbana ocurrida en Colombia, exactamente la ordenada por el presidente Uribe, el 16 y 17 de octubre del 2002 en algunos Barrios de la comuna 13 de Medellín. Como suele ocurrir con muchos hechos oprobiosos en este país, con las masacres, aún estamos lejos de la verdad.  puedo decir, como lo han registrado muchos periodista que han auscultado el tema con rigor, que son 20 años de impunidad.

Fueron mil hombres "entre militares, el Gaula de Medellín, el CTI, el DAS, e integrantes del bloque paramilitar Nutibara, se tomaron 234 barrios de la comuna: Belencito, El Corazón,20 de julio, el Salado, Las independencias, Villa Laura y Nuevos Conquistadores", entre otros.

El objetivo según el gobierno central y el ejecutivo en persona fue "encontrar y expulsar a las milicias urbanas de la Farc, el ELN y los comandos armados del Pueblo que supuestamente estaban en la comuna". Realmente fue un confinamiento, nadie podía salir o entrar mientras estas fuerzas controlaban todo; la toma se hizo con tanquetas, carros blindados y helicópteros. Los medios de comunicación no tuvieron acceso, luego se violó el derecho a la información sobre la misma libremente, no se nos puede olvidar que es un derecho fundamental.

Está toma estuvo encabezada por el general Mario Montoya Uribe, comandante de la brigada del ejército en la época de la toma. Curiosamente hoy está investigado por corrupción, vínculos con el paramilitarismo y por ser presuntamente el autor de ordenar o ejecutar más de cien personas.

Este fue el inició de la política de  seguridad democrática del presidente Álvaro Uribe Vélez. "La toma dejó 43 civiles heridos, dos asesinatos y cientos de desaparecidos" que aún, son buscados por los familiares, tan solo se limitan a indagar dónde están sus cuerpos.

Algunos procesos que se llevan de la operación Orión son por los homicidios  de Elkin Jesús Restrepo y Diego Alexander Salazar y la búsqueda  de Danny Ferney Quiroz Benítez, Blanca Lilia Luz Marín, Edwin Antonio Salazar Granada, Jhon Fredy Sanches Castrillón, Sandra Liliana Ortiz y más de cientos de desaparecidos".

Después de la toma quedó el grupo paramilitar Cacique Nutibara quienes aumentaron el número de desaparecidos. Espero entrevistar alguno de los sobrevivientes, pero es claro que la huella y el estigma paraestatal aún queda como paradigma de un estado que no hace presencia sino  en la mayoría de ocasiones para hechos absolutamente vergonzosos. Nunca ha habido reparación por este hecho, esperamos este gobierno haga lo suyo al respecto. No sobra apoyar a la ONG libertad   que aboga por la verdad y a los cientos de familiares que piden claridad sobre los cuerpos de los desaparecidos.

LA ESCOMBRERA (Tomado de Wilquipedia)

Se trata de un terreno de cerca de tres hectáreas de botaderos de materiales de construcción, utilizados por grupos armados al margen de la ley para ocultar los cuerpos de sus víctimas.3

La Corporación Jurídica Libertad, que adelanta procesos judiciales de víctimas del conflicto, ha logrado identificar a cerca de 105 personas que estarían sepultadas en La Escombrera.19​ El exjefe paramilitar Diego Fernando Murillo Bejarano, alias “Don Berna”, quien comandó el Bloque Cacique Nutibara, operando en Medellín, fue uno de los primeros en reconocer que hombres bajo su mando sepultaron personas allí. Estas declaraciones las dio en una de las audiencias de Justicia y Paz. Juan Carlos Villada Saldarriaga, más conocido como ‘Móvil 8’,20​ y Jorge Enrique Aguilar Rodríguez, alias “Aguilar”, también reconocieron su responsabilidad e identificaron cuatro puntos donde podrían estar sepultadas cerca de 45 víctimas.21

Desde entonces, los familiares de las víctimas han venido denunciando y exigiendo el cierre definitivo de La Escombrera, donde aún se siguen depositando desechos de construcción.

En agosto del 2015, luego de recibir recomendaciones de grupos forenses de Argentina, Guatemala y Perú, la Fiscalía inició la exhumación en La Escombrera; específicamente, en La Arenera, punto señalado por ‘Móvil 8’. Después de cinco meses de trabajo, no hubo ningún hallazgo.19

En febrero de 2020, Jurisdicción Especial para la Pazla (JEP) ordena a la Alcaldía de Medellín, a la Fiscalía, al Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE), a Medicina Legal, a la Personería y a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, de remitir la información que tuviera sobre los cuerpos hallados de la Escombrera, con una lista de 417 víctimas de desaparición forzada de la Comuna 13 entre 1978 y 2016.22​ En julio, la JEP, en ausencia de respuestas salvo de la Alcaldía de Medellín, reactiva su solicitud. La JEP solicita en el mismo tiempo de la Gobernación de Antioquia una propuesta de dignificación y memoria histórica de las víctimas de desaparición forzada en la comuna 13.23

Los acuerdos de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC-EP, firmado en 2016 es explícito en el reconocimiento de las víctimas, y como parte de este, puso un gran énfasis en el proceso de reconstrucción de la memoria histórica, el derecho a la verdad, la justicia, la reparación. y la garantía de no repetición.

Se ha constituido una comisión para generar procesos artísticos y culturales que preserven la historia y la realidad actual de la Comuna 13 de Medellín. Se busca profundizar el mandato de la Comisión de la Verdad, en un ejercicio que integre la memoria, el turismo y la transformación social, además de utilizar el arte como herramienta de transformación, dar voz a las víctimas, honrarlas e incluir su historia. en la verdad del conflicto armado y las operaciones militares realizadas en la Comuna 13. Para muchos de los habitantes de la Comuna 13, el pasado sigue siendo doloroso y se muestra a través del arte, especialmente con el movimiento hip hop, y el grafiti como un bien cultural compartido con la comunidad internacional. Las verdades, los recuerdos ayudarán a reconocer no solo la violencia que atravesó la comunidad en el contexto del conflicto, si no  también la resistencia, los afrontamientos y la dignidad de quienes habitan y aún están reconstruyendo la Comuna 13.