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jueves, octubre 25, 2007

EL CUARTO PODER Y LA POLITICA COLOMBIANA

Para Mc Luhan (1962) lo importante no es el contenido del mensaje sino la manera en que es transmitido. Esto significa que el modo de transmisión de una cultura influye sobre esta cultura y la caracteriza. En otras palabras implica que los medios de comunicación lejos de ser perfectamente neutrales, determinan las formas de pensar, de actuar y de sentir de la sociedad.

Un hecho en apariencia sin mayor importancia ha dejado al descubierto como ciertos medios de comunicación pueden tener posiciones muy evidentes por algunos candidatos y desde una aparente objetividad que es imposible de cumplirse a cabalidad, terminan terciando descaradamente por sus propios opcionados. Los debates impuestos por los Americanos, la revolución de la televisión, el internet y la inmediatez de la radio, cambiaron totalmente la forma de hacer política en el mundo. La plaza pública cada vez pierde protagonismo y son los medios, los que replican cada vez más las propuestas y el debate se hace realmente a través de ellos. La revolución de los Medios de Comunicación han transformado la vida de hombres y su relación con el entorno. Según, el autor Mc Luhan, “construyen un lenguaje social específico, que hace cambiar nuestras percepciones sobre la sociedad y nuestras relaciones con los demás”, en materia política ni hablar.
Hace tres días el candidato del polo para la alcaldía de Bogotá, el Doctor Samuel Moreno, tuvo una pregunta formulada por el Doctor Mokus, de carácter ético, inteligente, que lo ponía a escoger entre dos males menores, referidos a la compra de votos. El Doctor Moreno respondió inmediatamente, casi sin pensarlo, dijo que compraría votos. Se fue por lo que denominamos, la opción fácil, el mal menor, no tuvo una respuesta clara frente a la diatriba en que lo puso la pregunta. Muy a pesar de sus aclaraciones posteriores, que fueron hechas al día siguiente o mucho después del debate, la prensa que está a favor del candidato Peñalosa, utilizo el hecho, no para dar la noticia sobre lo sucedido, sino para regodearse sobre el error, durante dos días, en un descarado manejo de sus intereses, que deja serias dudas sobre la famosa neutralidad de los medios, abuso sin cortapisas de lo acecido y se sobrepasó favoreciendo al Doctor Peñalosa intencionalmente.
La discusión puede ser interminable, pues la pregunta dejaba solo dos opciones. La respuesta fue un error y no estuvo acompañada de alguna explicación que le quitara el sesgo anti ético y facilista. Hasta este momento, las cosas no pasarían de un impase propio de la controversia de estos comicios, pero lo que sucedió después con los medios es imperdonable en un país tan sensible y vulnerable, con una democracia en cuidados intensivos como la nuestra. Esperamos los resultados y como se mueven los electores. Amanecerá y veremos.