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lunes, septiembre 30, 2019

LA MUERTE DE GUILLERMO PERRY







GP no solo fue uno de los grandes economistas de Colombia, sino uno de los pensadores más influyentes e inteligentes que hemos tenido, un investigador riguroso y un excelente escritor. Ahora que estoy leyendo juicioso la obra de Chucho Bejarano, exconsejero de paz asesinado hace mucho tiempo y economista excelso, siete tomos publicados por la universidad nacional, pienso que la academia ha producido desde hace mucho tiempo un grupo de excelentes profesionales en materia económica, la muerte de GP deja un vacío enorme para el país, solo espero que su obra tenga la divulgación que amerita.
Nuestros exministros de hacienda, incluyendo a GP, resultan ser, pese a su acidez, una de las mejores reservas intelectuales de Colombia, estos han consolidado de alguna manera, no solo un manejo de la hacienda muy serio con respecto a los demás países latinoamericanos, sino instituciones muy sólidas, una verdadera escuela de buenos tratadistas, así estemos en desacuerdo con ellos. Es una generación que poco hemos valorado.
El doctor GP, exministro de Hacienda, director de Fedesarrollo, tratadista, académico, dejó una vasta obra, incluyendo su último libro: “Decidí contarlo todo”, donde relata la historia de esos hombres y mujeres que trabajaron en los últimos 50 años por fortalecer y modernizar el Estado colombiano a pesar de la violencia, la corrupción y el narcotráfico. Leer sus documentos constituye un aprendizaje.
He repasado las columnas escritas en el periódico “El tiempo” de Colombia y comprobé de nuevo que, a los aportes más valiosos en materia macroeconómica, se le agrega esa facultad de los grandes pensadores, estar siempre presente frente a lo que nos sucedía como sociedad, aportaba desde su óptica, que siempre fue no solo la de un economista, sino la de un humanista a carta cabal, puntos de vista siempre claros.







martes, septiembre 17, 2019

LA GEOPOLITICA Y LOS LIDERES


Dos libros: “Entrevista con la historia” de Oriana Fallecí” y “Lideres de Richard Nixon” son una muestra de lo  que representaron ciertos líderes para el mundo en el siglo XX. La primera, en un acto de osadía que duró veinticinco años, la famosa periodista italiana, entrevistó a todos los líderes de importancia del momento (1960-1980), su persistencia fue emblemática, en este lapso de tiempo, de muchos hechos: La guerra fría, la guerra de Corea, la guerra de Vietnam en toda su efervescencia, la revolución de cuba, la tensión de los misiles en el caribe, la muerte de Kennedy, se dio a la tarea de hablar con la mayoría de lideres contemporáneos suyos.
La autora en el prólogo expresa: “Este libro no quiere ser más lo que es: Es decir, un testimonio directo sobre veintiséis políticos de la historia contemporánea. No quiere prometer más de lo que promete ser: Es decir, un documento a caballo sobre el periodismo y la historia”. Se preguntaba con simpleza, pero con hondura, sí, ¿la historia está hecha por unos pocos o por muchos?, ¿depende de mil leyes universales o de pocos individuos?
El dilema no es nuevo y frente a muchos acontecimientos, es evidente que ciertos personajes han catalizado e impulsado hechos que terminaron por producir grandes cambios en la historia, guerras, desplazamientos, cambios de poder. Oriana en el prólogo alude: Pero el que no se engaña respecto a la absurda tragedia de la vida, acaba por seguir a Pascal cuando dice que, si la nariz de cleopatra hubiese sido más corta, había cambiado la faz de la tierra; acaba de temer lo que dijo Bertrand Rusell, cuando escribe:” No te preocupes. Lo que sucede en el mundo no depende de ti. Depende del señor Kruschev, del señor Mao Tse-tun, del señor Foster Dulles. Si ellos dicen "morid", moriremos. Si dicen, vivid" viviremos”.
La autora partía de las condiciones excepcionales de estos personajes, por estar en el lugar indicado en el momento preciso, por las decisiones que tomaron y por el vuelco que le dieron a la historia. Traigo a colación este texto pensando en los líderes de hoy de tan bajo perfil. Por ello, pensé en ese otro texto lúcido, sobre algunos líderes del siglo XX, escrito por Richard Nixon.
En el capítulo inicial llamado: “Hombres que dejaron huella, afirma: “Los pasos de los grandes líderes son truenos que hacen retumbar la historia”. A Nixon le encantaba analizar la personalidad de los grandes líderes del mundo. El como nadie, desde el poder, los conoció a casi todos, por su puesto hablo del siglo XX. Al que más admiró fue Winston Churchill.
Traigo a colación estos dos textos para decir que en este momento o peor, desde hace tiempo el mundo no ha vista ese gran líder. No hay cabezas visibles que nos ayuden con la gran crisis que vive la humanidad, que es de otro talante, muy diferente a todo lo que hemos vivido. Ni siquiera su desciframiento es fácil.
No podemos decir que se ha revivido la guerra fría, porque es otro el momento, con diferentes contra-pesos, en medio de una economía global, que no tiene actores dominantes, más que el mercado y la tecnología y que incluso está sometido a actores privados, grandes monopolios, que en ocasiones parecen decidir más que los gobiernos o los organismos multilaterales.
Latinoamérica hace mucho tiempo no tiene un líder de la talla de Alberto Lleras. Cada presidente sale de su gobierno, hablo de los últimos 25 años, con graves escándalos por corrupción. Son muy pocas las excepciones.
Este vacío habla por sí solo de la crisis mundial.  Hay dos presidentes de los Estados Unidos, que darán mucho que hablar: Bill Clinton y Barack Obama.