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domingo, noviembre 30, 2008


ANALISIS DE UNA CRISIS ANUNCIADA EN COLOMBIA

Muchos son los análisis que nos deja el colapso de las llamadas pirámides, con los nefastos efectos sociales que ya se dejan sentir, en medio de una crisis económica sin precedentes en el mundo y síntomas graves de recesión en Colombia. No deja de ser curiosa la disputa teórica entre Keynesianos y Marxistas, quienes exigen un reconocimiento, por lo profético y premonitorio de sus análisis sobre el modelo neoliberal en crísis y el deseo de imponer, lo que a su juicio deberán ser los correctivos del sistema financiero y del modelo económico nacido gracias a la globalización. En esta materia aun no existe cadáver alguno, es preciso ser más cautos para entender lo que está pasando en el mundo y específicamente en Colombia. En este caos en que se bate el país, con respecto a las pirámides, lo primero que deberá enfatizarse es que estas no pueden confundirse con el multinivel, que constituyen una revolución en materia de mercadeo en el mundo y es evidente que los decretos al amparo de la emergencia social, parecen no hacer ninguna diferencia al respecto, creando un caos e incertidumbre jurídica sin precedentes y lo peor, interviniendo algunas prestigiosas empresas y dictando ordenes de captura con absoluta irresponsabilidad, sin respeto por la presunción de inocencia. Está claro que hubo empresas de captación masiva, verdaderos emporios del lavado sustentados en esa proclividad nacional por el dinero fácil, pero intervenir empresas legales, meterlos en la misma aplanadora constituye un error, que le puede costar mucho al país. Las pirámides funcionaron por más de cuatro años sustentados en los permisos otorgados por el gobierno, al amparo de una legislación que no lograba regularlas, su colapso estaba cantado y las intervenciones realizadas pasaron por grandes sobornos, la vinculación de algunos servidores públicos y definitivamente conestado por infinidad de alcahuetes, que van desde generales, hasta personas cercanas a la casa de Nariño. Curioso., hasta una semana antes del decreto de emergencia la fiscalía declaraba que no existía ninguna investigación contra DMG y paradójicamente después del decreto, aparecieron todo tipo de investigaciones. Otro tema, es el de la DIAN, que recaudo vía impuestos, grandes sumas, será que devolverá los dineros recibidos. Los hechos alrededor de este tema nos reflejan a cabalidad: Un decreto de emergencia social, que le entrega al ejecutivo facultades a granel y acentúa el estilo caudillista y de mayordomo, disimulada dictadura democrática, en la que se ha convertido el actual gobierno y que le permitió modificar irresponsablemente el código penal, dar facultades inconstitucionales a la superintendencia de sociedades y a la superintendencia financiera desbordándolas de su ámbito jurídico y lo peor, acabar con la presunción de inocencia; la situación social grave en la que se encuentra el país y concretamente en algunas zonas especificas, que develan que el dinero del famoso plan Colombia, se ha utilizado solo en la lucha antisubversiva y no en política social y por último una recesión económica sin precedentes. No es fácil la situación del país. Somos una sociedad proclive al dinero fácil, a la corrupción y todos los años explotan escándalos que en otra parte del mundo generarían una conmoción interna de alcances imprevisibles: aquí, nunca pasa nada, como Lampedusa: que todo cambie, para que todo siga igual. Esperaremos con paciencia los escándalos que están por venir: Altos mando militares implicados en el dinero de las pirámides, congresistas, alcaldes, gobernadores y por su puesto, saldrán a la luz los soborno a granel repartidos durante cuatro años. Amanecerá y veremos