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domingo, enero 12, 2014

EL PENSAMIENTO CONTEMPORANEO




Cada periodo del siglo XX es fácil de identificar y definir desde la perspectiva de la filosofía y las grandes corrientes de pensamiento que lo caracterizaron. Uno habla del socialismo, de los hegelianos y sus análisis historicistas, del Marxismo, de la fenomenología, de la escuela analítica, del existencialismo, nominaciones de  escuelas que se suscriben a lapsus de tiempos perfectamente identificados, con líderes visibles, con mucha influencia en sectores sociales específicos como sucedió con el caso de Jean Paul Sartre en Francia y Europa. El estructuralismo, el funcionalismo, el pensamiento posmoderno y el  de-constructivismo, fueron las últimas corrientes que, de la mano de pensadores de la talla de Deleuze, Lyotard, Foucualt y muchos filósofos americanos, dejaron una obra de suma importancia que cuestionaba el proyecto de la ilustración y trataba de descifrar la  tensa relación entre saber y poder, siempre críticando al modelo económico, a la concentración de poder vigente, que tantas catástrofes le ha traido a la humanidad.  El pensamiento del siglo XX se desarrolló siempre bajo la sombra tutelar de Carlos Marx,  el psicoanálisis de Freud y la filosofía de Nietzsche. Einstein  revolucionó el pensamiento científico, con la teoría de la relatividad que le entregó al mundo las claves del funcionamiento del universo. El siglo XX empezó alimentado por las grandes utopías nacidas del triunfo del positivismo a lo largo del siglo XIX, el deslumbramiento de la  sociedad burguesa con las teorías psicoanalíticas y la puesta en marcha de la revolución tecnológica que empezaba a modernizar las grandes ciudades del mundo y a cambiar la vida, pues las formas de relacionarnos cambiaron de manera absoluta. Aun así, fue el peor siglo de que se tenga historia, nada evitó la gran guerra, con sus dos grandes confrontaciones, que terminaron en 1945. Se  ratificaba una vez más que, la razón no era garantía de nada y hasta donde es capaz de llegar el hombre.

Paul Johnson, en tiempos modernos describía con absoluta lucidez como se había prefiguró desde 1913 este siglo:  

“La influencia de Einstein  y Freud sobre los intelectuales y los artistas creadores fue tanto mayor que el advenimiento de la paz los llevó a cobrar conciencia de que había sobrevenido y continuaba desarrollándose, una revolución fundamental se daba en el mundo de la cultura, y desde esa revolución los conceptos de relatividad y freudismo parecían al mismo tiempo portentos  y ecos. Esta revolución tenía profundas raíces en la preguerra. Ya había comenzado en 1905.” El arte se expresaba con mucha contundencia: “En 1913 se 0presentó en París “La consagración de la primavera de Stravinski, Schomberg ya había publicado su obra atonal, Dreig Klavierswtucke y alban Berg su cuarteto para cuerdas (opus 3) y Matise había inventado la palabra cubismo. En 1909 los futurista habían publicado su manifiesto y Kurt Hiller fundó su neue Club en Berlín, centro del movimiento artístico que en 1911 se denominó expresionismo. Casi todas las grandes figuras creadoras de la década de 1920 ya habían  publicadas sus grandes obras, exhibidas o representadas antes de 1914 y en este sentido el movimiento moderno fue un fenómeno de preguerra. Pero se necesitaban las desesperadas convulsiones de la gran lucha, y el derrumbe de derrumbes que ella desencadenó, para conferir al modernismo la dimensión política radical que hasta ese momento le faltaba, y el sentido de un mundo en ruinas sobre el cual otro nuevo”.

La fenomenología y la sombra de Nietzsche, constituyeron el soporte sobre el cual se desarrollaron las más importantes corrientes filosóficas del siglo XX, el filosofó Alemán pronosticó con mucho acierto la catástrofe del sujeto, su obra mantiene una vigencia absoluta. La pregunta para este siglo en pleno 2014, fecha emblemática sí se compara con lo que pasó en el siglo pasado, ¿qué nos espera, cuales son las corrientes de pensamiento dominantes hasta ahora, qué vislumbramos.

En el texto de Peter Sloterdijk  “Crítica a la razón cínica”, se hace una radiografía explicita de lo que pasa con la filosofía. En la introducción de esta esclarecedora obra la afirmación contundente que abre el libro es la siguiente: “Desde hace un siglo, la filosofía se está muriendo y no puede hacerlo porque todavía no ha cumplido su misión,.  Por esto, su atormentadora agonía tiene que prolongarse indefinidamente. Allí donde no pereció convirtiéndose en una mera administración de pensamientos, se arrastra en una agonía brillante en la que se le va ocurriendo todo aquello que olvidó decir a lo largo de la vida. En vista del fin último próximo quisiera ser honrada y entregar su ultimo secreto”.

saber-poder. Aquí está la clave, esta relación intensa, profusa y difusa, constituyen la matriz y la plataforma que domina el mundo moderno. No porque sea nueva, sino por el grado de perfección que ha alcanzado a favor de unos pocos, de manera exponencial. “La voluntad de poder” tal como fue descifrada y descrita por Nietzsche, muestra hasta donde las elites encumbradas, sostienen aparatos que les permiten manejar el poder, llámese, democracia, social-democracia el sistema de gobierno el resultado es el mismo.

Es desciframiento de esta relación perversa entre el sujeto y el poder en todas sus formas continua siendo el factor común en el pensamiento contemporáneo y lo será a lo largo de este siglo. Esto remite a la pregunta esencial sobre el ser, que fue la tarea inacabada de Heidegger.

Lo mismo ha hecho Onfray en Francia, Vattimo y Eco en Italia, la filosofía americana, frente a la consolidación del capitalismo voraz, que sigue protegiendo al sistema financiero y que está sustentado aún en la explotación humana a través de mecanismos de finísima configuración explotando la naturaleza deseante de una subjetividad esclavizada por el consumo.

El pensamiento moderno descifra y explica este paradigma. Estudiemos un solo tópico en el universo teórico expuesto por Sloterdjik explicado por Adolfo Vázquez Roca: “La fenomenología de la adicción o de lo que se ha dado en llamar la “experiencia secuestrada", esto es, del modo en que los psicotrópicos -y los fármacos en general- se presentan como un modo de suplir la ausencia de experiencias existenciales genuinas y gratificantes. Para ello me ocupo del análisis de la obra del filósofo alemán Peter Sloterdijk, célebre por su ya legendaria Crítica de la razón Cínica. Aunque aquí acotaré mi investigación a Sloterdijk, en “Extrañamiento del mundo”, donde  concibe la adicción como una dialéctica de huida y búsqueda de un mundo, especialmente en tiempos en que los individuos se sienten enfermos y extraños”.

Cada una de las esferas que nos toca, está analizada desde esta óptica atómica, para decirlo atendiendo a lo pormenorizado del análisis.

Esta será la bitácora del pensamiento filosófico. Esperaremos ampliar el tema y de hecho es mucho lo que queda por decir al respecto.