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sábado, julio 30, 2022

CINCUENTA AÑOS DE LA GUERRA CONTRA LAS DROGRAS CONSECUENCIAS PARA COLOMBIA

 Acabo de leer todo el Dosier de la revista "Análisis político" de la universidad nacional  sobre este tema. Sobra decir que es un excelente análisis y que realmente es necesario que lo leamos, para entender en buena medida lo que nos pasa. Parte de un hecho histórico concreto que introdujo una variable importante para el mundo desde las perspectiva de los efectos que ha tenido:  "El entonces presidente estadounidense Richard Nixon declaró en 1971 la “guerra contra las drogas”. Desde este momento, han corrido —en el mundo y en Colombia— ríos de dinero y de sangre". " Y a renglón seguido puntualiza: "La guerra contra las drogas y la economía respectiva impactaron de una manera brutal a Colombia articulándose a los mercados legales, a la política, a la sociedad y a la cultura. Por supuesto, también interactuaron permanentemente con nuestras diversas violencias, así como con nuestra otra prolongadísima guerra globalizada: la contrainsurgente".

El dosier abarca el tema desde dos grandes variables; "Sin hacer plena justicia a cada uno de los ocho textos del dosier, podría decirse que se pueden clasificar en dos grandes categorías. Por una parte, están aquellos que se concentran en las transformaciones sociales —muy en particular, agrarias— relacionadas con la guerra contra las drogas; por la otra, los que reflexionan sobre las políticas públicas generadas por ellas. Esto, insisto, es un poco mecánico, pues los primeros tienen implicaciones de política y se refieren a dichas transformaciones, y los segundos, necesariamente, dialogan con las implicaciones sociales de los diseños institucionales. Sin embargo, como puerta de entrada provisional, la idea de los dos énfasis puede ser útil para orientarse acerca de las propuestas analíticas contenidas en el dosier".

La pregunta que pretende respondes es: ¿Qué efectos sociales, políticos y culturales ha tenido la existencia de una economía ilegal masiva en el país, al menos desde finales de la década de 1970? Pocos han intentado contestar directamente esa pregunta. Tal vez sea así porque la intuición generalizada es que la respuesta es obvia: como el narco ha generado un deterioro moral masivo y de grandes proporciones (Henderson, 1984; Hobsbawm, 2018), lo mismo se puede decir con respecto de todos los sectores sociales, incluyendo a los campesinos cocaleros. A tal intuición se la puede articular desde distintas perspectivas teóricas, y a su objeto de análisis, ponerle diferentes marbetes, desde “capital social negativo” hasta “narcocapitalismo”. Independientemente de la forma de nombrarla, la llamaremos en adelante la hipótesis estándar".

Puntualiza e3l director en la introducción: "La hipótesis estándar parte de una constatación verídica, que está en la base de cualquier comprensión de los cambios generados por la implantación de cultivos ilícitos: contrariamente a algunos de sus vecinos andinos, en Colombia los cultivos de coca, marihuana y amapola no son (salvo algunas excepciones) ancestrales, sino de mercado. De aquí se concluye que la proliferación de estas plantas ha deteriorado el tejido social de las comunidades campesinas, al reemplazar viejas y sanas tradiciones y el ethos del trabajo duro por la violencia, la búsqueda del dinero fácil y el individualismo —imposible no recordar el “individualismo desconsiderado”, de Peter Waldman (2003), como causa de la violencia endémica colombiana—. También, por definición, las matas ilegales promueven una “cultura de la ilegalidad”. Esta destrucción masiva de capital social golpea también —quizá, ante todo— a los campesinos. Tal descripción es la premisa subyacente no solo a muchos análisis del efecto de los cultivos ilícitos sobre las sociedades rurales, sino también, a las alternativas de política impuestas u ofrecidas por tomadores de decisiones nacionales e internacionales a los campesinos, desde el llamado “desarrollo alternativo” hasta la fumigación. La premisa mayor de la hipótesis estándar se puede apoyar en muchas evidencias, como veremos líneas abajo; de hecho, también podría corroborarse por medio de analogías simples, pero con una poderosa capacidad de evocación. Por ejemplo, la penetración del narco en el sistema político tuvo un brutal efecto corruptor y desorganizador; por eso, resulta natural inferir de la naturaleza ilícita de los cultivos de coca, amapola y marihuana, y del resultante acceso a flujos masivos de dinero, una catástrofe moral y una desorganización de las sociedades rurales que se involucraron en aquellos".

En adelante y todos los análisis se remiten a los efectos culturales y morales que dicha economía ha tenido en Colombia, la dinámica que dicho dinero le ha impuesto a la sociedad y a la economía, no solo narcotizada en muchos de sus variables sino gravemente afecta en sus concepciones éticas, pues ya no importa de dónde viene el dinero, eso se da por descontado.

Mi propósito es que accedamos y leamos esta excelente dosier:

 REVISTA ANALISIS POLÍTICO 50 AÑOS CONTRA LAS DROGAS.pdf