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domingo, julio 26, 2020

LA ECONOMÍA COMO UN META-RELATO


El libro de Pikettty develo la profundad inequidad y el estado de pobreza de grandes sectores de la población del mundo. Lyotar estableció en el texto sobre la posmodernidad los cuatro meta-relatos que habían prevalecido en la humanidad: 1.- El cristianismo; 2.- El Marxismo; 3.- El iluminismo y 4.- La ficción de la economía de mercado. El virus del COVI, catalizó el florecimiento de los lunares del capitalismo voraz, la fracturación de la sociedad de consumo, por sus irresponsabilidades incontenibles, afectando la naturaleza, que es la proveedora del  hombre y las demás especies, consecuencia, un desequilibrio con consecuencias imprevisibles. El acuerdo de París del 2015, continuidad del asumido en Kioto, con la participación de 160 países, con el propósito de implementar políticas correctivas al sistema de producción, generó compromisos de cambio en la manera como vivimos, consumimos, la reducción del efecto invernadero y la sostenibilidad de la economía, lo constituye el primer compromiso real del mundo en pro del desarrollo sostenible.
Pikette habló de “la distribución de la riqueza como una de las cosas más controvenciales y debatidas de la época actual”. Trataba de resolver estas preguntas: “Acaso la dinámica de la acumulación del capital privado conduce inevitablemente a una concentración cada vez mayor de la riqueza, como lo creyó Marx en el siglo XIX.  O bien las fuerzas equilibradoras del crecimiento, la competencia y el progreso técnico conducen espontáneamente a una reducción y a una armoniosa estabilización de las desigualdades en las fases avanzadas del desarrollo”. Ahora que la humanidad está totalmente aislada, por fuera de cualquier ciclo económico, por gracia del virus, solo desde la virtualidad se ha tratado de mantenerla, el papel del estado se ha vuelto asistencialista. No hay consumo, los flujos de caja están casi en cero, se aumentó el desempleo y, en consecuencia, la economía está en una fase inercial. La crisis es estructural. El señor Trump rompió con el multilateralismo, que articulaba cierto sincronismo a las decisiones de los organismos multilaterales. El estado moderno, otra ficción del capitalismo, antes del virus estaba débil, con la pandemia sale fortalecido, recordemos que este nació de la disputa con otros relatos, el religioso, para citar sólo uno, con el ánimo de manejar el poder, la economía y los flujos de dinero, justificando todas las servidumbres en favor de una clase, de una elite, vale decir que entró en crisis.
Jean Françoise Lyotar lo expresa de esta manera: Medidos por sus propios criterios, la mayor parte de los relatos se revelan en fábulas nacidas de la fe y la confianza.  La ciencia no se reduce a enunciar regularidades útiles y busca lo verdadero, debe legitimar sus reglas de juego. Es entonces cuando mantiene sobre su propio estatuto un discurso de legitimación, y se la llama ley, amparada por conceptos solidos del estado y la filosofía”, además de la economía que es la medula espinal.
Los cuatro relatos que Lyotar ha considerado muertos son:
1.- El Cristiano, en la cual el Dios manda a su hijo a la redención, se avoca a la promesa divina de plenitud, que dominó hasta la revolución francesa
2.- El marxismo la burguesía liquida al feudalismo, el proletariado vence a la burguesía y por esta vía llegamos a la plenitud
3.- El relato de la ilustración, el dogma de la razón, con Kant, Diderot, los enciclopedistas. En fin
4.- El relato de los economistas, el capitalismo y la economía de mercado[1]. Objetivo, la igualdad
 Todos con la promesa del paraíso: igualdad y desarrollo. Estos nunca se han cumplido. Nos acostumbramos a vivir en la tragedia, para no decir que en el infierno.
La crisis actual es total: Económica; ambiental, ante la pérdida de equilibrio ecológico por la contaminación general que produce el calentamiento global; y por su puesto la crisis de la sociedad en general. Desde la crisis financiera del 2008 el capitalismo no encuentra una salida a esta complejidad. La respuesta ha sido el fundamentalismo, el  nacionalismo exacerbado  y los gobiernos de derecha.
El aumento dramático de la pobreza y el desempleo con el virus es total. Lógico los países ricos resuelven mucho más fácil su situación, pero necesitan que el mundo camine por el sendero de la recuperación, la circularidad de la economía hace inexorable que el consumo no baje, y a la vez obliga a los países emergentes, Latinoamérica y África que proveen las materias primas, a salir adelante, así sea con intercambios injustos, son los gajes del mercado.
Que hacer…….No hay otro meta-relato, hay crisis de estas ficciones, hasta ahora no veo cuál es el remplazo, predominan los pequeños meta-relatos, en todo caso, la ficción que nos de la esperanza de redención, no existe por ahora.. Si no hay una redistribución de la riqueza y se genera más oportunidades de educación basadas en las tecnologías de la información y el conocimiento, después el virus, no veremos sino protestas. Amanecerá y veremos.






  







[1] Juan pablo Feimann La posmodernidad.

martes, julio 21, 2020

EL SICARIATO Y EL ASESINATO DE LIDERES SOCIALES


A quién beneficia el asesinato de los líderes sociales en Colombia, cuál es la disputa en cuestión que motiva a quienes están detrás de los mismos y por tanto la lógica dentro del marco de la estructura social y las políticas de reparación y no repetición, implementados en el marco del acuerdo de paz firmado con la FARC.
Las bandas criminales, los desertores de la FARC, los narcotraficantes, una elite dueña de la tierra, en la mayoría de las veces, arrebatada a los verdaderos dueños mediante intimidación, violencia y asesinatos, con la consecuencia directa e inexorable del desplazamiento, mantiene una guerra que incluye la recuperación de las tierras entregadas por el estado a los campesinos y desmovilizados después de los pactos de la Habana.
Por qué asesinan a los líderes sociales. No resisten su labor pedagógica en favor de los derechos del campesinado y los indígenas, la relación con el estado a través de la catalización de los protocolos señalados en el acuerdo. La tierra ha sido el problema sobre el cual gravitan la mayoría de estos asesinatos desde siempre, es una constante histórica.
El pacto de la Habana incluye la erradicación manual de los cultivos de coca, el apoyo económico a los campesinos, políticas de sustitución y restitución. La fase de implementación de los acuerdos ha forjado a crear los organismos encargados de tales tareas, los mecanismos legales con sus organismos de base, las leyes reglamentarias, las veedurías internacionales, en un proceso expedito para la consolidación de la paz. Cada región se incorpora a estas políticas. Es un hecho que inmensas zonas del país han sido permeadas desde hace años bajo los intereses perversos del narcotráfico, con la anuencia de muchos políticos, de dirigentes del estado y de algunos miembros del ejército, quien, a propósito, no ha podido erradicar la corrupción de sus fuerzas. El estado no ha podido ejercer control en grandes zonas del país.  Hay más territorio que estado.
La fe y la convicción de los desmovilizados, los campesinos e indígenas queda fracturada cada vez que asesinan a un líder. Los líderes arrastran y convencen al colectivo social, desde la base, hacía las políticas de reinserción con una fe en los acuerdos y el estado, paradójicamente el gobierno actual cumple con desgano los acuerdos, nunca el doctor Duque ha estado a favor de este proceso, menos su bancada.
En este marco, todos los días asesinan líderes sin que nada pase. Superamos la cifra de quinientos asesinatos entre líderes y desmovilizados. Hay una estrategia de exterminio por fuerzas oscura en contra del proceso de implementación de los acuerdos de la Habana.
Alguna vez me hablaron de las argucias de la izquierda en Colombia para llegar al poder.  Les recordé que absolutamente todos los candidatos importantes de la izquierda en este país han sido asesinados y que estuvieran tranquilos, eso por ahora no pasará, hay sectores que no les tiembla la mano para asesinar a los actores políticos de la izquierda. El partido de la unión patriótica fue totalmente eliminado con asesinatos puntuales, más de cinco mil miembros, actualmente han asesinado 219 desmovilizados de la FARC, sectores fascistas generaron el reagrupamiento del paramilitarismo, siempre con la participación de miembros del ejército colombiano. En la mayoría de los asesinatos de líderes hay participación de funcionarios del estado y algunos miembros del ejército.
Todo esto lo sabe nuestra clase dirigente y la sociedad. El campesino, inerme, no tiene un norte, una brújula y lo peor, carece de un respaldo real. Hay organizaciones criminales que deciden quien vive y quien no en amplias zonas del país. Las ciudades no están alejadas de esta realidad. La impunidad es total y los jueces, en la lentitud de sus decisiones y ante la falta de apoyo constituyen otro lunar. Entonces, qué hacer.
Pienso en la psicología del sicario, para poderlo entender. Trato de imaginar su vida, se levanta a trabajar, como todos los ciudadanos. Recoge las ordenes y emprende su labor, con la tranquilidad que tiene que asumir para estos encargos. No conoce a quien va a matar. En muchos de los últimos asesinatos han matado a menores, niños en brazos, familias enteras y nada pasa. Qué piensa una persona dedicada a estos menesteres. En Colombia existe un gran número de jóvenes dedicados a esta oprobiosa actividad. Olga Lucia Gaitán en un texto valioso que encontré en la red afirma: “El sicariato se ha convertido en tema de conversación cotidiano, en motivo de alarma social y en objeto de estudio por parte de médicos, psiquiatras, sociólogos, violentólogos, etc. Los diarios comentan, la opinión pública se manifiesta, los especialistas inician investigaciones. Así, progresivamente vemos tejerse una telaraña de perspectivas y visiones diferentes que se cruzan y van construyendo y reconstruyendo la realidad social-sicariato. El discurso se mezcla con la realidad, hace realidad. De esta manera, el acercamiento y el conocimiento que tenemos del fenómeno, nos viene dado a través de ese proceso comunicativo complejo”[1]. Después de Pablo Escobar la realidad es otra, este hombre por gracia del narcotráfico, convirtió el sicariato en una forma de empoderamiento. Cuando matar es un negocio o la manera de proteger un negocio, las posibilidades de tener una convivencia pacífica son casi nulas. La conclusión del documento de Olga Lucia Gaitán es el siguiente: “En síntesis, el surgimiento de las bandas sicariales se debe al narcotráfico, por dos efectos esenciales: en primer lugar, por la presencia de nuevos valores culturales de enriquecimiento fácil que son introyectados por la población marginal en Colombia. En segundo lugar, por la desestabilización institucional que él ha producido en el ámbito de la administración de justicia”.
En la década del sesenta existieron los famosos pájaros, asesinos a sueldo encargados de limpiezas sociales hechas sobre todo en el valle del Cauca. El sicariato es una figura histórica a que se ha venido consolidando y se profesionalizó con Pablo Escobar.
Ayer en el departamento de Santander del Norte, Catatumbo exactamente, se asesinaron nueve personas, todos líderes sociales e incluyó a mujeres. Es un hecho que el estado ha sido impotente. Cuáles son las acciones concretas del estado frente a este fenómeno. Qué está haciendo el presidente Duque al respecto. Las denuncias han sido insistentes y nada pasa.
Es evidente que el país debe guardar como memoria estos hechos. El poder de resistencia de un pueblo es necesario como herramienta de construcción. "La Organización de las Naciones Unidas en el Principio 2 (el deber de la  memoria), del documento de la Comisión de Derechos Humanos “Principios para la protección de los derechos humanos mediante la lucha contra la impunidad” sentencia que “...El conocimiento por un pueblo de la historia de su opresión pertenece a su patrimonio y, como tal, debe ser preservado con medidas apropiadas en el nombre del deber a la memoria que incumbe al Estado. Esas medidas tienen por objeto la finalidad de preservar del olvido la memoria colectiva, principalmente para prevenir el desarrollo de tesis revisionistas y negacionistas”. 

lunes, julio 13, 2020

EL VALOR DE LA VIDA


La vida es un milagro. La conciencia de estar vivo constituye un factor de felicidad inconmensurable. Hay estados de sublimación que nos revelan conexiones con el cosmos y la divinidad inexplicables, sentimos su presencia a través de la palabra, de una nota musical, un verso, en el paisaje que todos los días nos sorprende. El arte y el conocimiento es una forma de compenetrarse con las formas más altas del universo, de ser parte del todo. Los valores le dan sentido a lo que hacemos y la ética constituye su praxis. Asumir la vida como proyecto, en permanente búsqueda de la felicidad, indefectiblemente parte del respeto por el otro, condición no negociable, garantiza una convivencia pacífica, produce los mejores resultados en términos de paz.
Eso que llamamos racionalismo, en términos de Kant: pensar por sí mismo, pensar en el lugar del otro y ser consecuentes, es un punto de partida que nos permite entender lo que somos y como debemos actuar en sociedad desde una autonomía que incluye siempre el respeto por el otro. La pregunta es: Cómo aparece el anti-valor en un ser. Es evidente que tenemos una crisis de valores muy grave. En los últimos meses en Colombia, hablando tan sólo de mi país, he visto asesinar a jóvenes totalmente indefensos por el robo de un celular que en el mercado negro no vale gran cosa.
Hemos invertido los valores. Soy consciente que  la inequidad, la falta de educación y de oportunidades es un factor que nos hace vulnerables al anti-valor. Nuestro hogar es el primer laboratorio de buena convivencia. Somos, lo que otros hacen de nosotros. Repetimos la mayoría de conductas que asimilamos en nuestro entorno. Con esas herramientas paleamos la realidad exterior siempre basados en proyectos de construcción social desde lo que ofrecemos y lo que recibimos. Cuando no hay nada que ofrecer, cuando creemos que los anti-valores son lo corriente, la sociedad entra en crisis y la vida deja de ser valorada en su dimensión real. Bogotá, Medellín y Cali, las primeras ciudades del país, están sometidos por bandas criminales que actúan con el mismo poder del estado. La pregunta es cómo llegamos a este momento, cómo el estado cedió en sus responsabilidades.  Los anti-valores se imponen y a nadie parece importarle. Hay regiones abandonadas, como las poblaciones asentadas en las orillas del rió Atrato en el Choco, un departamento rico en minerales preciosos, lo que es una paradoja. El dinero que es un medio se convirtió en un fin. Todos los días asesinan a ciudadanos en plena luz del día por una bicicleta, un celular o simplemente el dinero que llevan encima, que siempre es muy poco. No hay seguridad y la justicia es lenta y siempre llega tarde. Cuando un hijo sale de la casa no sabemos si regresa. Cada vez es más difícil sentirse tranquilo cuando los hijos están afuera.
La juventud no quiere saber de los políticos. Es necesario volver a la política en el sentido aristotélico del término. Los ciudadanos tenemos muchas responsabilidades frente a la sociedad, el estado y la clase dirigente. La primea elegir bien. La segunda, saber hacía donde van las políticas públicas. Todo está dado para que el estado funcione bien, depende de nuestra clase dirigente y del control ejercido por nosotros desde los organismos creados para ello. La renovación de los partidos, la política como vehículo de participación y el conocimiento mínimo de lo público son factores preponderantes para tener una buena convivencia.
En Colombia resolvemos los problemas con violencia. Desde la conquista el país no ha dejado de ser violento. Esto debe cambiar, porque también hay una historia de logros y de orgullos, de buenos propósitos consolidados, sabemos de lo que somos capaces de construir, de hecho, hay infinidad de ejemplos que lo ratifican. Empecemos por nuestra casa y después con el entorno. Cambiar se hace necesario. Cada quien con sus responsabilidades. La clase dirigente está obligada a ser consecuente con las suyas.

viernes, julio 03, 2020

BIOGRAFÍA DE ÁLVARO GÓMEZ HURTADO


Acabo de terminar la biografía de Álvaro Gómez Hurtado del escritor Colombiano Juan Esteban Constaín, en otro artículo ya había escrito sobre la primera parte de la misma, sobre los días de formación. Nuestra violenta y caótica historia nos obliga no sólo a mirar, investigar, nuestro pasado con absoluta sindéresis, por la tozudez de ciertos hechos oprobiosos, luctuosos y el cumulo de interpretaciones amañadas de algunos actores que han usufructuado el poder, comprometidos en hechos delictivos y desmesurados. Saber por qué no hemos podido superar el conflicto interno, la guerra, la violencia descarnada de tan múltiples variables, es peor que la tragedia misma. Vivimos anegados por la sangre de compatriotas inermes, viendo poblaciones desplazadas, propietarios despojados, grupos ilegales asentados cumpliendo el papel que debería ser sólo del estado. Resultaba necesario quién se le midiera a esta biografía. Álvaro Gómez fue protagonista de la historia del país desde 1930 hasta el día de su asesinato de triste recordación. Desde su esquina, el partido conservador, como toda la élite política de mitad del siglo XX, ayudó a sembrar estas guerras. el doctor Álvaro vivió entre los radicalismos del padre, padeció la violencia del país de la que fue protagonista en proteicas discusiones y en batallas por el poder de su partido conservador que, llenaron de sangre a vastas zonas de nuestra geografía. Este hombre fue capaz de cambiar después de muchos acontecimientos que le permitieron llegar a una categórica conclusión: la tremenda equivocación de la clase dirigente, la impotencia de los partidos tradicionales embelesados en el poder, los hechos los superaron, el país ha vivido siempre en una violencia penosa y cruel, la sufren los marginados, el sector rural y los pobres. Después de su secuestro, hecho que le llevó a una reflexión profunda, se produjo un cambio de actitud, el mismo se venía forjando lentamente desde su candidatura en 1974. El doctor Älvaro insistía en que el país necesitaba un acuerdo sobre lo fundamental. El cambio debería hacerse con el apoyo de todas las fuerzas vivas de la sociedad y por supuesto del país político. Álvaro fue hijo de uno de los hombres más controvertidos de nuestra historia: Laureano Gómez, hombre radical del partido conservador, historiador, humanista, propició gran parte de los hechos luctuosas de nuestra historia desde el poder implacable de su oratoria, de corte ciceroniano, igual que muchos líderes liberales, nunca midieron el efecto de sus disputas por el poder, incitaron a guerras que después lamentarían y que tristemente aún perduran. La historia del siglo XX contada desde la otra orilla, la del partido conservador, de la mano de uno de sus líderes más connotados, constituye la esencia de esta biografía. Álvaro Gómez Hurtado con una formación excepcional, abogado, historiador, politólogo, artista y lector infatigable, le cabía el país en la cabeza, lo caminó, lo estudió y hablo con sus gentes a lo largo de toda su vida.  El texto de Constain no cae en los excesos del fundamentalismo acostumbrado en Colombia, no es una defensa del doctor Álvaro, es objetivo y claro, evita el estigma con que siempre fue tratado este líder.  Al doctor Álvaro lo cambiaron los hechos tozudos de este país. Fue testigo del fracaso continuo de la búsqueda de la paz, esquiva y siempre obstaculizada por oscuras fuerzas. Fue defensor del frente nacional, para él fue un acuerdo de paz. Su vida fue marcada por el secuestro que padeció de las manos del grupo guerrillero M-19. Este hecho terminó de convérselo de la necesidad de un cambio, a partir de este momento se dedicó a buscar un acuerdo, que permitiera un giro total de nuestras instituciones, de la manera cómo hacemos política, del régimen como solía decir. El 29 de julio de 1988 en “La cumbre por la Salvación Nacional” se empezó a dar el cambio. El secuestro la había convertido en un un hombre reflexivo, un líder en el amplio sentido del término. Decía que una cosa era hacer elecciones y otra hacer política, y que a él le encantaba sobre toda la segunda. Participó en todos los sucesos que terminaron en la constituyente. El plebiscito convocado por el movimiento estudiantil permitió la reforma del artículo 218 de la Constitución nacional, el nudo gordiano que la impedía.  Estuvo al frente de la constituyente que creó la constitución del 91 junto a Navarro Wolf y Horacio Serpa. Esto quiere decir que hizo parte del diseño institucional del país que aún perdura con la promulgación de la constitución que nos rige. Sus últimos años los dedicó a la academia, a la formación política, los editoriales fueron cátedras sobre el estado y la política. El asesinato igual que la de muchos líderes ha quedado impune, la investigación del mismo fue desviada por ciertos organismos de seguridad del estado que de antemano estaban comprometidos con el mismo. El autor de esta biografía, no cayó en los sesgos que tanto daño le han hecho a nuestra interpretación del pasado. Al final nos deja lelos, en una especie de desesperanza. Nada ha cambiado en el país, o muy poco, nos seguimos matando y pese al acuerdo de paz firmado con la FARC no encontramos el camino que nos conduzca a una convivencia sana y sin violencia. Curiosamente en los últimos diez años hemos vuelto a la polarización en política de tan nefastas consecuencias. La ceguera de nuestra clase dirigente es inexplicable