Un escritor escribió que sí Shakespeare estuviese vivo, escribiría series,
que son típico de plataformas como “Neflix”, muy ágil
y responde a los retos que tiene el medio en los últimos años y a la necesidad
de mantener un público cautivo con innovaciones sin precedentes.
Los
realizadores y directores de Matrix, son los mismos realizadores de esta
emblemática serie de ficción. Creada por las hermanas Wachowski y quienes junto
a J. Michael Straczynski llevaron el lenguaje cinematográfico a los retos que requieren estas
producciones. Escribiré sobre ella desde la perspectiva de un espectador
anodino.
Comenzaré mi elucidación
de la serie, sobre una afirmación que tome de la red: “Una historia acerca de
ocho individuos repartidos por el mundo que comparten sensaciones, recuerdos y
habilidades, además de mucha comprensión. Ellos son los sensates, el siguiente
escalón en la evolución humana, perseguidos por una organización que quiere
utilizar sus habilidades con fines egoístas, temerosos que pierdan el control
del planeta ante esta especie superior”.
La trama se
mueve alrededor de estos 8 personajes (Will, Riley, Capheus, Sun, Lito, Kala,
Wolfgang y Nomi) de diferentes culturas, conectados entre sí por facultades
especiales que, no sólo les permiten sentir la realidad del otro, sino comunicarse
desde una realidad que se sobre-pone a la nuestra, son seres especiales, que
son perseguidos por sus mismos creadores sobre la base del peligro que
constituyen para la raza humana. Los ocho personajes principales son llamados
«sensates» (senseight) comparten el mismo día de nacimiento, 8 de agosto.
Aunque los actores mismos están en el rango de edad de entre 25 y 35 años, sus
personajes tienen 25 años al empezar la serie.
La narrativa
de ciencia ficción, se apoya en la física cuántica, en la manipulación genética
y en su trama está implícito la lucha por el poder y la hegemonía del mundo. Está
filmada en muchas locaciones: Nairobi, Seúl, San Francisco, Mumbai, Londres,
Ciudad de México, Chicago y Berlín respectivamente.
La serie
comienza con un suicidio: Angélica "Angel" Turing, Una sensate de un
grupo (clan) anterior que viene a ser la «madre» de los ocho nuevos sensates
cuando activa la conexión psíquica con ellos. A ellos se contrapone Milton Bailey Brandt
"Whispers" Un anterior sensate vuelto contra su propia clase y quién
dirige un grupo de personas que quieren capturar y matar sensates. Para obtener
sus fines, usa nombres falsos como "Dr. Matheson" y
"Gibbons".
Cada
personaje, tiene una historia particular que se cruza con la trama central. La
serie, como en el cine, la novela, busca siempre mantener fiel a su espectador,
a su consumidor final. En este tipo de producciones, el libreto, sagaz por
demás, la música, las locaciones, los personajes son insumos que están buscando
este objetivo crucial.
Cada capítulo
cumple con esta sentencia. El problema viene cuando hay que cerrar la historia,
no es ajeno a esta serie. La plataforma aduce falta de presupuesto y la
historia termina con el filo de una navaja que la corta asumiendo en un
capitulo lo que debería tomar más tiempo. En todo caso es una excelente producción,
su éxito no es casual y aún esperamos al final un mejor trato.
Wilkipedia tiene de manera explicita señalado el rol de cada personaje y la síntesis de cada capitulo, es una buena guía. De hecho esta serie da para volverla a ver.
Ahora que el
virus del COVI asedia implacablemente, la humanidad se enfrenta de nuevo al
tema de la muerte, ese esquivo compromiso que solemos manejar con engaño y del que poco hablamos y por su puesto a las
vulnerabilidades de la vida, que siendo muchas, constituyen tema obligado, por ejemplo,
la cobertura de salud y la vejez. El mundo por razones que cabe indagar está
lleno de personas de la tercera edad en total abandono y no existen agendas
públicas, con contadas excepciones, que atiendan seriamente a esta población
inerme.
Mi hermana en
una charla eventual esta semana me dijo, la vejez es un problema tenaz.Vivo en un barrio de clase media y veo en esta
crisis a los viejos pasear sus perros en una permanente angustia y con algunas limitaciones
físicas. En todo caso por esta época la edad nos hace más vulnerables. Ahora con el COVI, el peligro es eminente. Hasta
ahora no había indagado sobre estudios sobre la tercera edad. Cuando se llega a
viejo nos volvemos más reflexivos, hay una especie de sentimiento de culpa. El
viejo vive haciendo siempre un ajuste de cuentas con la vida, la sociedad los margina
inexplicablemente, viven matando el tiempo, este lo gastan en una eterna
espera sin motivación alguna, una existencia inercial. En buena
parte del mundo, India y China para citar tan solo dos ejemplos, los viejos son
signo de sabiduría y experiencia, se les escucha con atención y se les atiende. En
el mundo occidental, evito las generalizaciones, no pasa lo mismo. Situaciones puntuales
sobre las políticas públicas en favor de la vejez no son resueltas. En Colombia
los magistrados hasta hace poco eran obligados al retiro en su edad más productiva
y sabia, a los 65 años, edad donde somos más ponderados, analíticos y
precavidos, de igual manera es una edad que integra y suma muchas experiencias,
lo que les permite ser más sabios que el resto de los mortales.
Tengo 60 años
y estoy según los expertos en la juventud de la vejez. No he acumulado las
semanas de trabajo que exige la ley para pensionarme, esto ya es un problema grave. El sistema de salud en
Colombia pese a tener una buena cobertura no tiene programas para la tercera
edad, ni políticas públicas al respecto, en esencia no hay respeto por esta
población que alguna vez fue vital para la sociedad y por justicia se
le debería atender. Algunas alcaldías tienen programas para la vejez, lo que resulta encomiable.
La vejez es
signo de soledad, angustia y dolor. Tengo la imagen del coronel de Gabriel García
Márquez en total pobreza, Esperando la pensión prometida en una soledad lacerante
cargada de impotencia, sin otra esperanza que el gallo de pelea que cuidaba con
celo, lo sacara de las angustias económicas. El viejo casi siempre tiene dos
miradas que se enfrentan: La de la labor cumplida sí es el caso y la de la
desesperanza.
Cuándo
comenzamos a ser viejos ?, no es tan clara la respuesta. Hay cierta visibilidad
notoria del efecto de sentirnos viejos: No solo los años, sino factores
adicionales que la psicología estudia muy bien. Roció Fernández Ballesteros psicóloga
que ha tratado el tema escribe: “También es verdad que existen determinadas
características psicológicas, como, por ejemplo, el neuroticismo, la
sociabilidad, o las actitudes y los intereses que, una vez instauradas en la
edad adulta, se modifican muy poco a todo lo largo de la vida. En definitiva,
la teoría de la continuidad establece que existe un escasísimo cambio por lo
que se refiere a las preferencias, actitudes y actividades que las personas
realizan a lo largo de su vida. A pesar de que la investigación psicológica
presenta el panorama aquí sintetizado, la visión estereotipada de lo que
acontece durante la vejez nos presenta un panorama sombrío en el que -paralelamente
a lo que ocurre físicamente- según avanza la edad, lo que necesariamente se
produce cambios negativos, es decir, deterioro y decrepitud en todos los planos
del psiquismo humano. Estos clichés son extraordinariamente importantes, no
solo porque implican falsas creencias, sino porque tiene efectos perversos en
las personas como se verá más adelante”. Siendo real cada cambio que tenemos en la vida implican diferencias sustanciales de acuerdo a factores múltiples, la vejes no es igual
para todo el mundo en esencia. Hay factores determinantes y comunes: Teniendo
en cuenta que la recepción de información depende de los sentidos y que el procesamiento
de la información tiene como soporte el Sistema Nervioso Central, una primera conclusión
es que durante el proceso de envejecimiento se produce un enlentecimiento y una lentitud en el proceso, ósea la Estimación de ganancias y pérdidas en características psicológicas
a lo largo del ciclo de la vida dependen de la eficiencia del funcionamiento cognitivo. En
definitiva, el ser humano mayor tarda más en responder a la información que
recibe en comparación con el más joven, sobre todo cuando las tareas que se le demandan
requieren muchos recursos atencionales. No obstante, conviene también resaltar
que esos cambios o declives en las primeras fases del procesamiento ocurren
desde muy temprano en la vida”.Es
preciso advertir que velocidad de aprendizaje, dentro de las facultades
cognitivas es factor de suma importancia, ellas no se pierden, significa que
los viejos continúen aprendiendo, el aspecto volitivo es importante. Otra
cosa es la pérdida de memoria y el olvido por cuestiones patológicas.
En todo caso
existen mecanismo para obstruir el olvido: “Sin embargo, llegado este punto,
tal vez lo más importante sea señalar que existen recursos para mejorar
aquellos sistemas de memoria que han declinado. Así Ruiz Vargas pone de relieve
cuales son los recursos que pueden ponerse a contribución para la mejora de la
memoria durante la vejez: 1) Estar muy motivado; 2) Jugar a recordar en forma
deliberada: ¡recordar por recordar!; 3) Prestar mucha atención; 4) Repetir,
repetir y repetir; 5) Dedicar mucho tiempo al aprendizaje y la memoria; 6) Organizar
mentalmente la información a recordar; 7) Buscar y establecer asociaciones
entre la información que se quiere recordar y otros eventos cotidianos; 8)
Crear imágenes mentales de lo que se quiere recordar, y finalmente, 9) Utilizar
ayudas externas como agendas, libretas…..etc”.
Siendo viejos
seguimos siendo personas, es más, la ley nos da un tratamiento especial a los
viejos. A estos factores se suman, la sensación de abandono y el prurito de que
a nadie le importa nuestra suerte. Mí madre es una mujer mayor, vieja sí se quiere, en todo caso su lucidez es absoluta, pero curiosamente su memoria inmediata le
genera problemas, más no tiene problemas con la memoria mediata, recuerdo todo
lo que ha vivido, números telefónicos y acontecimientos relevantes de su vida
con infinidad de detalles.
Decidí escribir
sobre la vejez, tal vez por el miedo que tengo a esta especie de ostracismo
social. De hecho, empiezo a sentirme viejo…es una realidad que es preciso asumir.
La tarea es muy simple: recoger las propuestas y
grandes debates de los tres últimos periodos presidenciales de Colombia y
listarlos en orden de importancia para comprobar qué temas siguen pendientes y
en cuáles se ha avanzado. El balance es muy pobre si esos asuntos se segmentan
u organizan desde lo económico. Y lo cierto es que se están acumulando las
reformas pendientes, situación que tiene como consecuencia la vigente condena
al subdesarrollo a dos o tres generaciones por delante. Editorial del periódico "La republica" de Colombia a propósito de la propuesta de una reforma tributaria.
Gracias al
virus del COVI, la desaceleración de la economía en el mundo en el último año, fue fatal, entró casi en una fase inercial con nefastos resultados. En
Colombia el desempleo aumentó en forma escalonada, las quiebras de muchas
empresas se dieron por efecto de los confinamientos, hasta el punto que sectores
como el turismo se vieron gravemente afectados, la movilidad casi toca el punto
cero, se cerraron del todo los aeropuertos, los vuelos internacionales se
suspendieron por más de seis meses, lo mismo sucedió con el transporte interno,
para solo citar sino algunos casos puntuales. Nunca antes se había necesitado de la inteligencia
de los gobernantes, la sindéresis y el consenso para no tomar medidas erradas
en una pandemia que crea situaciones absolutamente atípicas.
Colombia y el
mundo se confinaron por más de siete meses, hace un año, sobre una prioridad
esencial: La vida. Las consecuencias a nivel económico fueron muchas, todas
graves en todo caso, la mayoría de personas entendió que no había otra salida
y que era necesario el aislamiento.
Proponer una reforma
tributaria, como lo hace el gobierno colombiano, pese al eufemismo de llamarla con
otro nombre, es un total exabrupto, no solo por la situación que vive el país y
el mundo, sino por lo inoportuna a todas luces desde la perspectiva macro-económica, no hace lectura de lo que
estamos viviendo y menos considera otras fuentes de financiamiento que, en
consideración de los expertos son viables. De los globos que ha lanzado la presidencia de la republica, pues
nadie conoce aún el texto final que presentará al congreso, resulta inexplicable
el hecho de querer ponerle IVA a productos de la canasta familiar, ampliar la
renta a niveles antes no vistos, gravar a la clase media y aumentar la base tributaria, sin meterle mano a las exenciones de la élite gremial. Cada
gobierno, hablo de los últimos presidentes de este siglo, han hecho reformas
coyunturales y no estructurales que ataquen el verdadero problema fiscal que
nos agobia. De hecho la clase media es la que tiene más carga tributaria en las anteriores reformas y en esta por supuesto.
El periódico económico
la “Republica” de Colombia, en el editorial de ayer hace un análisis muy sabio
de las reformas económicas que necesita el país y que son prioritarias y urgentes: “Por generaciones, las
elecciones en Colombia se han dedicado a elegir personas no para rodear o
llevar a cabo iniciativas de cambios estructurales; ningún partido lidera temas
estructurales como mejorar las infraestructura para ser más competitivos,
garantizar una mejor educación para los colombianos del futuro, poner al
servicio una mejor salud pública, diseñar un sistema nacional de riego para la
agroindustria, reformar el sistema de pensiones para que las finanzas públicas
descansen de su presión fiscal, modernizar el sistema de pagos del sector
financiero, hacer una reforma tributaria estructural que evite las “reformitas
tributarias” de cada año, diseñar una política de seguridad alimentaria que le
ponga oficia al campo, armar una nueva oferta exportable, atraer o seducir
inversionistas locales y extranjeros y garantizarles seguridad jurídica,
mejorar la conectividad, desarrollar la infraestructura tecnológica, lograr
menor dependencia del petróleo o simplemente quitarle los tres ceros al peso”.
Agregaría a esta lista la reforma a la justicia y la reforma política,
imposibles de aprobar, cada vez que se presentan, siempre terminan archivándose de
manera inexplicable, pues afecta a nuestros queridos congresistas en un claro interés por dejar las cosas como están, definitivamente les conviene.
Sólo nos
queda esperar el texto final para poder hacer el análisis y a la vez mirar como
deciden nuestros honorables legisladores.