Powered By Blogger

sábado, enero 26, 2008

GEOPOLITICA PARA CHAVEZ
Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos.
Simon Bolivar
La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan.
Simon Bolivar.

Es necesario asumir con absoluta responsabilidad el análisis sobre el periplo y las acciones del presidente Chávez en los dos últimos meses que están produciendo efectos importantes en la geopolítica de la región. Es preciso antes realizar una retospectiva. Cualquier biógrafo tendría que hablar de tres personas diferentes y una sola singularidad en plena metamorfosis en esta ruta: el primer Chavez (antes del golpe como militar activo y que lo llevo a la carcel), el segundo Chavez (después del primer triunfo electoral) y el último Chavez, ósea aquel que sobrevivió al golpe de Estado forjado por sus opositores y que le permitió consolidarse como un dictador sin parangón en la región, resultado de las fragilidades de la democracia Venezolana que el mismo ha estructurado a su amaño y a base de comprar mayorías con favores políticos por la capacidad que le dan sus petrodólares, lo que al final, le ha permitido una concentración de poder como no se había visto hace mucho tiempo en Latinoamérica.
Desde una perspectiva amplia, Chavez es el producto de una clase privilegiada y corrupta que durante los últimos cuarenta años detento el poder en Venezuela, en cabeza de los dos partidos tradicionales, sin ningún mejora sustancial para la clase menos favorecida, que vieron como unos pocos se repartieron el pastel petrolero sin sembrar país, ni desarrollo y convencidos que conservarían el poder eternamente. Venezuela se quedó sin partidos y menos sin líderes de centro. Chaves gana todas las elecciones realizadas en su país en los últimos seis años de manera limpia como redentor de los pobres y representante de una Venezuela olvidada por la clase política oligárquica (para utilizar su estilo). Planteó reformas sustanciales en las estructuras de poder, una distribución de la riqueza equitativa, incorporó un discurso moderado de cambio al principio, pero terminaría con el tiempo con la propuesta de una república socialista con ribetes muy especiales. Implementó una estructura de partido único que se ha venido tomando institucionalmente al país en todas las esferas y hasta hace poco por vía del referéndum pidió una concentración absoluta del poder en sus manos para el cumplimiento de su proyecto socialismo o muerte. Este en muy poca palabras constituye su periplo interno. Externamente los precios del petróleo en los últimos seis años, le han permitido tener unos fondos amplios para girar cheques en blanco a Bolivia, Argentina, Brasil, Cuba, para citar solo algunos y armar el proyecto Bolivariano de integración latinoamericana, que para el presidente venezolano constituye su caballo de batalla más importante en el ideario político que se ha propuesto para la zona y el cual no tiene pies ni cabeza desde una perspectiva geopolítica, menos en momentos de apertura y globalización comercial, que han hecho que cada nación asuma solo acuerdos bilaterales de tipo comercial sin ninguna coarta política, con la sola excepción de la lucha contra el terrorismo, que es una bandera mundial . Desde hace dos años para acá el discurso del presidente Chávez se ha radicalizado asumiendo cada vez un tinte Revolucionario mezcla de un socialismo variopinto y modelo cubano, con una ferviente oposición al país del norte, ataques discriminados a organismos multilaterales, además de realizar acuerdos con Irak, Argelia, cuba, Nicaragua, Ecuador, entre otros, que buscan un frente común, donde de manera curiosa las relaciones comerciales de Venezuela no se afectan para nada, incluso lo que tiene con los EEUU, muy a pesar de los ataques y dardos que le hecha a Sirios y Troyanos. Hasta aquí todo parece solo indicar la descripción de un líder que pareciera asumir gran parte de las banderas que alguna vez detento Castro. Pero las diferencias son muchas y es un hecho que el presidente Chávez adquiere cada vez más los matices de un dictador regional, que desconoce los canales diplomáticos, nunca conserta con nadie, quien no esta con él, está contra él, no escucha y va como rueda suelta constituyéndose en viacrucis para sus vecinos y porque no para el mundo, reacciona sin ninguna planeación ni política seria y parece un caballo desbocado acompañado de áulicos incondicionales. Por esta vía, ha atacado verbalmente al presidente Mexicano, al Peruano, al Colombiano, al brasilero, interfiere en asuntos internos de otros países y es definitivo que no controla su coprolalia en discursos sin ningún contenido, de poco sentido histórico y sostenidos por una verborrea que desdibuja al líder carismático de los primeros años. Chávez no tiene contrapeso en su país y en Latinoamérica solo Uribe ha decidido enfrentarlo a través de canales diplomáticos. En este marco, la situación en el caso Colombiano se torna muy delicada y corresponde a los organismos multilaterales asumir el liderazgo frente al líder desbocado, pues ya plantea una posible confrontación que por ahora sorprende por la estupidez que representa cualquier salida de este tipo. Es curiosa la sumisa alianza del presidente Ortega.