Es definitivo, hay más
territorio que estado. El gobierno y las autoridades municipales y nacionales
podrán dar muchas interpretaciones sobre el penoso caso de los asesinatos de
los profesionales en Antioquia, hasta ahora ninguna nos satisface, quienes, no solo eran jóvenes instruidos,
comprometidos, sino ajenos al cumulo de intereses y luchas de poder encriptados
en la región, problemas que están lejos de ser descifrados, es un hecho, no hay control de parte de las autoridades, lo sucedido refleja al final la incapacidad del estado para tener una presencia efectiva, no ha podido garantizar la vida, bienes y honra de los habitantes de la zona.
Los
ataques que cobraron la vida de tres geólogos de Continental Gold no son hechos
aislados, sino que obedecen a la lucha de los grupos armados ilegales por no
perder su dominio en la zona. Esta mina subterránea, en Antioquia, tendría una
producción de más de 253.000 onzas anuales, hay informales que se niegan a
dejar el usufructo de las mismas, grupos paramilitares con intereses perversos
y con algún posicionamiento, antiguos militantes de la FARC, que ahora simplemente
son bandas criminales, entre otras cosas debemos dejar de llamarlos disidentes y grupos ilegales de
todo tipo empoderadas en la zona y dispuestas a demostrar su capacidad con sucesos como los ocurridos.
Laura Alejandra Flórez
Aguirre, Camilo Andrés Tirado Farak y Henry Mauricio Martínez Gómez, fueron
vilmente asesinados, aún tratamos de entender lo sucedido, Colombia está lejos de tener una convivencia civilizada y pacífica.
El gremio minero señala
que“la Minería Bien Hecha es un sector
comprometido con el derecho a la vida y bienestar de la comunidad minera,
rechazamos toda forma de violencia y reiteramos nuestro compromiso con la legalidad
como fundamento del desarrollo social para las regiones”.
Recordemos que a Continental
Gold, la empresa minera canadiense en el sitio conocido como El Calvario,
municipio de Buriticá, hace apenas dos semanas, dos de sus ingenieros tuvieron un atentado, falleciendo uno de
ellos, identificado como Óscar Alarcón de 27 años, proveniente de Belén,
Boyacá. Su compañero Jorge Armando Tarra, de 35 años, quedó herido y trasladado
al hospital de Medellín, se encuentra en recuperación.
Quedan abiertos varios
interrogantes de suma importancia. Cómo le garantizamos a un inversionista
extranjero unos mínimos que le permitan continuar con sus objetivos?, tener alguna confianza en el
marco de una actividad específica, por lo menos tener la garantía de poder desarrollar su actividad en paz. Lo que está demostrado es que el estado no está en capacidad de controlar la crisis social latente de la zona nacida del empoderamiento
de grupos ilegales, no tiene la capacidad para hacer presencia y sentar
autoridad en territorios muy ricos, donde existe una inequidad social
y pobreza inexplicable frente a la riqueza del subsuelo. Las inquietudes quedan expuestas. El estado debe por lo menos capturar a los culpables, sería imperdonable no hacerlo.
He querido traer a este blog la última columna de este
excelente economista colombiano, aparecida en el diario “La republica”, donde reseña un libro de su autoría. Me parece
importante que mis lectores la lean, no solo por el libro sino por los comentarios
sobre el mismo, los cuales frente a los últimos hechos del país, que me
recuerdan el eterno retorno, pues nunca dejamos de repetirnos, con los mismos
males, con los desajustes acostumbrados en todos los ámbitos, las malas maneras
en cada instancia de la vida nacional y entre nuestros propios ciudadanos, la
violencia descarnada, una sola zona en Medellín tiene 67 muertos este año,
aspectos que parece nunca superaremos, en medio de radicalismos y
polarizaciones, aspectos todos que indican que debemos aprender más de nuestra historia. CESAR
HERNANDO BUSTAMANTE
Roberto Junguito
El autor de esta
columna acaba de publicar el libro titulado Cien Episodios de la Historia
Económica de Colombia, Ariel, Editorial Planeta, septiembre de 2018. En esta
recopilación se reúnen ensayos fundamentados en documentos históricos, en las
principales contribuciones a la literatura económica colombiana de
investigadores tanto colombianos como extranjeros, así como en escritos y
experiencias personales sobre la política económica de nuestro país en los
últimos lustros.
Este libro se publica
en conmemoración del Bicentenario de la Independencia de la República
1819-2019. Los grandes temas cubiertos en el libro son el pensamiento
económico, los asuntos fiscales, la deuda pública, los asuntos monetarios y
financieros, los aspectos sectoriales y empresariales, las instituciones económicas,
la situación macroeconómica, las reformas institucionales y la economía
política.
Se presentan ensayos
que van desde los primeros economistas colombianos en la época de la
Ilustración a fines del siglo XVIII, así como los escritos relacionados con el
filósofo Jeremy Bentham, y las visiones económicas de José Ignacio de Márquez,
Florentino González, Manuel Murillo Toro, Rafael Núñez y Miguel Antonio Caro en
el siglo XIX. Entre los temas fiscales del siglo XX se discute el informe de la
Comisión Musgrave, la reforma tributaria de la administración López Michelsen,
la Misión Bird-Wiesner sobre las finanzas intergubernamentales, las reformas
presupuestales, el impuesto al patrimonio en la administración Uribe Vélez, y
temas de años más recientes como la Ley de Responsabilidad Fiscal, la regla
fiscal y las recomendaciones de la Comisión del Gasto y la Inversión Pública.
En lo relacionado a la
deuda exterior, escritos que van desde las desavenencias entre Bolívar y
Santander por el uso de los recursos del Empréstito de 1824, hasta la crisis de
la deuda de América Latina en los años ochenta del siglo XX.
Entre los temas monetarios
y financieros se desarrollan episodios como la primera visita del Fondo
Monetario Internacional a Colombia que coincidió con el 9 de abril de 1948, la
devaluación frustrada de 1962, la creación de la Junta Monetaria en 1963, las
discusiones sobre la conveniencia de desmontar el control de cambios veinte
años después de su establecimiento en 1967, el debate sobre el control a los
flujos de capital en los años noventa, la adopción del régimen de tasa de
cambio flexible y el programa con el FMI a fines de 1999, en tanto que entre la
temática de las instituciones económicas se presentan episodios que van desde
la creación de la Sociedad de Artesanos a mediados del siglo xix hasta la
reorganización del Banco de la República como banco central independiente en
1991, la adopción del esquema de inflación objetivo para la estabilización de
la economía, hasta los relativos al proceso de paz de La Habana y el debate
sobre los dividendos de la paz.
Entre los varios
episodios que abordan la temática de la economía política se incluyen temas
específicos relacionados con el manejo de la tasa de cambio, las negociaciones
comerciales internacionales, las reformas tributarias y presupuestales y
también las de tipo social como es el caso de la reforma pensional.
En fin, es un libro de
Episodios de la Historia Económica de Colombia que trae consigo grandes
lecciones para el manejo de la economía nacional actual en la era de la
Administración Duque.
Cómo es realmente la relación entre el sujeto y el estado, la cual va mucho más allá del sentido de autoridad y sus equivalencias y contrapesos derivados del contrato social plasmado en la constitución; entre el sujeto con los poderes instaurados en sus
diferentes formas, son muchos, me refiero a los que le sujetan a través de dispositivos; cómo se articula con la
globalización en todo su espectro, desde donde se expresa a través de flujos exponenciales de información que le crea servidumbres de todo tipo; de qué manera se dan los procesos de subjetivisación en últimas. Foucault,estudió
esta estructura compleja toda su vida académica:
a.- Quisiera decir,
antes que nada, cuál ha sido la meta de mi trabajo durante los últimos veinte años.
No ha consistido en analizar los fenómenos del poder ni en elaborar los
fundamentos de tal análisis. Mi objetivo, por el contrario, ha consistido en
crear una historia de los diferentes modos de subjetivación del ser humano en
nuestra cultura. Así, el tema general de mi investigación no es el poder sino
el sujeto[1].
b.-Es
verdad que me involucré bastante en la cuestión del poder. Muy pronto me
pareció que, mientras que el sujeto humano está inmerso en relaciones de
producción y de significación, también se encuentra inmerso en relaciones de
poder muy complejas. Ahora bien, me parecía que la historia y la teoría
económicas proporcionaban un buen instrumento para estudiar relaciones de
producción; que la lingüística y la semiótica ofrecían instrumentos para
estudiar las relaciones de significación; pero aparte de las relaciones de
poder no contábamos con herramientas de estudio. Sólo podíamos recurrir a
maneras de pensar sobre el poder basadas en modelos legales, esto es: Qué es lo
que legitima el poder? O podríamos recurrir a maneras de pensar sobre el poder
basadas en modelos institucionales. Esto es: Qué es el Estado?. Era necesario,
por lo tanto, extender las dimensiones de una definición del poder, si se
deseaba utilizar esta definición en el estudio de la objetivación del sujeto".
Esther Díaz, lo
sintetiza magistralmente: “Foucault siempre ha pretendido saber cómo el sujeto
entra en los juegos de la verdad”. Agregaría, del poder.
Siempre hemos pensado
en el estado como en el manejador del poder, como el ente supremo. De La Salle,
ese gran tratadista, cuando definía la constitución, hablaba que esta es la
suma de los factores reales de poder.
En estos momentos la
relación del sujeto, con el estado y con el mundo se expresa en este contexto,
pero con articulaciones novedosas, hasta ahora desconocidas.
Jorge Garay Salamanca
en un informe de minería, en su introducción con respecto al estado moderno
expresó con una lucidez asombrosa: “Es por ello que Bauman (2007) introdujo el
término “mundo líquido” para dar cuenta que la Globalización –caracterizada por
la fluidez– ha dado lugar a “un mundo de circulación generalizada, en el que
los flujos se han liberado de la constricción territorial”, en palabras de
Innerarity (2013). Un mundo consecuente con la reproducción de amplios espacios
desgobernados sin que haya un verdadero Estado soberano transnacional que los
pueda gobernar y resultante, entre otros factores, del modelo de desregulación
y liberalización de los mercados y de la privatización de amplios ámbitos de la
actividad que ha caracterizado la etapa actual de la globalización: la
globalización neoliberal (Garay, 1999).
Vuelvo a Foucault,
miremos este párrafo: “Quisiera sugerir aquí otra manera de avanzar hacia una
nueva economía de las relaciones de poder, que sea a la vez más empírica, directamente
relacionada con nuestra situación presente, y que implica más relaciones entre
la teoría y la práctica. Este nuevo modo de investigación consiste en tomar
como punto de partida las formas dc resistencia contra los diferentes tipos de
poder. 0 para utilizar otra metáfora, consiste en utilizar esta resistencia
como un catalizador químico que permita poner en evidencia las relaciones de
poder, ver dónde se inscriben. De escribir sus puntos de aplicación!-los
métodos que utilizan. En lugar de analizar el poder desde el punto de vista de
su racionalidad interna”.
Se trata de analizar las relaciones de poder a
través del enfrentamiento de las estrategias”. Hoy, con la revolución de las
TIC, tecnologías de la información y el conocimiento, el sujetó está inmerso en
unas redes de poder que se traducen en subjetivaciones, en maneras de obrar y
de pensar, configuradas desde mecanismos indetectables para él, pero cuyos
efectos son constatables. Foucault en
alguna parte del texto categoriza:
“Esta forma de poder se
ejerce sobre la vida cotidiana inmediata que clasifica los individuos en categorías, los designa por
su propia individualidad, los ata a su propia identidad, les impone una ley de verdad
que deben reconocer y que los otros deben reconocer en ellos. Es una forma de
poder que transforma a los individuos en sujetos. Hay dos significados de la
palabra sujeto: sometido a otro a través del control y la dependencia, y sujeto
atado a su propia identidad por la conciencia o el conocimiento de sí mismo.
Ambos significados sugieren una forma de poder que subyuga y somete”. Ahora, ya
no solo es el estado el que somete, crea servidumbre y convierte al hombre en
un ser sujetado, existe un des-territorialización del poder: ““Glocalización es
una relación amor-odio en la que se mezclan la atracción con la repulsión. Se
(produce por) dos hechos inevitables que actúan a modo de tenaza: si se incomunica
un lugar quitándole las rutas globales de aprovisionamiento, a este lugar le
faltarán los dispositivos que le permiten mantenerse vivo y los elementos con
los que hoy día se construyen las identidades autónomas. Pero en paralelo a
esto, sucedería que las fuerzas globales no tendrían ningún lugar en el que
aterrizar, renovar su personal, repostar combustible y reabastecerse, pues todo
esto les es dado por los improvisados espacios aéreos locales. Así, ambos están
condenados a la cohabitación”.
Recordemos, en esencia
la obra de Foucault fue una defensa a la libertad, descifrar la relación del
poder con el saber, la racionalidad pierde toda neutralidad, como esta relación
afecta al sujeto, no desde la perspectiva directa, en su ejercicio, sino en su
conducta, en su manera de pensar, de hacer. En el prólogo de “Hermenéutica del
sujeto” queda plasmadocon toda claridad:
“El resultado es una
ontología histórica de nosotros mismos en relación a la verdad a través de la
cual nos constituimos en sujetos de conocimiento. Se podrían englobar todos esos
incisivos análisis foucaultianos bajo la rúbrica de una arqueología de las
ciencias humanas. Pero el problema de la libertad presenta también una
vinculación directa con las relaciones de poder que atraviesan los cuerpos para
grabarse en las conciencias”[2].
Lo explica mejor Esther
Díaz:
“El poder es una
relación, una acción ejercida por unos sobre otros. Quienes ejercen poder
intentan dirigir las conductas de los demás. Estos últimos, por su parte,
pueden resistir. De este interjuego entre poder y resistencia surgen relaciones
estratégicas. Una manera muy eficaz de ejercer poder es apuntar al deseo del
otro. Reglamentar lo que el otro debe hacer con su cuerpo, con sus apetitos,
con sus presuntos placeres. Esto se logra por medio de discursos, normas,
planificaciones y prácticas que circulan capilarmente por la sociedad,
atravesando ámbitos jurídicos, castrenses, escolares, familiares, religiosos,
recreativos, morales, tecnocientíficos y gubernamentales. El objetivo no suele
ser reprimir, sino obtener diversos resultados; por ejemplo, eficacia
económica, obediencia laboral o sometimiento moral”[3].
Ahora con la revolución
de las TIC, la globalización, el fortalecimiento de las multinacionales, la
penetración culturales que se traducen en verdaderos cambios de conductas,
estas relaciones sujetan más al ciudadano de a pie, al ser común, es una
relación que amerita mucho más atención, nunca antes se necesitó de verdaderos filósofos.