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domingo, noviembre 24, 2019

LECTURA DE LAS PROTESTAS EN COLOMBIA


Nunca pensamos las dimensiones de las manifestaciones, lo variopinta de las convocatorias y la multitud diversa que marchó pacíficamente en todo el país. Este país de violencias múltiples le fue imposible evitar los vándalos, una minoría que se mezcla para dejar la huella indeleble que nos apena y que tanto le ha costado a Colombia.
Lo inesperado, los cacerolazos, las amas de casa, las abuelas, la sociedad civil en su más espontánea reflexión, salieron en la noche a caminar y protestar con sus tiestos, para decirle al presidente que no están de acuerdo con el gobierno.  Después del 21, todas las noches y días, se repiten estas convocatorias. Todos reconocemos que vivimos los efectos de cincuenta años de equivocaciones, pero al presidente le toca gobernar, conocía desde que fue candidato el país que recibía, la historia de una Colombia marcada por la violencia, la inequidad, el desplazamiento y la coyuntura actual en toda su dimensión, lo peor, el desempleo.  A esto se suman el eco de las reformas que desde el ejecutivo se han propuesto, las que, para nada le suenan a la opinión.
La reacción del presidente: Lenta, no hay sindéresis entre lo que sucede y sus lecturas. No se conecta con la sociedad que gobierna. Quiénes serán sus asesores me pregunto, inexplicable, no han entendido que esto es una oportunidad para liderar un cambio en este país, donde nada pasa. Ni hablar de las declaraciones de los miembros de su partido, el centro democrático, sin palabras.
Espero que se abran los diálogos, que el presidente presente una agenda de entendimiento y que le demos vuelta a todo lo que sucede por el bien del país.
Diana Calderón nuestra periodista, escribió hoy en el diario “El país” de España: “Todavía estamos a tiempo como país de dar ejemplo de madurez democrática, respetuosa de los derechos de quienes disienten y enviar el mensaje de que la violencia fracasó como vía para superar nuestras carencias estructurales”.




miércoles, noviembre 20, 2019

LA MARCHA DE PROTESTA DEL 21 DE NOVIEMBRE EN COLOMBIA



Nunca antes había visto tantas reacciones ambivalentes del gobierno frente a la manifestación de protesta y paro de las centrales obreras; los estudiantes, son muchas las universidades que saldrán a marchar; sectores independientes y un número indeterminado de ciudadanos; todos, inconformes con el gobierno de turno, y por supuesto, en el marco del legítimo derecho de manifestarse.
Las reacciones del gobierno han sido incoherentes, torpes, casi todas de policía, generando intimidaciones de tipo verbal, sacando a las calles el ejército regular, allanando revistas independientes, aludiendo de manera insistente que no entienden la marcha, para ellos los motivos de su convocatoria son mentirosos, en los últimos cinco días hay visibilidad intensa del presidente en todos los medios; la pregunta, cómo antes no lo había hecho. El presidente no se conecta con su electorado, con la nación.
Cada vez se reflejan dos visiones de gobernanza que chocan y le hacen daño a la gobernabilidad: La de su partido “El centro democrático” y otra, la propia. Esto ha generado una tensión que se traduce en una total contradicción entre lo que propone el ejecutivo y lo que aprueba el congreso, sí es que logra la aprobación.
Dificultades que sumadas tienen muy inconforme a una buena parte del país, más cuando ha demostrado ser un gobierno más de derecha que de centro, con posiciones de centro ganó las elecciones, eso es otra cosa, es un hecho que cada vez se radicaliza más.
Revivir el toque de queda, cerrar desde ayer a las doce de la noche las fronteras, decretar la ley seca en casi todas las ciudades, para nada contribuyen a un ambiente de protesta sano, el mismo gobierno genera muchas tensiones, ni hablar todo lo que se ha dicho en las redes de parte de sus funcionarios o entrevistas a los medios.
El centro democrático es caso aparte. El radicalismo y la vehemencia de sus declaraciones generan un ambiente de guerra para nada conveniente.









miércoles, noviembre 06, 2019

EL ASESINATO DE INDIGENAS Y LIDERES SOCIALES EN ARAUCA COLOMBIA


En los resguardos indígenas del departamento del Cauca Colombia la semana pasada asesinaron once líderes indígenas en dos atentados de una flagrancia absoluta. Refleja la total incapacidad del estado. Con estos son más de 120 indígenas asesinados en 14 meses.  Narcos, disidentes de la FARC, carteles mexicanos, grupos ilegales dedicados a la minería están detrás de los asesinatos. Hay más territorio que estado, pese a la gravedad de los hechos, el gobierno ha sido impotente hasta la fecha para evitarlos.

Ayer se produjo otro asesinato, un líder más cayó por efecto de los mismos grupos en la misma zona. El gobierno tiene que ocuparse de los extensos territorios dejados por la FARC en Arauca, por mucho tiempo fue la autoridad en ellos. El estado debe cumplir con el acuerdo de la Habana, hacer una verdadera cruzada en este propósito. Al presidente Duque le ha faltado liderazgo y los colombianos sienten que no hay una estrategia que impida esta arremetida, la paz está muy lejos por ahora. El ministro de defensa, por mucho tiempo presidente de Fenalco, no ha tenido la capacidad para manejar una situación tan compleja, han aparecido de nuevo los falsos positivos, lo que hace el problema verdaderamente grave y el ejército debe evitar caer en esa guerra sucia.

Ahora, frente a los acuerdos de la Habana, para nada es buena para el país la posición ambigua del presidente, este acuerdo tiene un marco legal extenso, que va desde la protección de las víctimas, la devolución de tierras usurpadas a sangre y fuego; la búsqueda de la verdad, hasta las políticas de sustitución de cultivos de coca y reinserción de los desmovilizados. Otra cosa es lo que piensa el partido de gobierno, El centro democrático, que no pierde una minuta en el propósito de hacer trizas los acuerdos, pagó en las pasadas elecciones tan obcecada posición. El presidente Duque está en la obligación de cumplir con los mismos, no puede darse el lujo de dudar en aspecto tan importante.

El país no es consciente de lo que está pasando, menos la clase política, los partidos. Tan sólo este martes se produjo el debate contra el ministro de defensa en el congreso. Ante la inminencia de una sanción de la procuraduría, el ministro ha renunciado. La denuncia hecha por el senador Barrera de la muerte de siete niños en un bombardeo puso las cosas inmanejables para el doctor Botero.

Tenía una columna sobre los últimos libros de Steven Pinker, imposible pasar por alto los sucesos denunciados.