He de aplicar aquí la sentencia de pensar con el martillo y hablar de todas aquellas cosas que por lo obvio parecen ciertas y no lo son.
domingo, abril 12, 2020
LA SALIDA DE DANIEL CORONEL DE LA REVISTA SEMANA DE COLOMBIA
viernes, abril 03, 2020
ARJUIN APPADURAI
En esta
pandemia que nos otorgado tiempo libre de sobra, confinados en nuestras casas,
pues la mejor forma de contenerlo, mitigarlo y controlarlo hasta su extinción,
es a través del aislamiento de las personas, he leído algunos autores
fundamentales para entender lo que nos pasa. En mi país Colombia, estamos
confinados en nuestras casas hasta el 13 de abril de este año. Las muertes que
ha dejado el coronavirus en el mundo son abrumadoras, la economía, la actividad
social en general están absolutamente estancadas, generando la peor crisis en
los últimos cincuenta años, la misma que ha dejado al descubierto lo vulnerable
que somos.
Esta crisis
es un llamado a pensar sobre ciertos valores y herramientas de suma importancia
en el desarrollo social, como la globalización,
con más hondura, para relevar su verdadero valor y la necesidad de
producir cambios, como lo demostró esta cruzada, pues la economía sale mal
librada, la democracia liberal refleja debilidades, que tienen que ver con la
ausencia de una voluntad real, para superar la inequidad, la falta de una mejor
distribución de la riqueza y el hecho que las elites y las grandes
multinacionales no pueden seguir manejando el mundo como si fuera un juego de
monopolio.
ARJUIN
APPADURAI es un pensador nacido en la india, cuya lucidez está descontada. Su
libro “La modernidad desbordada”, que leí algunos años atrás, “No es un
análisis más de Ia globalización, sino una provocativa reflexión sobre la forma
contemporánea con que la modernidad es reformulada en ese fenómeno que llamamos
mundialización o globalización”. Sus textos sobre la globalización y el
territorio” y su último libro, “El futuro comercial como hecho cultural”,
tratan de entender la globalización y la revolución tecnológica frente al
desarrollo social, que es una manera de descifrar la modernidad desde una
perspectiva antropológica a partir de comunidades muy vulnerables.
Me parece que
el virus con sus consecuencias nos pone en el reto de redefinir la
globalización, lo que de antemano es bueno, pues las élites solo tienen una
mirada económica y que atiende a los flujos de dinero y mercancías, esta es una
herramienta que va mucho más lejos de estos conceptos y políticas estrechas,
como lo demuestra el tratamiento que se le ha dado al actual momento. Nadie
mejor que este pensador para entender la necesidad de cambios en esta materia.
En un texto
suyo expresa: “Aunque no trataré estas polémicas en este artículo, sí empezaré
con ciertos supuestos iniciales. Entendemos que la globalización está
necesariamente vinculada al funcionamiento actual del capital en una escala
global, que, en este sentido, amplía la lógica anterior del imperio, del
comercio y de la dominación política en muchas partes del mundo. Su rasgo más
destacado es la calidad descontrolada de las finanzas globales, que parecen
notablemente independientes de los límites tradicionales de transferencia de
información, regulaciones nacionales, productividad industrial o riqueza
"real" en cualquier sociedad, país o región específica”. Esta crisis
mundial, por razones del virus y la necesaria toma de decisiones para evitar el
crecimiento exponencial del mismo, nos ha enseñado que la globalización puede
superar los ejes actuales, de flujos de mercancías y manejos de mercado
financieros, para abarcar otras variables, más humanas, que tienen que ver con
el conocimiento y la equidad.
El autor lo
dice de mejor manera: “Mi principal objetivo en este artículo será la relación
entre la globalización y las actuales formas del pensamiento crítico,
especialmente cómo estas formas han sido organizadas por las ciencias sociales
en Occidente. Aquí debemos observar algunas peculiaridades de perspectiva que
elaboraré en secciones posteriores. La primera es la creciente disyuntiva entre
la globalización de los conocimientos y el conocimiento de la globalización”.
El último texto, basado en un proyecto de vivienda que lidera en Mumbai, dentro
del marco de la economía de lo posible y una búsqueda y resignificación de la
globalización en la que se pregunta: “Si la globalización ha cambiado”.
El presidente
Trump desconoció en los últimos cuatro años la colaboración mundial y el
multilateralismo, los acuerdos y tratados firmados en materia comercial,
incluyendo la colaboración en el conocimiento científico. Gracias al virus,
quien obligó a la colaboración científica como eje articulador para solucionar
la actual crisis médica, otras miradas se darán a partir de hoy de la
globalización y algunas de sus principales herramientas. Arjuin Appadurai
elucida al respecto: “vínculos emergentes entre globalización y conocimientos
acerca de la globalización, y para proponer una manera de pensar acerca de las
nuevas formas de la colaboración epistémica entre diferentes regiones y
ambientes culturales”.
Reafirmó en
uno de sus textos, anticipándose a todo lo que nos pasó “Este trabajo lleva implícita
una teoría de Ia ruptura que adopta las medias de comunicación y los
movimientos migratorios (así como sus interrelaciones) como sus dos principales
ángulos, desde donde ver y problematizar el cambio, y explora los efectos de
ambos fenómenos en el trabajo de la imaginación, este último concebido como un
elemento constitutivo principal de Ia subjetividad moderna. El primer paso de
esta argumentación es que los medios de comunicación electrónicos han
transformado decisivamente al campo de los medios de comunicación de masas en
su conjunto, lo mismo que a los medios de expresión y comunicaci6n
tradicionales”. En el texto la modernidad desbordada precozmente elucida: “La
centralidad de los medios de comunicación en Ia ruptura con Ia sociedad
tradicional es compartida con el fenómeno de Ia migración y Ia constitución de
lo que el autor llama audiencias migratorias o espectadores
desterritorializados”. La globalización requiere otra mirada. De hecho, la
globalización ha estado al servicio del capitalismo voraz. Hay flujo de dinero
y mercancía, no de personas, de manera paradójica en los últimos cuatro años
reaparecieron la xenofobia y los nacionalismos, la migración se volvió un
problema y la respuesta ha sido una solidificación de la derecha recalcitrante,
que desea volver a conceptos anacrónicos, la biopolítica que se refleja en
abusos, en términos de poder, como eje articulador de ciertas políticas de
estado nefastas.
El texto que
le da el nombre a este artículo, publicado por el fondo de cultura económica,
constituye una elucidación pertinente a esta crisis. El carácter antropológico
de la misma le da un fresco a un tema que en la mayoría de veces ha sido
tratado por tecnócratas desde una experiencia personal en Mumbai. Hay un
capítulo en este libro que se llama “Democracia profunda” de suma
importancia. “Este capítulo representa
un esfuerzo por comprender como se ha desarrollado la Alianza (Tres
organizaciones sociales de Mumbai, que se conocen con el nombre de Alianza)
analizando la manera en que ha articulado nuevas relaciones con la
gubernamentalidad urbana. Es una parte de un estudio actual más amplio de la
forma en los movimientos de base están encontrando nuevas maneras de combinar
el activismo social con redes horizontales globales”.
Este repensar
de conceptos que en síntesis nos ayudan a entender lo que nos pasa y particularmente
el hecho que contribuyen a la toma de conciencia de lo que entendemos por
sociedad en el marco de las TIC, tecnologías de la información y el
conocimiento, desde la perspectiva de la globalización, donde el eje político
es vital. El mundo no puede seguir igual, considerando la renta y la ganancia
como única manera de existir. Dónde están las artes, el desarrollo equitativo
de las sociedades urbanas en plena armonía con las rurales, el respeto por las
políticas comunitarias, por la naturaleza.
He visto en
esta crisis una solidaridad sin atenuantes, el conocimiento científico
determinando decisiones gubernamentales y no al revés, la integración de las
comunidades científicas y la conectividad en favor de un propósito.