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domingo, febrero 23, 2014

COMO NOS DUELE VENEZUELA


Lo que está pasando en Venezuela debe preocuparnos a todos los colombianos, no solo porque repercute indefectiblemente en nuestro país, sino porque no podemos estar ajenos a la grave situación que tienen por una serie factores de suma  importancia. No es prurito lo de país hermano, estamos unidos históricamente, compartimos la frontera más grande de todos nuestros vecinos con vastas zonas absolutamente compenetradas, hay una interdependencia directa en algunos sectores comerciales irrenunciable, imprescindible; además de  lazos familiares constituidos de vieja data, producto de  una migración centenaria entre los dos países.
Venezuela tiene la peor crisis política y económica de todos los tiempos. El país más rico de Latinoamérica, el cuarto productor de petróleo del mundo, una riqueza natural inconmensurable, hasta hace poco contaba con una población preparada y estable en referencia al componente educativo, está sin norte, colapsò en todos los sentidos.
El periódico la nación sintetiza magistralmente la actual situación: “La violencia en Venezuela vierte luz sobre los protagonistas de la vorágine que se ha propagado por el país. Por una parte, valerosos estudiantes y ciudadanos se vuelcan a las calles de Caracas y otras ciudades. Por otra, salen a enfrentarlos la Policía y el ejército parapetados detrás de escudos, chalecos antibalas y armados. También, del lado oficialista, pandillas de policías y militares disfrazados de civiles disparan contra la multitud. En igual embestida vemos a los “diablos” motorizados y letales”[1].
El país desde hace siete años se viene desangrando paulatinamente, sus excedentes han venido despilfarrándose de manera irresponsable sin precedentes históricos, la lujuria del pecunio publico alcanzó a todos los sectores y los ataques de filantropía del presidente Chávez, actualmente se pagan muy caro. No solo desarticularon el sector productivo del país, al que nunca han atendido, sino que lo dejaron sin sus mejores cabezas, PDVSA está acéfalo, los mejores ingenieros y directivos simplemente ya no están. En otras palabras se des-institucionalizó el estado y se ha permitido la peor corrupción de todos los tiempos.
El editorial del periódico la nación en una aparte expresa: “La crisis actual se ha venido fabricando por años, particularmente mediante el derroche de la riqueza petrolera y la merma de la capacidad productiva de esa industria. El presidente Hugo Chávez despidió a los técnicos profesionales, una capa cerebral que mantenía pujantes las operaciones de PDVESA, la central petrolera. En una de sus rabietas, se molestó al encontrar, primero, un reportaje de prensa crítico de la labor presidencial y cuya fuente eran declaraciones anónimas de personal de PDVESA. Luego, una página en los diarios reprodujo un manifiesto suscrito por la crema técnica del petróleo que puntualizaba los yerros de Chávez en las operaciones de PDEVESA”.
El papel de Cuba en esta crisis es de primer orden. En este contexto está claro que su influencia es perversa, intimidante y tiene intereses puntuales. “La estrategia del presidente venezolano ha sido diseñada en conjunto con asesores cubanos liderados por el legendario Ramiro Valdés, “el Fouché tropical cuya cercanía con los Castro se remonta al Granma, quien decidió que su única salida consistía en reprimir”, señala Jorge Castañeda en el diario mexicano Reforma. El papel preeminente de Cuba en la tragedia venezolana constituye una realidad imposible de ocultar”.
La juventud y un sector amplio de la sociedad decidieron ponerle coto a tan grave situación. No será fácil, pero la oposición debe de igual manera organizase, tener norte y saber cuál es su papel en la coyuntura actual.
Sobra decir que estaré atento con la suerte del dirigente Leopoldo López, el cual sigue injustamente detenido.