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sábado, mayo 23, 2009

UNA MIRADA FEBRIL DEL CAPITALISMO

Recuerdo como si fuera hoy la defensa hecha por Ayn Rand del capitalismo, absolutamente encantadora, sostenía : “es el único sistema que reconociendo la naturaleza "racional" del ser humano, y, por tanto, la "libertad" como exigencia de ésta, se fundamenta en la relación existente entre la inteligencia, la libertad y la supervivencia del hombre. Sólo en la sociedad capitalista los hombres gozan de libertad para pensar, disentir y crear; y fue esa libertad, señala la autora, la que permitió que el capitalismo superara a todos los sistemas económicos anteriores. Asimismo, sólo en esta sociedad en la que todas las relaciones son voluntarias, se reconocen y protegen los derechos del hombre, comenzando por el derecho a la vida y a la propiedad, sin los cuales ningún otro derecho se puede ejercer. En ello radicaría la justificación moral del capitalismo.” El capitalismo vive una crisis sin igual y curiosamente cuando parecía imponerse sobre todos las alternativas de desarrollo, vuelve a mostrar su ´peor cara, curiosamente ratificando alguno de los pronósticos apocalípticos de Carlos Marx, que implican un retorno a sus escritos. Hobsbawm al respecto declara “Es claro que cualquier 'retorno a Marx' será esencialmente un retorno al análisis de Marx del capitalismo y su lugar en la evolución histórica de la humanidad —incluyendo, sobre todo, sus análisis de la inestabilidad central del desarrollo capitalista que procede a través de crisis económicas auto-generadas con dimensiones políticas y sociales. Ningún marxista podría creer por un momento que, como argumentaron los ideólogos neoliberales en 1989, el capitalismo liberal se había establecido para siempre, que la historia tenía un fin o, en efecto, que cualquier sistema de relaciones humanas podría ser para siempre, final y definitivo. “La izquierda parece no entender a cabalidad este momento y centra sus análisis en oportunismos ideológicos sin ninguna estructura seria, los defensores a ultranza del sistema se concentran en aplicar correctivos financieros como si el problema no gravitara en profundas desigualdades humanas y en un sistema ineficaz para superarlas. Pocos olvidan que estamos frente “a una crisis de sobreacumulación, es decir, a la dificultad de operar un proceso de acumulación de plusvalía que responda a las exigencias de rentabilidad anticipadas para las nuevas inversiones productivas. Eso condujo masas de capitales hacia operaciones especulativas que, invisibles para algunos aún ayer, estallan en forma de quiebras bancarias y de una amplia insolvencia. De ahí las necesarias intervenciones de los Estados con el fin de reflotar bancos, seguros, empresas y garantizar de este modo las condiciones de reproducción del sistema.”[1] Con la aparición del mercado global, los problemas y disensos son aun mas evidentes, ósea el desarrollo de una economía global, no ha coincidido con el desarrollo de una sociedad global. La unidad básica de la vida política y social sigue siendo el estado-nación y el manejo avaro del mercado bursátil a través de instrumentos conocidos solo por muy pocos operadores degenera en un montón de problemas para el propio sistema y muchas economías. La solución siempre será política y deberá hacerse una lectura muy seria de algunos de los textos más importantes de Carlos Marx, lectura que implica a la vez una confrontación con todo el organigrama y variables del sistema vigente. Esta claro, como lo advierte Hobsbawm “que Marx no regresará como una inspiración política para la izquierda hasta que sea entendido que sus escritos no deben ser tratados como programas políticos, autoritariamente, o de otra manera, ni como descripciones de una situación real del mundo capitalista de hoy, sino más bien, como guías hacia su modo de entender la naturaleza del desarrollo capitalista. Ni tampoco podemos o debemos olvidar que él no logró una presentación bien planeada, coherente y completa de sus ideas, a pesar de los intentos de Engels y otros de construir de los manuscritos de Marx, un volumen II y III de El Capital. Como lo muestran los Grundrisse. Incluso, un Capital completo habría conformado solamente una parte del propio plan original de Marx, quizá excesivamente ambicioso. Por otro lado, Marx no regresará a la izquierda hasta que la tendencia actual entre los activistas radicales de convertir el anti capitalismo en anti-globalismo sea abandonada. La globalización existe y, casi un colapso de la sociedad humana, es irreversible. En efecto, Marx lo reconoció como un hecho y. como un internacionalista, le dio la bienvenida, teóricamente. Lo que él criticó y lo que nosotros debemos criticar es el tipo de globalización producida por el capitalismo.”
Milton Freidman, escribía en defensa del modelo: El sistema económico juega un papel dual en la promoción de la libertad. En primer lugar, la libertad económica en, en si misma, un componente esencial de la libertad en general. El capitalismo competitivo, como el sistema más favorable a la libertad económica, es por esta razón un fin en sí mismo. En segundo lugar, la libertad económica es un medio para la libertad civil o política. Al permitir una efectiva separación entre el poder económico y el político, reduce los costos de la idiosincrasia política y proporciona numerosos centros independientes de potencial oposición a la supresión de la libertad. La experiencia histórica y el análisis lógico apoyan por igual esta tesis. Esta claro que algunos presupuestos básicos para que el sistema capitalista funcione equitativamente, están muy lejos de alcanzarse y todo parece indicar que será necesario hacer que estos funcionen. Los principios tendrán que imponerse; justicia social, equidad..…en fin, la discusión apenas comienza.
[1] http://www.kaosenlared.net/noticia/capitalismo-crisis-duradera