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viernes, mayo 30, 2014

MI PERRO TONY




LOS PERROS TIENEN UN SOLO DEFECTO, ELLOS CREEN EN LOS HOMBRES
Tony es mi amigo entrañable, compañía total e invaluable, incondicional, quien me genera todo tipo de fortalezas, consuelo y sobre todo felicidad. Cuando hablo de mi familia está descontado que también me refiero a Tony. Es un Eschnauzer, de cinco años, que ha compartido con nosotros las verdes y las maduras. Cuando estoy en casa siempre está a mi lado con una mirada de absoluta complicidad.  Es intensa y trasmite mensajes concretos, los comprendo a cabalidad: “Tengo sed, no hay comida en el plato, salgamos ya, a dormir por favor, oiga a dormir me recuerda volteando la cabeza con absoluta dulzura, cuando estoy en casa vive pendiente de mí, me habla con sus largos silencios mientras leo.  Hay días pletóricos, en ellos está lleno de alegría, salta, entonces se vuelve como loco, se sube a las camas, late, otros días, de pronto se entristece y en un rincón se bate con sus penas……. Lo que está claro es su entrega.  Adicional a todas estas virtudes, tiene una adicional que resulta casi un don cuando se vive en apartamento, es absolutamente juicioso con sus necesidades fisiológicas, sale dos veces al día y nunca irrespeta este acuerdo tácito  de convivencia, pero es muy curioso, nadie le enseñó está sana costumbre. Hay momentos en la vida en me he sentido solo y de pronto miro al lado  y ahí está mi perro, impertérrito, con su mirada total, como lo boy scouts, siempre listo, no importa como estemos,  es un aliado incondicional.
Muchos desconocen la importancia de estos animalitos en el desarrollo del hombre. El ascenso del hombre y gran parte de sus grandes logros, se hizo en compañía del perro, en una sociedad que termino volviéndose indefectible, que ha forjado la mayoría de los códigos que le conocemos hoy. “El perro o perro doméstico (Canis lupus familiaris) es un mamífero carnívoro de la familia de los cánidos, que constituye una subespecie del lobo (Canis lupus). Un estudio publicado por la revista de divulgación científica “Nature” revela que, gracias al proceso de domesticación, el organismo del perro se ha adaptado a cierta clase de alimentos, en este caso el almidón. Su tamaño o talla, su forma y pelaje es muy diverso según la raza. Posee un oído y olfato muy desarrollados, siendo este último su principal órgano sensorial. En las razas pequeñas puede alcanzar una longevidad de cerca de 20 años, con atención esmerada por parte del propietario, de otra forma su vida en promedio es alrededor de los 15 años”. Se admite hoy que el perro se adaptó a vivir cerca del hombre por súper-vivencia, le era más fácil conseguir con esta alianza los alimentos, sobrevivir, fue lo que llamaríamos hoy una excelente alianza estratégica.
Muchas veces me pregunto qué pensará Tony, que  pasa en su química cuando me ve llegar y se llena de saludos, como siente estas alegrías, cuál es el metabolismo de sus sentimientos. Mi amor por Tony es inclasificable pero se resume en una palabra: Lealtad. Trato de darle todo aquello que lo hace feliz: Caricias, hablarle, consentirlo y sobre todo valorarlo como un ser tan importante como cualquiera de nosotros e incluso quien me ha enseñado cosas inexplicables para el sentido común, vitales para soportar la atribulada existencia.