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sábado, abril 23, 2016

LA PROPUESTA INMORAL CONTRA LA LEY DE RESTITUCION DE TIERRAS EN COLOMBIA

“Por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan otras disposiciones”. Este párrafo de la ley, constituye una verdadera revolución legislativa, son cincuenta años de rapiña, violencia y desplazamiento, para no hablar del siglo XIX. León Valencia, en su última columna en la “Revista Semana” expone asombrado el exabrupto del procurador, representante de la derecha inmaculada de de este país, del Doctor Álvaro Uribe, del señor José Félix Lafaurie, presidente de la Federación de Ganaderos, María Fernanda Cabal, parlamentaria y esposa de Lafaurie, quienes de manera  abierta y frentera conspiran contra la ley de restitución de tierras. La semana pasada emprendieron una campaña en su contra sin precedentes, sobra recordar que estos son representantes fieles del país reaccionario, elitista, rentista y fascista, cuya vigencia es indiscutible, pese al oprobio que significa. Estos señores aspiran a una especie de pacto de chicoral, una vuelta atrás, que por su puesto desconocerá los derechos de las víctimas, quienes son los verdaderos dueños de las tierras usurpadas, estas fueron expropiadas a sangre y fuego por el paramilitarismo, aun vigente, siguen asesinando y constriñendo a lo largo de todo el país en un proyecto de limpieza de nunca acabar.
Nuestros conspiradores, no solo han decidido darle duro con comunicados de prensa, escándalos, acusaciones en los medios de comunicación, en un proceso calculado de desprestigio y des-ideologización, sino que empezaron una cruzada en las zonas vulnerables, allí donde se produjeron las peores matanzas, expropiaciones y desplazamientos, su objetivo, crear ambiente en contra de la ley, de los procesos en curso, para reformarla, dejarla letra muerta  “Según Human Rights Watch, al menos 500 reclamantes de tierras en 25 departamentos han denunciado amenazas desde enero de 2012. Con las solicitudes de restitución no sólo están aumentando las amenazas, sino también los nuevos desplazamientos de quienes están reclamando de vuelta sus tierras. “Apenas inician el proceso, comienzan a ser acusados, perseguidos y vigilados. Muchas familias de Montes de María y el alto Magdalena están optando por fraccionarse, con el jefe de familia normalmente quedándose para quedar al frente de tema y el resto yéndose por seguridad. Y en Atlántico estamos viendo llegar muchas de esas familias”, cuenta Bernardo Cuero, el representante del Atlántico en la Mesa Nacional de Víctimas y líder de una organización de desplazados en Malambo”.
La restitución hace parte de la justicia transaccional, para ello existe una unidad de restitución, es el ente administrativo creado para acompañar a la víctima hasta el logro de su objetivo, volver a su tierra, de acuerdo al decreto ira hasta el 2021 y lleva tres años caminando en estos procesos. Es un juez, llamado jueces de restitución, el que determina mediante un proceso la devolución. Son varias poblaciones:
1.- El campesino que se desplazo
2.- El campesino o el finquero o empresario de buena fe que vive y adquirió la tierra sin saber nada sobre su pasado, o en su defecto el testaferro que adquirió en nombre de otro.
3.- También existen comunidades que se asentaron en tierras producto de la dinámica del conflicto.
Lo que trata la ley, es cubrir la multiplicidad de casos para los legítimos destinatarios de esta norma. Los controles son muy estrictos y muchas veces se han utilizado para descalificar sus logros, que a la fecha son muchos. Está demostrado que el 85% de los desplazados vuelve a las tierras.
El tema es complejo, de absoluta importancia, se hace necesario evitar los oportunismos alrededor suyo, ponerle palos a la rueda a su desarrollo es desconocer el punto neurálgico que ha sido el caldo de cultivo de la violencia en los últimos cincuenta años. La responsabilidad de la clase política es muy grande y el país espera que esta, que tanto daño le hace al país, este por fin a la altura de las circunstancias.

Nunca hemos podido superar el cumulo de intereses particulares y el egoísmo que se sobrepone  al destino común, menos encontrar los puntos de convergencia necesarios en toda sociedad civilizada, justa y democrática. El poder en Colombia se ha utilizado para poder, a favor de una clase, de unas sanguijuelas que lo usufructúan descaradamente y que siguen vigentes, con un ítem, cada vez son más sutiles sus relaciones con este.









viernes, abril 15, 2016

UN DEBATE RECCURENTE ALREDEDOR DEL ARTE CONTEMPORANEO


Avelina Lésper es una crítica Mexicana que volvió a instalar, para utilizar un término que le disgustaría  mucho, el debate sobre el arte contemporáneo: “Carece de valores estéticos y se sustenta en irrealidades. Por un lado, pretende a través de la palabra cambiar la realidad de un objeto, lo que es imposible, otorgándoles características que son invisibles y valores que no son comprobables. Además, se supone que tenemos que aceptarlos y asimilarlos como arte. Es como un dogma religioso”.  Esta controversia es recurrente en el arte, las vanguardias, siempre son criticadas por aquellas personas que sólo ven el arte “verdadero”, en todas aquellas formas tradicionales, que resultan de imitar la realidad: “La perfección técnica, la veracidad, la habilidad, el genio, la pintura de caballete”[1]. Halim Badawi, en la revista “Arcadía” de Colombia, riposta en un artículo: "Con frecuencia, la mayor convicción política se pone el disfraz de lo políticamente incorrecto. En ocasiones, las opiniones más conservadoras y autoritarias pueden ser presentadas al público de forma seductora, como renovadoras y de vanguardia, empleando artificios del lenguaje a través de voceros mediáticos y altisonantes que actúan como niños inocentes capaces de señalar la farsa, como aquel personaje desprevenido capaz de decir que el emperador va desnudo" Esto para acentuar que pese a la aparente convicción se sus argumentos el mismo no es más que una posición reaccionaria, una manera de imponer una concepción canónica del arte. Un artículo, de la valiosa y extinta revista Española “A Parte Rei” de la mano de José M Del Aguila Gómez, refiriéndose a Baudelaire, recordaba algo que viene al tema: “Entendemos la contemporaneidad como algo más simple que la modernidad. Si la modernidad significa distancia con el arte simbólico medieval y afianzamiento de la razón humano; la contemporaneidad implica la toma de conciencia que dispone la actuación política y social del hombre, no es para Baudeliere el mundo nuevo que la razón crítica quiere hacer surgir de las investigaciones de las ciencias y de los resultados de la técnica. Es simplemente la vida concreta y cotidiana del hombre en el mundo contemporáneo, mundo cambiante y en permanente trasformación, que vive en presente y el futuro, pero que está condenada siempre a caminar en el presente, a buscar su fugacidad en el día a día”.
La pregunta que evoca el presente debate es, ¿qué es el arte, ¿qué consideramos obra artística?. En la revista Ñ del periódico “El Clarín” de Buenos Aires, la crítica Mexicana, se lanza en ristre contra la manera como se está asumiendo las consideraciones sobre el arte y por esta vía critica al arte contemporáneo como tal. Responde con absoluta seguridad a una pregunta que intenta focalizarla:
-¿Quién decide qué es arte?
-Es una decisión arbitraria que se toma entre las instituciones, los museos, las universidades… Es un arte de la academia. Eso de que es independiente y libre es mentira. 
Halim en arcadía enfatiza: “Aunque Lésper comprara el arte contemporáneo con un dogma incuestionable, (así llama el primer capítulo de su libro, lleno de múltiples alusiones religiosas),ella construye su propio dogma mediante un acto de fe en sí  misma, cuando define  lo que para ella es el “verdadero arte” y, en oposición, el “antiarte”, una polaridad que se parece mucho a las “verdaderas” y a las” falsas  religiones”, impulsadas normalmente  por personalidades ególatras  y mesiánica, que polarizan las opinión pública dañina para la humanidad”.
Adrian Searle en el “Cultural” de España refuta de otra manera la posición de Lésper, sin referirse puntualmente a su libro, su aporte es puntual: “Ante ello cabe preguntarse qué interés tendrían los artistas en pasarse la totalidad de sus carreras perpetuando una estafa. ¿Por qué iba alguien a molestarse en idear una conspiración de esas características? ¿Habrá alguien a la cabeza, planeándola y organizándola? ¿Se tratará de Vicente Todolí, de Sir Nicholas Serota, o de algún potentado coleccionista oculto en su bunker, como el malo malísimo de una película de James Bond? ¿Qué objeto tendría esta fantasía inverosímil?[2]”.  Lesper, ataca  los curadores, a los críticos y por su puesto a los artistas: “Ahora el arte solo es mensaje. No hay arte, solo hay panfletos. Estas obras no pueden existir sin los museos. Las obras, paradójicamente, se ven mejor en el catálogo que en vivo. Y ya no digamos con los artistas performance, que solo tienen el registro fotográfico de lo que hacen porque dicen que es efímero, aunque lo repitan 700 veces. Son obras que solo existen en los catálogos y a través de los discursos y la teoría que le ponen los comisarios y especialistas en estética. Son objetos de lujo, una nueva forma de consumo”.
Nunca antes se había podido acceder de manera tan fácil al arte, lo que lo hace más popular y por ende abre el debate, lo democratiza, esto quiere decir que la controversia hace parte del momento artístico contemporáneo. Hay quienes piensan que todo pasado es mejor, creo que no es así y que pese a lo dicho por la crítica Lésper, el arte pasa por un buen momento, sobra decir, que siempre abran imposturas, el tiempo que lo cura todo, será el mejor filtro a los engaños del mercado tan comunes en este capitalismo voraz.
Ver el arte, valorarlo, descifrarlo, nunca será tarea fácil, pero esto hace parte del mundo artístico, la obra se termina cuando el espectador llega, su mirada le da el toque final a una obra que siempre implícitamente tiene un mensaje, imposible desligarla del marco ideológico que le da  sentido.








[1] Halim Badawi. Revista arcadía o  127
[2]http://www.elcultural.com/revista/arte/La-conspiracion-del-arte-contemporaneo/27812

domingo, abril 03, 2016

COLOMBIA ENTRE LA GUERRA Y LA PAZ

Tres hechos en esta semana nos sirven para hacer un diagnostico de la situación social, política y económica del país por estos días: El inicio de las negociaciones del gobierno con el ejercito de liberación nacional ELN, que desde 1966 se fundó como grupo guerrillero; el paro armado convocado por las BACRIM los días jueves, viernes y sábado; y la manifestaciones convocadas por la oposición (El centro Democrático) contra el gobierno el último día.
Los tres sucesos guardan una relación directa, miremos. Este gobierno le ha apostado totalmente al acuerdo con los grupos insurgentes, con costos políticos muy altos para el presidente por efectos de una oposición radical y recalcitrante. El conflicto lleva más de cincuenta años, nos ha dejado muchas víctimas, desplazamiento, masacres, daños incuantificables,  el fracaso histórico del estado y de la propia guerrilla es absoluto, las cicatrices del conflicto son muchas y mantienen una relación estrecha con todo lo que nos sucede. Está semana las BACRIM, lograron parar con sus amenazas buena parte del país y en algunas zonas, municipios enteros, por ejemplo en Uraba fue total, su fortaleza quedó demostrada, la mirada este fenómeno debe hacerse con rigor.  Por último, ayer se hicieron las manifestaciones del centro democrático en las principales ciudades, lideradas por el ex presidente Uribe, solicitando la renuncia al presidente Santos, partiendo, según este partido, del fracaso total del gobierno. Haré el análisis una por una.
El dialogo y los acuerdos con la insurgencia son de suma importancia para el país. La oposición, ciertos sectores elitistas, muy conservadores por cierto, solo ven en la guerra o la entrega sin condiciones de la FARC y el ELN, la única manera de acabar con el conflicto; no quieren entender la importancia de un acuerdo con la insurgencia y en ocasiones en un oportunismo inexplicable, hacen una oposición radical, en ocasiones sin argumentos, ni siquiera han medido las consecuencias que tendría el fracaso de estos diálogos, hay mucho egoísmo en su posición. Aun así, hace bien el gobierno en respetar el derecho que tienen para oponerse a los acuerdos, lo cierto es que el radicalismo de este país sigue campante, siempre viene de sectores muy elitistas, nunca han estado dispuestos a reconocer el otro país, el marginado, nuestro conflicto tiene orígenes políticos y sociales muy claros: la inequidad, la exclusión y las políticas de exterminio que fueron el caldo de cultivo de la insurgencia, la oposición alega que hoy no son sino un simple cartel de droga, la historia no se mira de manera tan simple, casi todos los factores que le dieron origen siguen  vigentes. Esto da la medida del país, de lo que somos, es necesario partir de una mirada que parte de todo el contexto histórico, no podemos ser tan irresponsables en esta materia.
Las BACRIM, están fortalecidas por factores que aun no hemos logrado poner sobre la mesa con absoluta claridad, su genealogía nadie la estudiado con seriedad, tal vez porque las conclusiones no dejarían títere sin cabeza. Las BACRIM, nacieron por la confluencia de varios factores concomitantes que es preciso tener en cuenta. En primera instancia habrá que estudiar necesariamente el  fracaso  del proceso de desmovilización del paramilitarismo, las mentiras y encubrimientos del mismo, donde inexplicablemente, se camuflaron verdaderas bandas criminales y se franquiciaron los mecanismo de despenalización que el mismo proceso admitía, este tuvo un manejo espurio y se podría decir que la buena fe del comisionado Luis Carlos Restrepo fue asaltada.  Esta, Constituye una variable de suma importancia para entender el fenómeno, varios grupos ni se desmovilizaron, ni se reincorporaron y controlan vastas zonas donde tienen un manejo perverso de su poder, que no es otro que el control total de los negocios ilícitos con un eje: el narcotráfico, fungen como estado. Las organizaciones paramilitares sirvieron de base para recoger la delincuencia anterior al proceso de desmovilización, para incorporarlas a sus organizaciones , a partir de este momento se fortalecen, pues reagrupan a toda la criminalidad. Las BACRIM, aspiran a sentarse en la mesa de negociación, al final el gobierno tendrá que mirar tal posibilidad.
Por el último, las manifestaciones ayer del partido de la oposición,  realmente no tuvieron la contundencia que el centro democrático aduce y demuestra que este partido, caudillista por excelencia, sigue sólo girando alrededor del carisma de Álvaro Uribe, este fue un acto en contra del proceso de paz, la crítica al mismo es total, nunca han planteado cuales serían las alternativas, ¿sí no es por vía del dialogo y acuerdos a través de una mesa de negociación?, cuál sería el camino.  Hablan de entrega del estado a la FARC, de impunidad, su posición y discrepancia siendo legítima, debería estar acompañada más bien de alternativas y planteamientos documentados, el escenario natural debería ser el congreso, a través de su bancada por su puesto, es el escenario ideal para el debate con la capacidad de generar algún consenso. Colombia tiene una derecha muy fuerte y unos privilegios enquistados, de una élite, que no está dispuesta a ceder ni un centímetro de sus privilegios. La concentración de la riqueza, de la propiedad sigue siendo muy alta, nuestro país es rentista, mantiene unos niveles de inequidad exorbitantes. Creo que el debate debe hacerse de otra manera, pedir la renuncia del presidente nos deja la sensación del anhelo del expresidente Uribe, quien quiso perpetuarse en el poder, hizo todo lo posible para un tercer mandato, después de haber aprobado la reelección con métodos no santos, lleno de argucias ilegales. Todos tenemos el deber de cuidar la poca democracia que aun nos queda, sobre todo los partidos políticos y la crítica puntual es que los partidos solo amparan intereses muy particulares y de clase.
Nuestra situación es muy delicada y está en juego el futuro del país, es necesario generar una discusión abierta, desligarla de la politiquería, la academia, las ONG y el sector gremial, están obligadas a ganar más protagonismo. Esperaré cuál es el desenlace de estas tensiones.