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domingo, noviembre 26, 2006

El PARTIDO DEL POLO


Luís Carlos Galán siempre enfatizo que un partido sin democracia interna difícilmente podría ser una alternativa real para el país. Con el eslogan “Somos muchos más que dos”, las elecciones internas del polo, convocaron a mas de 550.000 votantes, en un éxito sin precedentes para un partido nuevo en Colombia, mas cuando estamos hablando de una alternativa de izquierda, que tantas frustraciones ha empollado, en la historia nacional, por razones que no caben tratar en el momento. El fortalecimiento del Polo, deberá asumirse con la seriedad que merece y por ser alternativa real de poder, frente a los atribulados hechos de la vida nacional que vivimos. En su pagina, se establece con claridad meridiana que: “El Polo Democrático Independiente no nace el 17 de julio de 2003, cuando se presentan los estatutos y la plataforma política en el Consejo Nacional Electoral. Y decimos que no nace en esta fecha, ya que el Polo es un movimiento en construcción, fruto de la unión de diversos sectores acordes con la idea de presentar para los colombianos una alternativa política diferente, que busca consolidar un verdadero Estado social de derecho, una igualdad de oportunidades y una democracia plena con justicia social.”, en este momento, para bien del país, el polo constituye el único bastión serio frente al unilateralismo producido por el mesianismo del presidente y los áulicos que ven en este nuevo niño del veinte de julio, la única salida desde la democracia, a los graves problemas que nos agobian y donde por su puesto, el peor problema es el gobierno. Ahora, cuando hablamos de izquierda nos preguntaremos a cual izquierda, si partimos que el termino, para los teóricos, en el momento actual presenta graves disyuntivas y talvez deberíamos recurrir a su origen para precisarlo, cuando después de la Revolución Francesa, los parlamentarios se sentaron a la derecha e izquierda del rey según defendieran o rechazaran los privilegios del absolutismo, lo que nos permite la posibilidad de que símbolos de épocas pasadas puedan conservar sus significados aún en etapas ulteriores del desarrollo humano; o recuurrir al concepto de Frank Álvarez quien precisa frente a la palabra que “Por izquierda asumimos un término referencial, surgido del curso de la práctica política con carácter histórico concreto. Generalmente con él se identifican las fuerzas progresistas y renovadoras, contestatarias del orden establecido, que pretenden renovar determinados valores básicos (ideológicos, políticos, éticos, sociales y económicos) de aquellos sistemas que ya no son representativos del avance, la renovación y el progreso social” y la precisión la hacemos, porque esta demostrado que las alternativas de izquierda en el país, han terminado disueltas casi siempre por falta de organización interna, de seriedad y preparación para ser alternativa de poder, por caer en los mismos errores que pretenden erradicar y por cierta ingenuidad frente a los privilegiados eternos, que la han erradicado a sangre y fuego, sin que nada pase y con la mirada cómplice de media nación. Cuando el polo describe sus orígenes, dentro del marco de la épica textual que va construyendo como símbolo mítico, establece que “La idea de construir un partido asombra; proponerlo nos sugiere una ilusión, la ilusión de crear un partido no tradicional en Colombia que se abre paso entre luchas sindicales, la lucha armada, los movimientos cívicos, ciudadanos, campesinos, indígenas, a la vez que navega con toda esa historia de la izquierda, que por décadas ha estado en la búsqueda y definición de un sujeto político, con un perfil ideológico propio a la colombianidad.” La tarea no es fácil, pero solo nos cabe estar muy complacidos por que se esta cumpliendo a cabalidad. Me parece prudente traer a colación el consejo del editorialista del Espectador: “La consolidación del Polo no sólo le sirve a la izquierda, sino sobre todo a la democracia colombiana. En un país profundamente atravesado por el conflicto armado y menos de una generación después del genocidio de la UP, el avance de la izquierda democrática es una señal clara del fortalecimiento de la institucionalidad democrática en el país. El resultado en las urnas, que despeja muchas dudas sobre la fortaleza de su unidad, le impone al Polo el reto de dedicarse ahora menos a resolver sus asuntos internos, entendible hasta ahora, y más a hablarle al país para ofrecer alternativas viables al modelo actual.”

lunes, noviembre 20, 2006

DIALECTICA DE LA MENTIRA


Evitar caer en el juego de las denuncias y las defensas inconclusas, en una dialéctica en donde el poder, en el mejor sentido genealógico, produce sentidos y contrasentidos, para terminar legitimándose, es la premisa, frente a lo que se está develando a través de los pronunciamientos judiciales de la corte en los últimos días. Nada es nuevo en el panorama y estos escándalos no son otra cosa, que retaliaciones por pactos incumplidos en la mesa de negociación de ralito, entre el comisionado (que es la voz del presidente en la mesa) y los paramilitares. Acuerdos absolutamente graves, comprometen al comisionado; denunciados por las victimas desde hace tiempo, sin respuesta hasta la fecha, con implicaciones generales por hipotecar el futuro de la nación, pues en ellos se ha repartido la geografía, el poder y la tajada del saqueo, a sangre y fuego, con masacres a bordo, hechos que ahora, frente al circo producido por los medios (que en todo caso nos complace) parecen tener una resolución legal y acorde a un país de derecho. Estos sucesos me recordaron como para Foucault, el discurso sobre la guerra y el poder, que fue invertido por el principio de Clausewitz “la guerra es la continuación de la política por otros medios”, obliga entonces, a estudiar el poder a partir de este discurso, en términos de oposición de fuerzas, de enfrentamiento, de combate. En Colombia, la repetición de los eventos de violencia, masacre y saqueo, casi desde la fundación de la republica (en una cacofonía en apariencia sin sentido) muestra la ausencia del estado, de país, de gobernabilidad, de legalidad, análisis que corresponde a una primera mirada, que aunque cierta, se fundamenta por los efectos, por los hechos en sus replicas mas dolorosas, desde un primer plano, de la mano de la historia mediática y ramplona a la que nos acostumbraron; pero otra es la realidad del país, oculta cosas mas graves y que continúan en pie como si nada: repartición de favores, enrequicimiento ilícito, saqueo, corrupción, impunidad y justicia selectiva, realizado por una elite que usufructúa el poder desde tiempos inmemoriales, hechos que necesariamente, se traducen en desigualdad etc, etc. Hoy estamos frente a una situación, que enfrenta a paracos con políticos, estos con los empresarios, que no asumen la cuota de responsabilidad inmensa que les corresponde, y al país, con un gobierno que comienza a deslegitimarse en todo su contorno; pero en esencia estamos frente al conocimiento por vía judicial, de los acuerdos mas oprobiosos de que se tenga historia, donde se ha entregado la poco dignidad que nos quedaba y con cláusulas tan penosas, que ya empezaron a ponerse conejo entre sus compromisarios y por su puesto los resultados saltan a la vista. Que hacer, amanecerá y veremos.

lunes, noviembre 13, 2006

CUAL ESCANDALO


Es evidente que desde la pasada campaña presidencial, ósea, desde los inicios del primer cuatrienio del Doctor Uribe, se han denunciado no solo los vínculos del paramilitarismo con el gobierno, sino su penetración en todos los sectores de la vida nacional, sin que hasta ahora haya pasado algo, con la excepción del pronunciamiento de la corte y el supuesto escándalo de los últimos días. Por ello, ante las denuncias hechas por Petro, que en su momento se tildaron, de artimañas de la izquierda, la corte Suprema de justicia, se vio en la obligación de abrir una investigación muy seria y con los indicios iniciales, que parecen ser muy delicados, emitir las ordenes de captura, que ahora conmueven a sirios y troyanos.
Lo triste del escándalo en esencia, es el mismo escándalo, mas cuando gran parte de la sociedad en general, los medios de comunicación y muchos personajes respetados del país, se han plegado al poder de los señores paramilitares en todo el norte de Colombia; que ha permitido que los varones estén manejando a sus anchas curules del congreso, la salud, los juegos y tenga en sus arcas varias alcaldías, en una permisibilidad que resulta ahora incomoda y no corresponde a las declaraciones y la sorpresa frente al ocho mil que se viene encima, cuando hasta hace poco, compartían opiniones, negocios y partido.
Colombia siempre vive entre mentiras y doble moral, característica de la retórica española clerical y mojigata, que heredamos y manejamos espléndidamente. Vivimos muchos años, del dinero del narcotráfico, de la marimba, del contrabando, de las corruptelas y la sociedad nunca parecía enterarse, más cuando recibía beneficios directos de tan oprobiosos negocios, hasta cuando los gringos decidieron acabar con el contubernio. Con los demócratas, con mayorías en el congreso Americano después de la elecciones del martes, las cosas van a cambiar sustancialmente y los gringos empezaran a meter la mano en materia de derechos humanos y ha develar una serie de masacres, negociados, penetración del paramilitarismo en la política y droga, que pondrá a temblar a mas de un implicado, muy a pesar de ser conocidas por muchos y denunciadas por las victimas, sin ser hasta ahora escuchadas. El silencio del presidente, del senador Uribe, el ocaso del partido de la U, que hasta ahora no ha servido sino para pedir Burocracia, son síntomas muy graves de una coalición hecha de papel y oportunismo. Esta semana, nos dará varias sorpresitas, amanecerá y veremos.