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jueves, agosto 28, 2014

CORTAZÁR Y LA MUSICA


En todos mis blog he realizado un justo homenaje a JULIO CORTAZAR, como en este caso, trayendo a colación artículos como este, que lo reflejan en su totalidad en alguno de sus aspectos relevantes para su obra. En este caso, su intensa relación con la música.
JULIETTA RUFO

LA MÚSICA, ESA PASIÓN QUE CORTÁZAR AMABA MÁS QUE LA LITERATURA


“Johnny estaba en gran forma en esos días, y yo había ido al ensayo nada más que para escucharlo a él y también a Miles Davis. Todos tenían ganas de tocar, estaban contentos, andaban bien vestidos (de esto me acuerdo quizá por contraste, por lo mal vestido y lo sucio que anda ahora Johnny), tocaban con gusto, sin ninguna impaciencia, y el técnico de sonido hacia señales de contento detrás de su ventanilla, como un babuino satisfecho. Y justamente en ese momento, cuando Johnny estaba como perdido en su alegría, de golpe dejó de tocar y soltándole un puñetazo a no sé quién dijo: ‘Esto lo estoy tocando mañana’”. Johnny es Johnny Carter, el saxofonista obsesionado con el tiempo que Julio Cortázar inventó para “El perseguidor”, uno de sus cuentos más reconocidos por la crítica, publicado en 1959 en el libro Las armas secretas.
Johnny no es sólo un producto de la imaginación: muchos de los datos de su biografía de ficción se inspiraron en la vida real del también saxofonista Charlie Parker, uno de los músicos de jazz a los que Cortázar admiraba. Y esa historia es de las tantas en las que la música atravesó la literatura del autor de Rayuela, que en su casa tenía unos cuatro mil libros y unos seis o siete mil discos y casetes. Su pasión por la música, pensó su viuda y albacea Aurora Bernárdez, no iba a conmover demasiado a nadie, así que vendió la discoteca a un parisino que pasaba.
El documental Esto lo estoy tocando mañana es justamente todo lo contrario a lo que Bernárdez había pensado. En el trabajo dirigido por Karina Wroblewski y Silvia Vegierski se entrecruza el testimonio de escritores como Mario Vargas Llosa y Liliana Heker con el de músicos como Juan “Tata” Cedrón y Margarita Fernández –incluida en la “lista de pianistas preferidos” de Un tal Lucas –: todos se ocupan de salirle de testigo al romance inspirador entre Cortázar y la música.
“Su amor por la música se nota en cómo aparece en sus personajes más queridos”, subraya Heker en la película, y alcanza con pensar en las discusiones jazzeras y trasnochadas que sostienen los miembros del Club de la Serpiente en Rayuela o en los discos que Horacio le propone o le impone a La Maga. Mientras tanto, Vargas Llosa recuerda cómo Cortázar se encerraba en una habitación a jugar con su trompeta y Fernández evoca al escritor a la salida de una sesión de jazz en el París de los cincuenta, caminando por la Ile de la Cité y tocando algún instrumento de viento imaginario.
Es el propio Cortázar, con sus erres patinadas, el que asegura en la película: “El jazz tuvo gran influencia en mí (...) el fluir de la invención permanente me pareció una lección para la escritura, para darle libertad y no repetir partituras” y cuenta también que “las palabras de los tangos me enseñaron mucho del habla del pueblo, de cómo expresan su obvia poesía”.
“El centenario de Cortázar fue la primera excusa para realizar un documental en su homenaje”, sostienen las directoras de la película, que desde hace una década trabajan en la Audiovideoteca de Escritores de Buenos Aires. “Decidimos recorrer un aspecto poco explorado y pensamos en la música y en la relación del melómano y el escritor”, cuentan. En la pantalla, Cortázar les aprueba la tesis: “Fuera de la literatura, la influencia más fuerte que he tenido es la música”, dice, y confiesa un sueño frustrado: “Si hubiera podido elegir entre la literatura y la música, habría elegido la música”. Como si se pudiese elegir en las artes.


He decidido en todos mis blog realizar un homenaje al escritor JULIO CORTAZAR, en su aniversario. Sus escritos hablan por sí solos, además del artículo que trascribo del periódico el " EL CLARIN " de Buenos Aires, publicaré uno de sus relatos más emblemáticos:






jueves, agosto 21, 2014

GABINETOLOGIA Y GOBIERNO EN COLOMBIA


Los nombramientos de los nuevos ministros realizados por el presidente Juan Manuel Santos para su segundo periodo y la elección del contralor, corresponde a la milimetría de gobernabilidad producto de sus acuerdos electorales, común políticamente hablando, necesaria desde la perspectiva de la gobernabilidad, que además deberá ajustarse a las necesidades propias de su plan de desarrollo y los retos que le imponen algunos problemas  críticos del país.
Apenas el presidente nombró equipo, la infantería como se dice, de los nombramientos hechos decanta que busca un gobierno de carácter nacional, trata de cumplir con las cuotas regionales, como es lógico, de la mano de sus aliados, en este marco hubo incluso  ofrecimientos a la izquierda, por lo menos aquella que lo apoyo en su elección,  en cabeza de Clara López, el cual fue rechazado de plano. Encontrar el equilibrio no es fácil. En este galimatías, la lagartearía es el pan de cada día, son más las frustrados que los posesionados, suelen ser muchos los aspirantes, ahora al ejecutivo le sobran aliados.
De los siete ministros nombrados, muy pocos corresponde a criterios técnicos, ha sido imposible que se manejen desde esta óptica los mismos, resulta ser una epidemia histórica, en todo caso es explicable, la gobernabilidad responde a criterios políticos, los malabarismos son difíciles de comprender para el ciudadano de a pie, pero sustanciales al manejo del poder, lo que se espera es que por lo menos los nombrados conozcan de sus carteras, tengan capacidad técnica, manejo político, sean excelentes administradores, expertos en gestión pública, sino llegarán a improvisar y perderán tiempo valioso, pues se enfrentaran a mil problemas, inaplazables todos, cada cartera hierve, deberán paralelamente enfrentar a la oposición,  que come ministros, por ahora ese es su plato favorito.
Desde hace dos semanas estaban designados los ministros de Defensa (Juan Carlos Pinzón), Hacienda (Mauricio Cárdenas), Relaciones Exteriores (María Ángela Holguín), Agricultura (Aurelio Iragorri) e Interior (Juan Fernando Cristo).
El liberalismo, que ha luchado con esa última organización política por ser el más fiel al mandatario, no fue menos afortunado. La Cancillería (María Ángela Holguín), Justicia (Yesid Reyes), Interior (Juan Fernando Cristo), Salud (Alejandro Gaviria) y TIC (Diego Molano) quedaron en sus manos.
A los conservadores, que estuvieron a medias con la reelección, les dieron dos ministerios claves: Hacienda, para Mauricio Cárdenas, y Minas, para Tomás González.
Uno de los grandes ganadores dentro del nuevo gabinete es el vicepresidente, Germán Vargas, quien se hizo con los ministerios de Transporte, con Natalia Abello, y de Vivienda, con Luis Felipe Henao. Son las carteras de la infraestructura y con mayor ejecución presupuestal.
Dos carteras que quedarán en el gabinete con aire de independientes: Lucho Garzón, en Trabajo, y Mariana Garcés, en Cultura.
Gabriel Vallejo, nombrado ministro de medio ambiente, muy poco sabe de esta materia, siendo un personaje educado, decente, con trayectoria, tendrá que enterarse de su cartera.  La ministra Abello siendo talentosa está en el mismo orden, Alejandro Gaviria hasta ahora no ha podido sacar el tema de la salud adelante y en términos prácticos, hablo como usuario del sistema, muy poco ha cambiado. Gina Parody, ministra de educación, quien viene de dirigir el SENA, donde realmente hizo una labor exitosa, constituye garantía de eficacia, claridad y coherencia. Alfonso Prada, realmente una reserve para el futuro la remplazará en la entidad, esperamos responda a las expectativas pues fue uno de los mejores parlamentarios del cuatrienio pasado: Estudioso, con formación académica, experiencia política y administrativa y desde hace 20 años cercano a la educación, su nombramiento es garantía de gestión y visión para el desarrollo de tan importante entidad.
El nombramiento de Eduardo Maya esta semana como Contralor demuestra la capacidad del ejecutivo para sobreponerse a la autonomía del Congreso, la aplanadora de la unión funcionó exitosamente, es un hecho que existe una necesidad  que los fueros se respeten. El poder del presidente por efectos del régimen presidencialista es muy difícil de cambiar, nosotros tenemos un régimen absolutamente presidencialista, aun así es preciso hacer que los contrapesos de ley cumplan con su función dentro de la estructura general del estado. Como siempre la elección de la cabeza de este ente generó las primeras divisiones, la más notoria entre el presidente y el ex presidente Gaviria.  









jueves, agosto 14, 2014

CIEN AÑOS DEL CANAL DE PANAMA



Panamá celebra apoteósicamente cien años  de la construcción del canal. Esta es una de las obras más importantes de la ingeniera a nivel mundial, la historia de su concepción, construcción y puesta en marcha resulta ser una verdadera novela y marca una de las primeras intervenciones en latinoamérica, el  empoderamiento de los Estados Unidos como potencia, quien a partir de este momento, actuó indiscriminadamente, aplicando abiertamente la doctrina Monroe en todo américa. Incidieron e influyeron de manera directa en la separación del Istmo de Colombia, al final terminaron quedándose con el canal, parte de la soberanía, frente al fracaso de los Franceses quienes al final tuvieron que ceder sus derechos sobre la concesión.
En la biblioteca nacional de Panamá hay infinidad de documentos y libros sobre el tema. La historia en blanco y negro, sin las connotaciones históricas no visibles, podría resumirse fácilmente:
“El Canal de Panamá es el producto de una saga del ingenio y el coraje humanos que se remonta a inicios del siglo XVI cuando los españoles llegaron al istmo. Desde entonces surgió la idea de construir una ruta que uniera los océanos Atlántico y Pacífico. El primer esfuerzo en firme de construir una ruta toda agua por Panamá lo iniciaron los franceses en 1880, pero problemas financieros y enfermedades dieron al traste con la iniciativa. Cuando Panamá consolida su independencia en 1903 pacta con Estados Unidos la construcción del Canal que ese país terminaría el 15 de agosto de 1914 y que luego administró hasta 1999.
Desde el mediodía del 31 de diciembre de 1999, Panamá asume la plena operación, administración y mantenimiento del Canal, en cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter pactados con Estados Unidos en 1977. La vía es administrada por la Autoridad del Canal de Panamá, una entidad gubernamental autónoma”[1].
Otra es la historia verdadera, llena de intríngulis, intereses mezquinos de Wall Street, actuaciones penosas de la dirigencia política colombiana y panameña, para no hablar de la oprobiosa intervención de los Estados Unidos, poco comentada por estos días de aniversario, tal vez no es el momento para comentarios de este tipo, hoy es día de celebración, será tema de otra columna.
Su historia comenzó con Vasco Núñez de Balboa, el primer explorador europeo en ver el este del Pacífico, construyó una ruta utilizada para el transporte de sus buques desde Santa María la Antigua del Darién en la costa atlántica de Panamá a la bahía de San Miguel en el Pacífico, la que los nativos utilizaban desde tiempos ancestrales. Carlos V en 1534, le da el aval A partir de este momento  empieza la historia de la realización de esta magna obra, que nació de toda la experticia y conocimiento de los indios nativos, quienes fueron los primeros en señalar las rutas y ventajas geográficas del istmo, la sabiduría de occidente y el sacrificio de miles de vidas humanas.  El actual canal tiene 85 Kilómetros entre el atlántico y el pacifico, tiene tres esclusas y representa una ventaja en tiempo y distancia incomparable para los buques en esta parte del mundo.
La ampliación del canal les permitirá los panameños adecuar esta obra a las necesidades comerciales del mundo, con más capacidad y mejor operatividad y por este camino le baja mucha presión al deseo de Nicaragua de construir un canal con las mismas connotaciones.













[1] https://micanaldepanama.com/wp-content/uploads/2012/03/elfaro-20120401.pdf

domingo, agosto 03, 2014

GEOPOLITICA MUNDIAL II

PAREN EL MUNDO ME QUIERO BAJAR
Así lo dijo Mafalda, en su madura precocidad. Agobiada por los conflictos y las guerras, compartía su angustia con millones de seguidores. Y así se sienten algunos hoy, abrumados por este mundo en el rollercoaster, como dirían los gringos, y además intentando darle sentido. Misión imposible, por cierto, escribir sobre un mundo que en las últimas semanas hasta parecer haberse salido de su eje. Párenlo, aquí hay alguien que se quiere bajar, como Mafalda. Hector E. Schamis.

Cuando uno lee un periódico de hace 50 años puede ratificar en esencia que el mundo no cambiara. El conflicto Palestino-Israel continúa perseverando en brutalidad, sin ninguna esperanza de solución y más bien cargado de fundamentalismos insuperables. El oriente en general vive entre guerras civiles eternas, llenos de muerte, desolación, donde no solamente campea la corrupción, sino la anarquía política, con ausencia total de reglas de convivencia y gobernabilidad, acusando una situación sin salida. Estados Unidos no da muestras de ejercer un liderazgo que asuma la tarea de acabar el conflicto y parece que al igual que Rusia, le conviniera la perpetuidad del mismo. Europa no es relevante en la mayoría de las veces, pero no deja de ser un actor importante.
Hoy Europa no sale aun de su crisis y se acomoda a una economía que se acostumbró solamente a sobre-vivir, Latinoamérica tiene una posición buena para algunos países, inestable para otros, pero en general atractiva para el mundo por la estabilidad de buena parte del continente, en todo caso la constante igualmente la corrupción. Africa es variopinta, unos países progresan a pasos agigantados y otros no salen de su atraso ancestral, Asia es tema de otro costal.
En lo fundamental el mundo sigue lo mismo, con un ítem muy grave, vivimos un consumismo desbordado e irresponsable, con un vació total en materia política, hablo de participación. La pregunta es donde están los grandes pensadores, donde están Sartre, Levinas, Foucault, Althuser del momento. No hay tal.
Las redes sociales tal vez nos permitan tener alguna esperanza a la falta de convergencia en aspectos sustanciales, pero hasta ahora no dan la talla.
El otro problema, la unidimensionalidad del pensamiento.  Siempre he dicho que soy escéptico, más no pesimista, pero es un hecho categorico. la cultura la impone un sólo país.

Que esperamos, por ahora: nada. Más de lo mismo.