Nunca antes se había necesitado tanto de filósofos y pensadores, el mundo está totalmente rentalizado, solo tiene
validez lo que produce dinero, la sociedad esta signada a desarrollarse en un
capitalismo voraz e inhumano, atiende a la ganancia, el sistema ha hecho que “El
sentido de lo humano”, se haya perdido, nos movemos por intereses configurados
por el mercado, que es una especie de motor, hay toda una terminología que se
impuso: Competitividad, globalidad, apertura, mercados, ganancia, excelencia.
No tenemos nada contra estos paradigmas, pero estamos claros que no son los
únicos que cuentan.
Víctor Gómez Pin en su blog alguna vez trató de dilucidar,
qué es un filosofo: “Un
filósofo es desde luego una persona cuya tarea es pensar, pero esto también
caracteriza a Ramón y Cajal, Einstein, Gauss... a los que nadie (al menos de
entrada) califica de "filósofos”. El embarazo del profesional de la
filosofía se acentuará además por una sospecha de lo que, ante su
respuesta, el interlocutor empezará a barruntar. Pues si se hiciera una
encuesta en la calle sobre el tema, la gran mayoría de los interrogados haría
suya una opinión del tipo siguiente: "Los filósofos
son tipos que habla sobre asuntos que sólo a ellos interesan y en una jerga que
sólo ellos (en el mejor de los casos) entienden[1].
A que atendemos en esta sociedad, la que nos tocó vivir, en medio de la
revolución tecnológica más grande que se tenga a lo largo de la historia, sin
precedentes. Nos han hecho sentir que solo lo que es rentable y produce
ganancias es lo que vale, se impusieron, como con la moda y el estilo, formas
de vivir que son las únicas válidas, es la única manera de ser. Zizek expresa
ante una pregunta: “un fenómeno típico de nuestros días: Starbucks. es la forma
que tenemos hoy de consumir?. “No
compramos solamente café; compramos una ética de la vida, compramos el derecho
de admisión en una comunidad donde encontrarse con otras personas y colaborar
llevando atención médica a no sé qué país pobre de Latinoamérica. esta es la
más grande manipulación poscapitalista: que la caridad y la humanidad sean
parte del consumo en vez de ser parte de nuestras vidas. Y no quiero hablar únicamente
de los capitalistas malos; ¿no pasa lo mismo con los alimentos bio? ¿Son menos
venenosos que los otros? ¡No! Se compran porque ayudan a sentirse bien: ‘Si
compro verdura bio, estoy haciendo algo bueno por el planeta’. Así es como
funciona el capitalismo”. Que significa pensar, cual es la tarea del filosofo,
descifrar, develar, denunciar. Víctor Gómez Pin remata: “Difícil es para el
filósofo convencer (tanto a los demás como a sí mismo) de que la evocada imagen
es una burda caricatura y que, en realidad, filósofo es
exclusivamente aquel que habla de cosas que a todos conciernen y
lo hace en términos, de entrada, elementales y que sólo alcanzan la
inevitable complejidad respetando esa absoluta exigencia de transparencia que
viene emblemáticamente asociada al nombre de Descartes”. Expresa en otra
entrada del blog: “hombre implica tensión en pos de la lucidez
(tensión en pos de que sea desvelado aquello que, de entrada, se oculta a
nuestra inteligencia), entonces todo orden social sustentado en el repudio de
la filosofía, o en reducirla a práctica de una élite, es intrínsecamente
ilegítimo, mutilador de la condición humana”. En un texto, que es curiosamente
de los menos mentados, “La tarea del héroe” Savater nos recuerda: “En el fondo,
porque lo que me ha urgido siempre es la obsesión de ir al fondo, enfermedad
ocupacional del filosofo”. Sócrates decía que vivir es estar un poco enfermo,
padecer de las imposturas donde la voluntad de poder, de una elite, que ha ganado
su postura y domina, es el anclaje que
fomenta totalitarismo de mucha amplitud, cercana al infinito, exponencial,
configuraciones, que no le permiten al ciudadano pensar por sí mismo, en esencia no es más que un producto,
pareciera que no tenemos salida, eso nos quieren hacer entender, pero siempre
hay salida, ese es el papel del filosofo, pensar, descifrar la crisis de la
democracia, la ausencia de valores diferentes a los que el sistema vende (Habría dilucidar que entendemos por sistema).
Terminare con una cita
de Zizek a una pregunta concreta: ““Se ha acabado la idea de que no es un
destino ciego el que nos controla y de que, mediante la acción colectiva de los
hombres, es posible llevar el timón del desarrollo?. RSTA: En los últimos años
ha regresado la lógica del destino ciego. Se acepta el capitalismo global como
un hecho contra el que es imposible actuar. La única pregunta es: ¿estaré entre
los que se acomodan o entre los excluidos? Ha desaparecido ese cierto tipo de
cuestionamiento anticapitalista, que no tiene por qué llevarnos necesariamente
a la vieja lucha marxista de clases”. Pensar se hace necesario, hablar aún más.