Powered By Blogger

lunes, julio 21, 2008

LA CRUZADA MUNDIAL CONTRA LOS SECUESTROS DE LA FARC

Nadie puede entender la posición terca e irracional que hasta la fecha ha mantenido la FARC en Colombia frente a los secuestrados. La guerrilla desconoce como se hace la política actualmente en país y el mundo, como la sociedad civil ha asumido un rol protagónico y determinante, que antes era imaginable y que cambia todo el escenario entre gobernados y gobernantes, la herramienta proporcionada por la tecnologías de la información y el conocimiento que constituyen un paradigma absolutamente importante en materia de concurso de opiniones, donde un conglomerado indeterminado se convierte en juez implacable a través de la red, quienes pueden convocar a un referéndum o cruzada en cuestión de horas. No entendemos como el grupo insurgente se mantiene incólume frente al tema del secuestro. Esto demuestra lo extraño y paradójico que es nuestro país. El escritor Mauricio Rubio alguna vez realizó una investigación para el CEDE sobre el secuestro en el país, que nos deja abrumados por lo cruel e inhumano que ha sido para nosotros este flagelo. El relato narra la historia desde el rapto de la niña Elisa, cuyo padre era el presidente del ingenio azucarero Manuelita, ocurrido en 1933, que conmovió a la opinión. El rapto de la niña tuvo características similares al del hijo de Charles Lindbergh, ocurrido en Estados Unidos en mayo de 1932. La petición de castigo para los raptores en los medios de comunicación fue particularmente drástica muy a pesar que el tipo penal ni siquiera se encontraba contemplado en el código penal. En esta investigación descubrimos que el eje Cafetero es la zona que más ha sufrido este flagelo, que su incremento en las proporciones que hoy conocemos, comenzó en los años setenta del siglo pasado después del proceso de paz y conversaciones iniciadas por el presidente Betancur, en los siguientes gobiernos se incremento hasta llegar a las cifras oprobiosas de hoy. Para el poeta y ensayista William Ospina, la historia podría remontarse al periodo de la conquista Española, con el secuestro de Atahualpa por Pizarro. Lo cierto es que existe un país cansado y que decidió asumir un papel determinante frente al tema. Ayer presenciamos la manifestación y cruzada popular más apoteósica en contra del secuestro en Colombia. Más de ocho millones personas salieron a las calles, plazas y parques de las principales ciudades de Colombia y algunas capitales del mundo pidiendo la libertad de los secuestrados. Será necesario que el grupo renuncie a la financiación por intermedio de esta flagrante estrategia asumida en la resolución constitutiva del grupo por allá en los años sesenta del siglo pasado, cuando Tirofijo asume el liderazgo del mismo. Es absolutamente anacrónico y va en contravía del derecho humanitario internacional. La sociedad no conesta con el delito, ha decidido atacarlo con las herramientas que la democracia, los medios y las tecnologías de la información le brinda a granel y en este tema el apoyo al presidente es absolutamente rotundo. El señor Cano debe estar consciente del reto que se le presenta y deberá tomar una decisión inteligente frente a un tema que lo dejaría muy mal parado frente a un dialogo nacional. Amanecerá y veremos.