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domingo, junio 19, 2011

LA CRISIS ECONOMICA DE GRECIA Y SUS EFECTOS EN EL MUNDO

Esperamos no cometer el mismo error de los analistas económicos a quienes se les olvida que esto de la economía es lo más profundamente humano y que afecta a la gente de carne y hueso, pues ellos hablan como sí el ciudadano de a pie no contara. Lo que está sucediendo se resume fácilmente:

Las malas noticias económicas volvieron a ser las protagonistas de la escena mundial. Grecia no sale a flote y la posibilidad de que entre en una moratoria de pagos cobra fuerza, lo que hace temer por un efecto dominó en todo el sistema bancario de Europa. En España crecen las protestas a lo largo y ancho del país por los recortes en los programas sociales y la frustración de los ciudadanos por la falta de empleo y oportunidades. Cruzando el Atlántico, la situación también se complica, pues las cifras económicas en Estados Unidos no son buenas, lo que hace pensar que se está frenando la recuperación. Y como si no fuera suficiente lo anterior, Japón -que venía estancado antes del terremoto- se tomará tiempo para salir de este letargo. Mientras tanto, China, el nuevo motor del mundo, toma el camino de la desaceleración.

La palabra clave, cuando se gasta más de lo que se gana: Confianza. Europa hizo un esfuerzo inmenso para que Grecia cumpliera sus compromisos y atendiera a sus acreedores a cambio de reformas y contribuciones directas a sus ciudadanos, vía impuestos, recortes sociales, que implican nada más y nada menos, el final del estado bienestar y un cambio radical en sus vidas: Austeridad al limite.

Hasta ahora, la amenaza de una cesación de pagos de parte de Grecia sigue vigente, lo que generaría una crisis global, que terminaría por afectar primero a Europa y por este camino al mundo.

Recuerdo el texto de Joseph Stiglitz, “Los felices 90”, cuyo subtitulo dice mucho de lo que queremos comprender: “La semilla de la destrucción”. En el prologo este analista explicaba fácilmente lo que sucedió después del 11 de septiembre en los estados Unidos y que sigue manteniendo una vigencia aterradora. La economía entraba en barrena, con escándalos financieros a granel, que dejaban muy mal parado a los bancos, con una recesión muy peligrosa, cuyo origen, para este analista en primero orden es la distorsión entre Estado y mercado, que han permitido déficit fiscales por encima del promedio controlable, con efectos corrosivos sobre la economía y el empleo. Culpable: El estado americano quien mantiene el consumo a costillas de la emisión sin respaldo, que genera un deficit irresponsable y por encima de cualquier lógica macroeconómica, que termina afectando necesariamente a la economía mundial, por aquello del patron dolar. El ejemplo viene al cuento, por que algunos paises de Europa como Grecia crecieron y gastaron por encima de su capacidad y en este caso la responsablidad de los políticos, los bancos y el mismo sistema finaciero en general salta a la vista.

La situación de Grecia en términos macro se sintetiza de esta manera:

Grecia está al borde de una moratoria de su deuda. Aunque, gracias al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), podría recibir un apoyo financiero de unos 12.000 millones de euros, esto solo le alcanzaría para cubrir las obligaciones de julio. Las necesidades de Atenas son mucho más. Se estima que el paquete de rescate que requeriría del FMI, la Unión Europea y la zona euro asciende a 120.000 millones de euros. Pero tampoco hay acuerdo en este plan y por eso el papel que desempeñará el nuevo director del FMI -que probablemente será la ministra francesa Christine Lagarde- será clave.

El problema es grave por donde se mire. Una cesación de pagos de Grecia aumentará la presión sobre Irlanda y Portugal, que si bien no atraviesan por una situación fiscal tan crítica como Atenas, sí le siguen los pasos (Revista Semana Colombia).

Eduardo Sarmiento Palacio, el analista colombiano, sobre el tema escribe:

En fin, estamos ante el incumplimiento de las concepciones macroeconómicas que sirvieron de fundamento al orden económico internacional. No es cierto que las acciones individuales y cíclicas de los países aseguren la ocupación y la capacidad plena, ni la superación de las recesiones. La recuperación y normalización de la economía mundial requiere un déficit fiscal promedio superior a 5% del PIB, que debe variar con las características de los países, al igual que la intervención abierta y concertada de los tipos de cambio.

Como la crisis de un país de tan solo 11 millones afecta al mundo. Muy fácil, la venta de sus bonos y papeles, afectaría a los principales bancos de Europa, generaría una crisis en cadena del sector financiero y se llevaría a España y Portugal, limaría algo sagrado en la economía: confianza. Así de sencillo. Los bancos como siempre prestan, recompran, ganan y nunca pierden: Paradójico, pero es una realidad.