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domingo, agosto 22, 2021

EL ANQUILOSAMIENTO DE LA POLITICA COLOMBIANA

 A un año de las elecciones para la presidencia en Colombia y el congreso, ante el exceso de candidaturas, se pueden sacar varias conclusiones poco alentadoras sobre el estado de nuestras mentalidades (en la esfera política) que confirman más bien el anquilosamiento ideológico de nuestros lideres y ciertos atavismos que le han hecho daño al país y que han significado muchos años de conflicto armado y radicalismos nefastos.  

Nuestros lideres políticos y dirigentes no han podido superar la polarización que han heredado como un cáncer y más bien intensifican sus diferencias insuperables, aquellas más dañinas, lo que se colige, por la carga de sevicia como actúan, lo que impide toda discusión dialógica y respetuosa que refleje un interés por la nación. Existe una derecha recalcitrante y una izquierda que internamente nunca ha podido superar sus diferencias y menos consolidar una democracia al interior de sus partidos en concordancia con el talante con él que supuestamente irían a manejar el país, para no hablar sino de uno de los innumerables problemas que la aquejan.  De igual manera hay unos candidatos de centro, dubitativos, con trayectorias menos viciadas, que representan al país indeciso que se ha dejado meter los peores goles en materia electoral y que hasta el día de hoy está lejos de poder consolidar una unión para enfrentarse a la aplanadora de la derecha. 

Desde las elecciones del 46 del siglo pasado vivimos en un radicalismo oprobioso que ha sembrado odios casi insuperables y llevaron al país a uno de los peores conflictos armados del mundo. Los partidos tradicionales que para el día de hoy prácticamente no existen, nunca hicieron una apertura al interior de sus colectividades que les permitiera la participación de militantes por fuera de sus cuadros clientelistas y como buenos sepultureros y poco pluralistas, con el frente nacional, un pacto para alternarse el poder (958-1974), terminaron por cerrar para siempre cualquier apertura a otras colectividades políticas, lo que significó la consolidación de los grupos guerrilleros que ante el cierre de cualquier participación democrática terminaron convencidos que la única salida  como mecanismo de cambio era la militar .  

Como si fuera poco, las amnistías realizadas en pro de una apertura política, buscando la inclusión de grupos armados a la esfera política, casi siempre, después de entregar las armas, todo candidato resultado de este proceso con alguna oportunidad histórica para llegar al poder, termina asesinado, con el ítem de nunca resolver quien está detrás de estos hechos, lo que nos ha permitido convivir inexplicablemente con una impunidad lacerante. El país fue testigo del exterminio de un partido político completo (La UP), más de 6000 miembros asesinados y en los últimos dos años el asesinato de 300 desmovilizados de la FARC y más de 500 lideres sociales. 

En el actual proceso electoral, no se han dado debates de altura, en una coyuntura que los exige. El proselitismo se alimenta de falsas noticias, acusaciones tendenciosas, categorizaciones y miedos. En un país conservador y camandulero toda idea de cambio se trasforma en castrochavismo por gracia de las manipulaciones ideológicas, en expropiación y en violación de los derechos humanos. Solo sembramos falsas apreciaciones para obtener votos, toda dialéctica y contradicción desde la perspectiva ideológica y programática es inexistente y como si fuera poco, al congreso llega siempre la misma clase política que tiene al país en el ostracismo, lo que dice mucho de la falta de educación política de este país. Es necesario que los electores tomen decisiones que se traduzcan en cambios políticos, la única manera de renovar nuestras costumbres políticas. No podemos seguir votando por los mismo, de hecho, para el congreso hay alternativas importantes y por fuera de la clase política tradicional.  Espero que el próximo año que es de elecciones, el país pueda dar un giro importante y renueve el congreso y decida por una opción de cambio, está decisión definitivamente está en manos de los electores. 

domingo, agosto 15, 2021

NUEVOS PARADIGMAS

Hay un hecho contundente, refiriéndome a los cambios sustanciales en nuestra manera de vivir producidos en los dos últimos años, aquellos que se establecieron para quedarse definitivamente, por ejemplo, el uso del tapabocas y el distanciamiento social o cierta desconfianza por el otro, frente al virus del COVI.

A ello se suma el carnet de vacunación como requisito para la asistencia a ciertos eventos, a funciones públicas o incluso a restaurantes, así como para el uso del transporte público.  En algunos paises es condición obligatoria para asistir a clases e incluso a congresos o eventos que impliquen algún tipo de aglomeración.   

El carnet de vacunación será igualmente obligatorio para viajes al extranjero y para el ingreso a la comunidad europea, con el tiempo será una medida general para cualquier país. A estas políticas de restricción se le suma un aumento del ingreso para los sistemas de salud de los diferentes estado para políticas de prevención. Las agendas públicas en materia de salud cambiarán, eso es evidente.

Esto implica que el fenómeno de emigración seguirá teniendo obstáculos muy serios, pese a los tratados que la protegen. El mundo entra en una especie de proteccionismo donde curiosamente las mercancías seguirán teniendo  un transito más libre respondiendo a la apertura y a la economía global. 

Las tecnologías de la información y el conocimiento, el internet, el manejo de la imagen digital, las redes sociales y los mecanismo alternativos de comunicación en el marco de esta revolución adquirirán mucha más relevancia, la imagen será más importante que el original, la copia que lo real y definitivamente el medio de comunicación adquirirá un rol mas relevante y si se quiere peligroso.

Se podrán hacer carreras profesionales en ciertas áreas desde la casa, obtener diplomas en el extranjero y cursos o especializaciones sin salir del país. La revolución de las TIC ahora permite escuchar y ver una conferencia en directo desde un celular o una computadora.

Estaremos más aislados, con menos sociabilidad y de hecho esto incrementará las enfermedades psicológicas como la depresión, en un siglo donde estaremos en apariencia muy comunicados pero más solos que nunca. Acabamos de ver los primeros olímpicos sin publico, desde una pantalla de televisión, hace mucho que no hay público en los estadios y de hecho pese a que espero esto cambie, cada vez los estadios son más pequeños y atienden a una realidad y política que evita las aglomeraciones. Es aventurado predecir cambios, pero lo cierto es que ciertas cosas llegaron para quedarse.







lunes, agosto 02, 2021

MEMORIA E HISTORIA

 Antes del juicio de Nuremberg, después de cualquier conflicto internacional, una vez se firmaba la paz, se generaban los armisticios, se firmaban los tratados y normas aleatorias concernientes a las obligaciones de las partes y con ello se tenía la pretensión de hacer tabula rasa, lo que quería decir que, una vez despajado el camino, se olvidaban todos los resquicios de la guerra, la violación a los derechos humanos y los genocidios cometidos, como si el olvido fuera garantía de que, nada volvería a suceder. Todo cambio con el juicio de Nuremberg que reveló la importancia de la memoria en el contexto histórico, para la conciencia histórica y la no repetición. 

Colombia después de la firma del acuerdo del Habana ha hecho todo lo posible por traer a la memoria toda la fuerza de los hechos desde las víctimas con el propósito de no repetir tan nefastos acontecimientos en 50 años de conflicto. En un artículo de la comisión de la verdad se expresa de manera categórica: “Sin embargo, el propósito de cualquier país que intenta hacer la paz es que existan la mayor cantidad de versiones probadas que nos permitan saber qué ocurrió y cómo fue posible tanto horror. Para la organización Mafapo –Madres de Falsos Positivos de Colombia– el caso de Álvaro Uribe Vélez es uno de los temas cruciales para la reconciliación del país. Reconocemos que somos parte importante de un proceso de sanación y perdón, pero también queremos hacer evidente que perdonar no es hacer borrón y cuenta nueva, sino que deben suceder muchos cambios de fondo en la sociedad para que podamos continuar con la esperanza de paz”. Paul Valery expresaba que la memoria “Es de esencia corporal”.  

Francisco R. Barbosa Delgado, en un texto sobre memoria e historia en la justicia transicional, referente al caso colombiano escribía al respecto:  "la memoria es la base con la cual se construyen tanto la historia como la verdad judicial. Esta memoria debe ser contrastada por parte del juez cuanto, por parte del historiador, con todos los elementos o sustratos que la rodeen, según se demostró con los dos ejemplos que se trajeron a colación. Debe tenerse en cuenta que la memoria juega un papel relevante en la construcción de la verdad judicial en la medida en que una vez se recopilan los dichos de quienes utilizan el testimonio como elemento para articular el relato de los hechos, el operador judicial debe implementar todos los mecanismos de constatación para poder obtener la verdad judicial. Recordemos con Ricoeur que la memoria puede ser definida como -la materia prima de la historia, el vivero en el que se nutren los historiadores-. Esta expresión vale para los historiadores y para los jueces u operadores jurídicos que ven en la memoria, dentro de los procesos de Justicia Transicional, una veta a explorar”. 

Después el mismo autor enfatiza: “Para la historia y para el derecho, la contrastación se concreta con fuentes históricas, y para el juez con pruebas diversas al testimonio o a las declaraciones, que son elemento esencial para la búsqueda de la verdad judicial, pero no definitivo”.  En la Grecia antigua la verdad fue nombrada con el término ”Aletheia “ en esta palabra el prefijo “a” es privativo de Lethe, de olvido, la verdad es entonces: Lo no olvidado o lo que no hay que olvidar.  

Paul Ricoeaur, en el famoso texto: “la memoria, la historia, el olvido”, trata el tema magistralmente desde la fenomenología Hursseliana.  El libro está dividido en tres partes: “La primera, consagrada a la memoria y a los fenómenos mnemónicos, está colocada bajo la égida de la fenomenología, en el sentido Hurssel. La segunda dedicada a la historia, concierne a la epistemología de las ciencias históricas. La tercera, que culmina en una meditación sobre el olvido, se enmarca en la hermenéutica de la condición histórica de los hombres que somos”. La primera se extiende al objeto, el recuerdo que se tiene ante la mente; atraviesa después la fase de la búsqueda del recuerdo, de la anamnesis, de la rememoración; se pasa, finalmente, de la memoria dada y ejercida, a la memoria reflexiva, a la memoria de sí mismo”.  

En la segunda parte “El recorrido epistemológico se adapta las tres fases de la operación historiográfica; del estado del testimonio y de los archivos, pasa por el uso de los porque en las figuras de la explicación y de la comprensión, y concluye en el plano escriturario de la representación historiadora del pasado”. Y la tercera habla sobre el dominio del olvido, “dominio dividido contra sí mismo entre la amenaza de la destrucción definitiva de las huellas y la seguridad de que siempre permanecen en reserva los recursos de la anamnesis”.  “En cuanto al concepto de historia, debe indicarse que fue replanteado de forma plena en los albores del siglo xx por el movimiento francés denominado “Annales”, que permitió entender la historia de forma científica, alejándose de la recopilación de hechos sobre la cual se había estructurado la historiografía con el propósito de hacer de ella lo que Le Goff llamó “la historia monumento”, es decir, aquella sobre la cual se construyó el Estado-Nación” (Francisco R. Barbosa Delgado) 

Esta manera de entender la memoria, la historia y la verdad, dentro del marco de las víctimas, con el ánimo irrenunciable de conocer los hechos en la forma tal como se dieron, atendiendo a la memoria individual y a las huellas colectivas que generaron un rompimiento con los estándares de convivencia pacífica, constituyen los ejes sobre los cuales se estructura una paz de largo alcance.