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lunes, julio 22, 2013

MURIÓ EL MAESTRO DEL PERIODISMO COLOMBIANO



 José Salgar murió ayer a sus 92 años. Este es el papa de todos los periodistas colombianos. El espectador, la casa donde libró todas sus batallas durante setenta años, lo recuerda con nostalgia y consciente del peso específico que tuvo en la larga historia de este diario: Testigo de excepción de buena parte de los acontecimientos del siglo XX en Colombia; viajero incansable y dueño de una poderosa memoria; visionario de los asuntos propios de Bogotá, ciudad que le dedicó centenares de artículos desde creó la columna de opinión llamada "El hombre de la calle", don José Salgar, como era reconocido en la redacción, deja un ejemplo de periodista incansable.
Anota este diario en este día: “Nacido el 21 de septiembre de 1921 en Bogotá, “El Mono” Salgar, como fue bautizado por sus amigos desde sus tiempos de estudiante, desentrañó su devoción por las noticias. Él mismo contaba que pasaba las tardes embelesado en los periódicos, hasta que por recomendación del maquinista de El Tiempo, Julio Sánchez, amigo y vecino de su familia, ingresó a El Espectador. Era el año de 1933, tenía apenas 13 años y entró a fundir barras de plomo para alimentar los linotipos desde las cuatro de la mañana. En ese labor, empezó a tener el privilegio de ser el primero en leer la edición del periódico. Pero como tenía un talento particular para olfatear las noticias y además era uno de los pocos que sabían teclear la máquina de escribir con los diez dedos, rápidamente pasó a la redacción. Al lado de Luis Cano y Gabriel Cano, y bajo la batuta del jefe de redacción Alberto Galindo, aprendió todo lo que era necesario para desempeñarse en el oficio. Eran los tiempos de un periodismo afrancesado de grandes talentos”.
El periódico “El tiempo” de Colombia recuerda sus más emblemáticos reconocimientos: “La trayectoria de Salgar fue reconocida por los premios más importantes del periodismo colombiano: en 1990, recibió tanto el Simón Bolívar, como el Premio CPB, del Círculo de Periodistas de Bogotá, ambos a su trayectoria. Y años después, en el 2005, recibió el premio Cémex-FMPI, de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), en la categoría de homenaje. Tanto en este último, como en el Simón Bolívar, recibió el galardón de manos de Gabo, con quien mantuvo una estrecha amistad”.
Un capítulo especial amerita su amista con Gabriel García Márquez. Tratare de escribirla en esta semana.
Esta entrevista realizada por Julián Martínez Vallejo aparecida en la red, es muy bella, está el maestra en carne y hueso:
¿Cuándo y cómo llegó al espectador?
Yo soy el más antiguo de los periodistas del mundo, comencé a los 13 años. Era un muchacho que estaba comenzando a estudiar bachillerato y caí en el periodismo, esa es una historia que se ha contado mucho, Gabriel García Márquez la cuenta en sus memorias. Yo pase más de 70 años de trabajo en El Espectador. Toda la vida he estado allá y pasé la mayor parte de mi vida con Guillermo Cano.
J.M.V.: ¿Usted cuándo se conoció con Guillermo Cano?
J.S.: Cuando él estaba de estudiante en el Gimnasio Moderno yo ya era jefe de redacción de El Espectador, ahí nos conocimos. Él entró a mis órdenes como redactor y ahí comenzó. Después tuvimos 38 años continuos de trabajo hasta que él murió.


J.M.V.: ¿Cómo fue su relación con Guillermo Cano durante esos 38 años continuos de trabajo?
J.S.: Ni un sí, ni un no. De una amistad muy cordial, de una afinidad como periodistas muy grande y dos personas que siempre tuvieron una gran amistad y un gran profesionalismo.


J.M.V.: Don Guillermo Cano le hizo una dedicatoria a usted en una de sus editoriales el 31 de julio de 1983. Éstas fueron sus palabras:


"Escribo sobre José Salgar con un grado de admiración que se acerca muchísimo a la idealización del periodista perfecto. No en vano me ha tocado ser testigo de excepción de la mayor parte de su vida profesional y puedo dar fe y testimonio irrefutable de que como el Mono Salgar no hay dos ni ha habido dos en el periodismo colombiano. Se hizo a sí mismo, en todos los sentidos. Se educó, se capacitó, se perfeccionó por propio esfuerzo, sin ayuda externa, en razón de su inteligencia y del alma de periodista que nació con su alma.


Pero sobre todo, sin proponérselo, por inescrutable destino, se convirtió en maestro de periodistas. Son más los alumnos consagrados de José Salgar que trabajan en la prensa escrita, en la radio, en la televisión, en las revistas, en todo lo que tenga que ver con la ciencia de la comunicación de masas, que los egresados de las universidades. Abundantes testimonios darán fe de que no exagero". (El Espectador, 'Libreta de Apuntes', 31 de julio de 1983)


¿Usted qué hizo y qué le dijo a don Guillermo?
J.S.: Yo le agradecí mucho esa nota que se publicó como editorial de El Espectador cuando yo cumplí 50 años de trabajo en el periódico. Guillermo siempre fue muy particular conmigo y esa fue una muestra. Yo le di un abrazo muy fuerte. Me recuerdo con mucho cariño y muy agradecido de esas palabras.


J.M.V.: ¿Cuál es el recuerdo que más lo impacto el 17 de diciembre de 1986 cuando asesinaron a Guillermo Cano Isaza?

J.S.: Mi actitud fue únicamente encargarme de la edición del otro día. Yo lo único que hice fue retirar el editorial y poner en lugar del editorial una frase que decía: “Seguimos adelante”, y hemos seguido adelante. Con el ejemplo de Guillermo, El Espectador y su política editorial siguió adelante.
Siempre leí sus columnas. Mi padre fue lo que hoy llamamos un fans incondicional y siguió su trayectoria religiosamente. Su muerta es una pérdida irreparable para el periodismo no sólo nacional sino mundial, pero es importante recordar, que este hombre dejó la casa en orden, se retiró a buen tiempo y para todos los interesados queda su legado, escritos y vida como bitácora que les dará los mejores consejos “En la profesión más bella del mundo”.