Las amenazas entre las dos Coreas es
el último vestigio de la guerra fría, que fue el pan de cada día entre las dos
súper-potencias después de la segunda guerra mundial hasta la caída del muro de
Berlín. El peligro latente por el eventual uso de las armas
nucleares por parte de los dos gobernantes de estas pequeñas naciones,
resulta absolutamente irresponsable y el solo hecho de saber que tienen acceso
a semejante arsenal causa estupor y refleja la capacidad de las mafias y
antiguos funcionarios de la nomenclatura y el KGB soviético, como de grupos
ilegales de los Estados Unidos, que trafican con plutonio y tecnología que les
permite a estos países hacerse a semejante poder.
El mundo durante treinta años mantuvo
una tensión que rayaba con la paranoia. La posible destrucción del planeta
dependía de la decisión de pocas personas cuyo discernimiento no era el más
confiable, vislumbrábamos a cada rato una catástrofe sin
precedentes. Esto produjo un mundo sobrecargado de espionaje y
contra-espionaje, artilugios y micrófonos ocultos, que hoy son pieza de museo,
espías dobles, las mejores novelas sobre el tema de que se tenga lugar en
la historia, del nacimiento del agente 007, los peores escándalos por la venta
de secretos de estado de ambos bandos que conmovieron a todo el mundo por el
componente de traición que implicaba y un anecdotario digno de olvido.
“El término "guerra fría"
fue por primera vez utilizado por el escritor español Don Juan Manuel en el
siglo XIV. En su acepción moderna fue acuñado por Bernard Baruch, consejero del
presidente Roosevelt, quién utilizó el término en un debate en 1947 y fue
popularizado por el editorialista Walter Lippmann. Este concepto designa
esencialmente la larga y abierta rivalidad que enfrentó a EE.UU. y la Unión
Soviética y sus respectivos aliados tras la segunda guerra mundial”.
Básicamente consistía en la lucha de cada bloque por aumentar su área
geopolítica de influencia, ello conllevó a intimidar al enemigo a través de
una carrera armamentística y espacial, las armas nucleares
constituyeron el sistema de amenaza y persuasión de las potencias para ampliar
su zona de influencia, a la vez de ser el medio dantesco para demostrar una
supremacía militar al contrario.
En lo particular nunca se me
olvidará la lucha ideológica detrás de esta contienda. Se dio en Europa y
Norteamérica y de ahí replico al mundo. Fue un espectáculo de la razón y
la dialéctica política con el soporte de la filosofía de la mano de los
teóricos más importantes del pensamiento clásico, los contractualistas
que estructuraron el estado moderno y aquellos que fomentaron la
revolución francesa y la ilustración en el siglo XVIII. Con un acaloramiento
sin igual, se dieron debates cuya culminación más insigne fue el mayo del
68 en Francia, que tuvo consecuencias en todo el mundo. Aaron, Sartre, Camus,
Althusser, Marcuse, Foucault, Lacan, para solo citar algunos de grata
recordación y que hoy he vuelto a leer. Hay un texto hermoso sobre el tema:
"Pasado imperfecto", de Tony Jud.
Corea fue una expresión negra de la
guerra fría.. El conflicto entre Corea del Norte (comunista) y Corea del Sur (capitalista)
se desarrollo entre el 25 de junio de 1950 y el 27 de julio de 1953. Corea fue
una colonia japonesa gobernada desde mediados del siglo XIX hasta finales de la
Segunda Guerra Mundial en 1945. El Japón imperial trató con enorme brutalidad a
la población, sometiéndola a todo tipo de abusos y vejaciones [cita requerida].
Desde finales del siglo XIX los coreanos llevaron a cabo acciones de
resistencia, pero sólo lograron algunos éxitos a finales de los años treinta,
manteniendo una pequeña zona liberada en los bosques y montañas del norte en la
frontera con Manchuria [cita requerida]. La derrota de Japón en 1945 sorprendió
en la península coreana a un ejército japonés muy numeroso sin que llegasen a
producir choques armados con los aliados en este territorio, únicamente algunas
acciones en el norte con los soviéticos y los guerrilleros comunistas coreanos.
Los aliados acordaron que las fuerzas Japonesas en la península de Corea al
norte del paralelo 38 se rendirían a las tropas de la Unión Soviética, y al sur
de este paralelo, a las de los Estados Unidos. La elección del paralelo 38 fue
completamente arbitraria pero marcaría el futuro de Corea de forma decisiva al
quedar dividido el territorio en dos estados en la práctica. Colombia tiene un
capitulo particular en esta guerra. Enviamos en solidaridad con los americanos
y Corea del sur un grupo de soldados, denominado Batallón Colombia.
Rafael Humberto Moreno Duran escribe una novela de ficción sobre este
hecho. “Mambrú es el relato de las aventuras y desventuras del Batallón
Colombia en la guerra de Corea, en el año no tan remoto de 1951. El gobierno,
como quizá se recuerde, promovió la creación de un cuerpo de tropa encargado de
arrimarle el hombro a coreanos del sur y a estadounidenses en defensa de la
República de Corea, amenazada por Corea del Norte y por las "hordas
amarillas", como entonces se decía, de la República Popular China”.
La historia de nuestros soldados no solo es trágica, sino que fue de las
injusticias más tristes de nuestra historia de parte del estado, algunos
soldados murieron, otros terminaron mutilados y casi todos con problemas
psicológicos insuperables. El estado no les cumplió las promesas de
indemnización y se convirtieron en un grupo aislado y olvidado que no dejó
nunca de rogar por sus derechos en cada aniversario.
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