Brian Tracy decía: Toda la riqueza viene de agregar valor, de producir más, mejor, más barato, más rápido y más fácil que alguien más”. Este hombre que además de millonario, es un gran motivador, con más de 70 libros escritos, lo traje a la memoria gracias a mi amigo. Él define en toda su esencia a Brayan. Es un muchacho muy joven, de Medellín, con una habilidad para los negocios que se traduce en talento, no es ávaro, menos ventajoso, vive concentrado en las tareas del día a día y es esclavo de sus objetivos.
Los talentos, como el rio de la vida de Heráclito, el devenir, tienen una historia y una motivación, que es cómo una mecha, siempre está ahí, presente, se convierte en un motor de lo que hace, piensa, decide y focaliza. Para este muchacho fue su madre. Algún día no trabajaras más y no te mataras, ni correrás en afugias infinitas. Dame tiempo, le decía. Desde el colegio se volvió un negociante precoz con sus amigos. Hacía las tareas de los demás, por unos pesos, les vendía conocimiento y otras cosas, ahorraba religiosamente, pues sabía de antemano que lo importante para un emprendedor, es tener una base de dinero que le sirva de palanca para empezar cualquier negocio y de hecho lo fue consiguiendo con mucho esfuerzo, pero siempre con felicidad y consciente que tendría su negocio propio.
Me gustaría mucho que este muchacho leyera la biografía de George Soros. Este financista que puso en aprietos a Inglaterra en una sola jugada financiera, alumno de Karl Popper, de Harold Laski, quien descifró el capitalismo con una habilidad y conocimiento sin parangón, focalizado en resultados y con las propias reglas que los voraces financistas crearon para enriquecerse impunemente, es un buen ejemplo de un hombre con objetivos. Recuerdo que formuló la Teoría General de la Reflexividad para los mercados de capitales, que según él ofrece una imagen clara de las burbujas de activos y el valor fundamental del mercado de los valores, así como las discrepancias de valor utilizadas para vender en corto y en canjear acciones. Todo lo que hace el mercado de capitales desde los grandes centros de poder, para manejar las riquezas del mundo, le sirvió para con esas reglas, dominar a los que pretendían hacerlo con él.
Brayan es un negociante muy joven, exitoso, tranquilo. Sabe que la familia es lo primero y con una cualidad: Habla poco y escucha mucho. En los negocios saber oír es de suma importancia. La otra es tomar decisiones en el momento adecuado y anticiparse a los hechos.
Nelson Mandela decía: “El dinero no te hará exitoso. La libertad para ganarlo sí. Es cierto. El mercado y los negocios no se apagan, observar dónde están las oportunidades es una cualidad de muy pocos. Brayan la tiene.
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