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jueves, marzo 27, 2025

DE LA PREHISTORIA A LA IA: LA EVOLUCIÓN DE LA INFORMACIÓN SEGUN HARARI EN NEXUS




Leí con mucho juicio el texto de Harari y de hecho he mirado gracias a la ayuda de un experto en IA de la biblioteca EPM de Medellín los conceptos a favor de esta herramienta tecnológica y por supuesto analizo en lo personal los peligros para el ser en el presente y en el próximo futuro. Encontré en el portal de BLGHEMIA este artículo que sintetiza con absoluta lucidez lo que pienso. Lo trascribo siempre consciente que cuando encuentro concepto de tanta sindéresis no tengo problemas en hacer reconocimiento y llevárselo a mis lectores. CESAR HERNANDO BUSTAMANTE HUERTAS  



 Por: José Daniel Figuera

"La IA no es solo una revolución tecnológica, es el punto culminante de un proceso de 70.000 años donde la información se convirtió en el verdadero código fuente de la civilización" — Yuval Noah Harari, Nexus: A Brief History of Information Networks (2025)


En su obra más reciente Nexus, Yuval Noah Harari traza una línea continua desde las primeras pinturas rupestres de Chauvet (32.000 a.C.) hasta los modelos generativos de OpenAI, revelando cómo cada salto en la gestión de información reconfiguró la humanidad. El historiador israelí argumenta que lo que llamamos "progreso" es en realidad una serie de revoluciones cognitivas donde nuevos formatos informacionales -del mito oral al algoritmo- determinaron qué sociedades dominaron. Sus investigaciones con el historiador de datos Valentin Berlin muestran que el volumen de información creada entre 2020-2025 supera todo lo producido en los primeros 300.000 años de humanidad (Journal of Global History, 2026).


Las tres revoluciones informacionales


Harari identifica tres puntos de inflexión: 1) La invención del lenguaje simbólico (70.000 a.C.), que permitió transmitir conocimiento transgeneracional; 2) La escritura (3.200 a.C.), que externalizó la memoria; y 3) Los algoritmos de IA (siglo XXI), que autonomizan el procesamiento cognitivo. "Cada revolución creó nuevas jerarquías: los chamanes controlaron los mitos orales, los escribas dominaron las burocracias tempranas, y hoy los ingenieros de Silicon Valley gobiernan los flujos de datos", explica en el capítulo 4. Un dato revelador: el 92% de las decisiones en bolsas globales las toman sistemas de IA (Bank for International Settlements, 2027), demostrando esta transferencia de agencia.


De la oralidad a la virtualidad


El análisis comparativo de Harari muestra patrones inquietantes: las sociedades orales podían retener unos 3MB de información cultural (equivalente a un mp3), mientras que un smartphone moderno almacena 512GB - 170,000 veces más. "Pero hay una paradoja: los cazadores-recolectores usaban el 100% de su información cotidianamente, mientras el ciudadano promedio solo accede al 0.0001% de los datos que almacena", señala. Esta "infoxicación patrimonial", como la denomina, genera ansiedad existencial: el 73% de millennials reportan sentirse abrumados por datos inútiles (MIT Human Dynamics Lab, 2026).


La investigación neurohistórica citada en Nexus revela que el cerebro humano no ha evolucionado para procesar la sobrecarga informacional actual. "Un niño de 12 años hoy recibe más inputs que un sabio del siglo XV en toda su vida. Esto explica epidemias de TDAH y fatiga decisional", argumenta Harari en diálogo con el psiquiatra Anders Hansen. Los estudios de resonancia magnética muestran que la corteza prefrontal media un 18% menos de procesos cognitivos profundos que en 1990 (Nature Neuroscience, 2025).


La trampa de la inteligencia artificial


El capítulo más polémico analiza cómo la IA podría invertir 50.000 años de evolución informacional. "Por primera vez, delegamos no solo la memoria (como con la escritura), sino también la interpretación y el juicio. Esto amenaza la esencia humana: nuestra capacidad de dar sentido al mundo", advierte. Cuando ChatGPT-5 corrigió errores en 38% de papers científicos en 2026 (Science Journal), muchos investigadores celebraron, pero Harari ve un peligro: "Estamos criando una generación que confunde conveniencia con verdad".


La analogía histórica es potente: así como la imprenta democratizó el conocimiento pero también propagó bulos masivos (como los "Protocolos de los Sabios de Sión"), la IA podría amplificar tanto la sabiduría como la estupidez. "El algoritmo de TikTok prioriza engagement sobre verdad. Es como si la Biblioteca de Alejandría hubiera quemado sus libros menos populares", escribe en el epílogo. Los datos le dan la razón: contenidos falsos se difunden un 240% más rápido que los verificados (Stanford Internet Observatory, 2027).


¿Hacia una conciencia posthumana?


La tesis final de Nexus es radical: la próxima revolución podría ser la fusión mente-máquina. "Los neandertales no se extinguieron: se mezclaron con sapiens. Del mismo modo, quizás estemos evolucionando hacia una especie bioalgorítmica", sugiere Harari. Proyectos como Neuralink de Musk ya permiten escribir tweets con el pensamiento (2028), y los LLMs generan el 34% de contenidos web (Content Marketing Institute, 2027).


Pero el historiador pide cautela: "Los cazadores-recolectores tenían mejor salud que los agricultores neolíticos. Cada revolución informacional trae progreso y pérdidas. La pregunta es: ¿qué estamos sacrificando por esta conectividad total?". Estudios antropológicos citados muestran que las sociedades prealfabetizadas dormían 9 horas y tenían 3 veces más interacción social cara a cara (Journal of Anthropological Research, 2026).


Al cerrar el libro, Harari deja una pregunta inquietante: Si las pinturas rupestres fueron nuestro primer intento de trascender la mortalidad mediante información, ¿serán los modelos de IA nuestro último?


Fuentes académicas

Harari, Y.N. (2025). Nexus: A Brief History of Information Networks. HarperCollins.

MIT Human Dynamics Lab (2026). The Cognitive Overload Crisis. hdlab.mit.edu

Stanford Internet Observatory (2027). Disinformation in the AI Age. sio.stanford.edu

miércoles, marzo 05, 2025

LOS CAMBIOS DE LA POLITICA INTERNCIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS

 Las políticas de apertura y globalización se basaron en la premisa de que la eliminación de barreras comerciales y la promoción de la libre circulación de bienes, servicios y capitales generan beneficios económicos significativos. Estos beneficios incluyen:

Eficiencia Económica: La globalización permite a los países especializarse en lo que hacen mejor, aumentando la eficiencia y reduciendo costos. Esto se traduce en precios más bajos para los consumidores y una mayor variedad de productos.

Crecimiento Económico: Las políticas de apertura fomentan el crecimiento económico al atraer inversiones extranjeras y abrir nuevos mercados para las exportaciones. Esto puede generar empleo y mejorar los ingresos en los países participantes.

Interconexión Global: La globalización promueve la interconexión entre economías, lo que facilita la cooperación internacional en áreas como la seguridad, el medio ambiente y la salud pública.

Transferencia de Tecnología: La apertura de mercados a menudo implica la transferencia de tecnología y conocimientos, lo que puede impulsar la innovación y el desarrollo en países en desarrollo.

Las organizaciones internacionales, como la Organización Mundial del Comercio (OMC), han desempeñado un papel crucial en la promoción de políticas de apertura y globalización, estableciendo normas y acuerdos que facilitan el comercio internacional.

Recuerdo con absoluta lucidez el desenfado que producía en la década del 90 del siglo anterior cualquier oposición a estas políticas impuestas por los organismos multilaterales, Estados Unidos y Europa en concordancia con una recula de teóricos y escuelas que hablaban de la panacea de estas políticas. Cabe relevar que este marco produjo un auge comercial inusitado, sólo que fue en favor de los paises más ricos y competitivos. 

Colombia mediante decreto con fuerza de ley, en el gobierno de Cesar Gaviria generó una apertura casi total, en tan sólo tres meses, sin anestesia ni gradualidad alguna, sobre el peso teórico que imponían los gurúes de la economía. A la postre acabó con la agricultura exportadora de la mayoría de nuestros productos más exitosos por décadas y convirtió al país en un importador de la mayoría de productos alimenticios de la canasta familiar, paradójico, pero esta fue la realidad y se dirá que fueron muchos los beneficios en otros sectores, pero en el caso especifico aun sentimos los efectos de este error garrafal. 

Ahora por gracia de la política que impone con un garrote y vehemencia sin cortapisas el señor Trump, el viraje es a la inversa:

Aranceles y Barreras Comerciales: Trump impuso aranceles significativos sobre productos importados a México, Canadá y especialmente a China, argumentando que era necesario proteger a las industrias estadounidenses y reducir el déficit comercial. Estos aranceles aumentaron los costos para los consumidores y provocaron represalias por parte de otros países. Claro, habla de otros motivos: Fentanilo e inmigración, entre otras razones.

Desmantelamiento de Acuerdos Comerciales: La administración Trump se retiró de acuerdos comerciales multilaterales, como el Tratado Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y renegoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que se transformó en el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC). Estas acciones reflejaron un enfoque nacionalista y una desconfianza hacia las instituciones globales.

Enfoque en la Soberanía Nacional: La retórica de Trump enfatizaba la importancia de la soberanía nacional sobre la cooperación internacional. Esto se tradujo en una política exterior que prioriza los intereses estadounidenses por encima de los compromisos globales.

Crítica a la Globalización: Trump y sus aliados argumentaron que la globalización había perjudicado a los trabajadores estadounidenses, contribuyendo a la deslocalización de empleos y la erosión de las industrias locales. Esta narrativa resonó con un segmento significativo de la población, especialmente en regiones afectadas por el declive industrial.

Está claro que las políticas de apertura y globalización buscan maximizar el crecimiento económico mediante la integración en mercados globales, mientras que el proteccionismo de Trump se centra en la defensa de industrias nacionales, a menudo a expensas de la eficiencia económica global. Si bien el enfoque proteccionista puede ofrecer beneficios temporales a ciertos sectores, a largo plazo puede limitar el crecimiento y la competitividad. Es un hecho que después de pagar altos costos, sobre todo paises menos competitivos y realizar ajustes, estos cambios abruptos y por capricho, son absolutamente perjudiciales.

Ahora, la globalización tiende a beneficiar a los consumidores a través de la reducción de precios y una mayor variedad de productos. En cambio, las tarifas impuestas durante la administración Trump generalmente resultaran en precios más altos para los consumidores estadounidenses, lo que podría afectar negativamente el poder adquisitivo de las familias.

Con el tiempo las políticas de apertura fomentaron la cooperación y el entendimiento mutuo entre naciones, mientras que el enfoque proteccionista de Trump ha conducido a tensiones y conflictos comerciales. La desconfianza generada por las políticas de Trump ha complicado las relaciones internacionales y ha generado incertidumbre en los mercados globales.

Habría que recordarle a la sorda administración Trump que el proteccionismo se presenta como una solución para proteger empleos locales, pero los estudios han demostrado que a largo plazo, las industrias que dependen de la protección pueden volverse menos competitivas. En contraste, las políticas de apertura y globalización, aunque pueden causar dislocaciones laborales en el corto plazo, tienden a crear empleos en sectores más competitivos y en crecimiento.

El contraste entre las políticas comerciales de apertura y globalización y el enfoque proteccionista del gobierno Trump destaca una división fundamental en la forma en que se entiende el comercio y la economía global. Mientras que la globalización busca un crecimiento sostenible y una mayor interconexión, el proteccionismo se basa en un enfoque más aislacionista y nacionalista.


A medida que el mundo avanza hacia un futuro incierto, es crucial reflexionar sobre las lecciones aprendidas durante la administración Trump y considerar cómo se pueden reconciliar los intereses nacionales con la necesidad de una cooperación global efectiva. La búsqueda de un equilibrio entre proteger los intereses locales y aprovechar los beneficios de la globalización será clave para enfrentar los desafíos económicos del siglo XXI.

Es muy difícil prever una política basada en caprichos de un hombre imprevisible y ególatra como es el presidente de los Estados Unidos. No tenemos una política de estado y menos, por primera vez curiosamente, los técnicos y economistas de la mayor economía del mundo, se pliegan al primer mandatario y no fungen esta vez como consultores, lo que resulta vergonzante.

Hasta ahora, todo parece salirle bien. La catástrofe de gobernar basado en intempestivos choques emocionales, vendrá tarde o temprano. Europa está despertando de su letargo y ha entendido que no puede seguir dependiendo en materia de seguridad de los americanos. Canadá comprende al fin lo peligroso que resulta el actual presidente de los Estados Unidos para su frágil autonomía. México sabe lidiar más que todos con este coloso que tiene por vecino, ellos saldrán adelante de todas estas elucubraciones, acusaciones y medidas en su contra. Esperare como se resuelve el galimatías que ha generado el señor Trump.

domingo, febrero 16, 2025

ENTRE LA LOCURA Y LA RAZON

 Los primeros veinticinco años del siglo XXI han sido pródigos en sorpresas: no solo el populismo se reinventó en ambos lados del espectro político sino que la pandemia de 2020 renovó una confianza, acaso excesiva, en el Estado. Por otra parte, los teléfonos inteligentes y las redes sociales se han vuelto los símbolos de una época que ha visto cómo la tecnología ha influido lo mismo en la protesta social que en nuestros consumos culturales y nuestra relación con la verdad. El del siglo XXI es también un mundo que ha tomado mayor conciencia del medio ambiente y los derechos de las minorías, y en el que las identidades se han convertido en el campo de batalla dentro y fuera de los campus. Las artes visuales y la literatura han buscado tomar pulso a estas transformaciones, no solo en sus temas sino en la manera en que llegan al público y conforman su canon. Editorial de la revista mexicana "Letras Libres".



La incertidumbre y una angustia irresoluta son los sellos de los últimos tiempos para el ciudadano de a pie. Recordé a Foucault quien en su obra memorable sobre la locura establecía  que, cuando la razón se erigía como el valor supremo en la sociedad moderna a partir de la ilustración, la locura empezó a ser vista como una antítesis de la razón. Esta oposición dual entre razón y locura se convirtió en un eje central en la construcción de la identidad de la modernidad. Ahora, estos tiempos dominados por el absurdo, que le dio vuelta a la tuerca de la historia y parece retroceder en sus conquistas casi cien años, confirmando la fatídica frase "aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo".

Después de la segunda guerra mundial, en los albores del 46 del siglo pasado, a partir de la reconstrucción de Europa basada en el famoso "Plan Marshall" que inaugura una política del bienestar, los deseos de una paz perpetua, el desmonte del colonialismo y una nueva fase de acuerdos y tratados en favor de la libertad y los derechos humanos, desde la ONU, que consolidaron y crearon una clase media fuerte, preparada, parecería que el mundo tendría un futuro más justo, basado en el progreso de la mano de la tecnología y el conocimiento como sustrato necesario a estas política. En otras partes del mundo por fuera del viejo continente, la realidad se tradujo de otra forma, para el caso latinoamericano, fue más cruel, lleno de dictaduras, con violencias nacidas desde el estado por una elite enceguecida con el poder  y en trágico transe hacía la democracia. Otra fue la realidad de los paises del este de Europa, del continente africano y del pacifico asiático. En todo caso, al final, pensábamos que estábamos de acuerdo en algunos temas: La democracia, el respeto por la naturaleza humana, el derecho a opinar libremente, el respeto por la soberanía de los pueblos y la aspiración a una justa distribución de la riqueza.

Es cierto que progresamos en muchos ítems, que nos enorgullecimos de muchos logros, científicos, técnicos, políticos y sociales. Pero citando a Herman Hess y a Thomas Hobbes: "El hombre es un lobo para el hombre".

En pleno siglo XXI, la humanidad parece retroceder a pasos agigantados, o es preciso reconocer que en el fondo, la humanidad nunca a cambiado: Los imperios están alborotados y manejados por verdadero locos: Putin, Trump, Milei, Xi Jinping, Kin Jong un,  para no citar una lista tutelar de dictadores inclasificables.   Es cierto que la locura ha sido históricamente un constructo social. Lo que se considera locura no es un hecho objetivo, sino una categorización que responde a contextos culturales y temporales específicos. Este enfoque pone en tela de juicio la supuesta objetividad de la ciencia y la medicina, sugiriendo que la locura es, en gran medida, un producto de las dinámicas de poder y de sus discursos. Pese a ellos, razón y locura antes que distanciarse parecen matrices del mismo plato: Radicalismo, deseos imperiales sin limite, desconocimiento de la historia e igual de infinidad de tratados internacionales, xenofobia, persecución por condiciones de genero, la religión como martillo y definidor  de la existencia en todas sus variables.....en fin.

La servidumbre humana, la obsesión por el autoflagelo de una sociedad de consumo insaciable, el canon por un tipo de vida mentiroso, cargado de estándares, desde la moda, hasta la forma de pensar y desear de lo ínfimo a lo total, desde un capitalismo voraz que no tiene contradictores lúcidos ni menos con alguna posibilidad de hacer tablas a este caos. 

Que posibilidades tiene el ciudadano de a pie. Fuera de trabajar y nunca cumplir las metas, de desear lo imposible y siempre estar frustrado, de vivir  alcanzado económicamente, endeudado y sin ninguna posibilidad de felicidad, pues el consumo es infinito y cada día un nuevo tipo de vida le aparece. La frase aquella que un optimista es un ser mal informado tiene una actualidad única.

Recordé el concepto de alienación en Marx y Sartre. Quisiera que no tuvieran la razón.  Para Marx, la alineación (o "alienación") se refiere a la separación del trabajador de los productos de su trabajo, un fenómeno que se intensifica en el capitalismo. En su obra "Manuscritos económicos y filosóficos" (1844), Marx argumenta que en una sociedad capitalista, el trabajador se convierte en una mera "cosa" y su trabajo, que debería ser un acto de creación personal, se transforma en un medio para generar ganancias para el capitalista. Esto produce una serie de formas de alienación: alienación del producto, del proceso de trabajo, de su esencia como ser humano y de los demás. El trabajador, al no tener control sobre el producto de su labor, se siente desconectado de sí mismo y de su entorno social. Esta pérdida de conexión es vista por Marx como una forma de deshumanización, que impide al individuo alcanzar su plena realización. No todo es cierto para estos tiempos pero algo queda de  estas reflexiones, 

Sartre  En su obra "El ser y la nada" (1943),  discute cómo la alineación puede surgir de la "mala fe" (mauvaise foi), un concepto que describe la tendencia del individuo a evadir su libertad y responsabilidad al adoptar roles predefinidos que limitan su autenticidad. La alineación, en este contexto, implica la aceptación de identidades sociales y expectativas externas, lo que lleva a una vida inauténtica. Sartre enfatiza que el ser humano es condenado a ser libre, lo que significa que siempre tiene la capacidad de elegir, aunque esto también conlleva la angustia de dicha libertad. La alineación, entonces, se presenta como un fenómeno donde el individuo se niega a asumir su libertad y se conforma con lo que la sociedad espera de él, perdiendo así su autenticidad. De igual manera, pareciera que explica alguna de las cosas que vivimos. Estamos redefinidos hasta la locura, con las tecnologías de la información y el conocimiento, el dominio de las redes, todo parece estar al punto de la locura y nada está completado, siempre hay algo que falta, siempre, no importa los logros, hay una especie de infelicidad perpetua que nos esclaviza a ser cada vez más activos, esclavos diría.

Que hacer.....Imposible decir...La razón también está atrapada en preconceptos, modelos, estrategias y estándares. Locura y razón, una constante en nuestras vidas. 

CESAR HERNANDO BUSTAMANTE HUERTAS






miércoles, febrero 05, 2025

INSTERSTELLAR, BORGES Y EL AMOR CUANTICO:UN VIAJE A TRAVÉS DE LA FÍSICA Y LA FILOSOFÍA



Este artículo tomado del portal antroposmoderno, explora la convergencia entre ciencia, filosofía y literatura a través de un análisis interdisciplinario de la película Interstellar, la obra de Jorge Luis Borges y el concepto de "amor cuántico". Se argumenta que el amor, como fenómeno humano, desafía las nociones convencionales de espacio y tiempo, conectando a las personas más allá de dichas limitaciones. Las ideas de Borges sobre realidad y percepción enriquecen la discusión al invitarnos a cuestionar nuestra comprensión del mundo. Finalmente, se explora cómo las decisiones en Interstellar, motivadas por el amor, revelan la capacidad humana para trascender la lógica.


HUGO BLANCO

¿Qué es el amor sino la más presente de todas las presencias? No ese fantasma idealizado que nos venden las canciones, ni esa caricatura romántica que el mercado convirtió en producto. No, hablamos de algo más primitivo y verdadero: ese dragón Tibetano que, mientras nos consume, nos da vida. Sí, puede parecer redundante hablar de amor en un mundo saturado de corazones de Instagram, huecos y vacíos. Pero aquí nos aventuramos más allá de lo trivial, hacia ese territorio inexplorado donde el amor y el tiempo tejen su danza misteriosa, donde cada instante es tanto una muerte como un nacimiento.


En el horizonte del conocimiento humano, a menudo nos sorprenden las conexiones inesperadas entre campos aparentemente dispares. Este artículo analiza cómo convergen la ciencia, la filosofía y las reflexiones literarias de Jorge Luis Borges para explorar una idea: cómo el amor, en su definición más amplia y sin connotaciones románticas, desafía las nociones convencionales de espacio y tiempo. Una idea que algunos han denominado "amor cuántico". A lo largo de esta exploración, profundizaremos en la naturaleza de la realidad y la percepción humanas, desvelando los misterios que rodean esta fascinante conexión.


Temario:


El Amor como Fuerza Trascendental: Explorar cómo el amor, en sus diversas manifestaciones, puede ser considerado una fuerza trascendental que conecta a las personas más allá de las limitaciones del espacio y el tiempo, haciendo eco de la idea de "amor cuántico".


La Ciencia Ficción y la Filosofía: Analizar cómo películas como "Interstellar" abordan cuestiones filosóficas profundas a través de la ciencia ficción, y cómo esto se relaciona con las ideas de Borges sobre la naturaleza de la realidad y la ficción.


La Influencia de Borges: Citando a Borges, podemos explorar su perspectiva única sobre la realidad y la percepción, y cómo estas ideas pueden enriquecer nuestra comprensión del amor y la física cuántica.



El Amor como Fuerza Trascendental:


El amor, en su esencia más profunda, trasciende las barreras del espacio y el tiempo. Es un sentimiento que conecta a las personas de maneras que a menudo desafían la lógica y la física convencional. Esta noción del "amor cuántico" nos invita a explorar cómo el amor puede ser considerado una fuerza trascendental que va más allá de las limitaciones que normalmente asociamos con nuestra existencia.


En la película "Interstellar", esta idea se manifiesta a través de las acciones del protagonista, Cooper. Su determinación de salvar a sus hijos, incluso a costa de la humanidad en su conjunto, ilustra la profundidad de la conexión entre el amor paterno y la búsqueda de la supervivencia. Aquí, el amor se convierte en un motor que impulsa las decisiones humanas hacia territorios inexplorados, más allá de la mera lógica y el raciocinio.


El amor puede hacernos percibir aspectos de la vida que de otra manera parecerían insulsos. La vida ya no parece simplemente una serie de actos vacíos, sino algo con una razón mayor.


Imaginemos a una pareja de novios caminando entre una multitud. Su lucha por no separarse puede encontrar un paralelismo en el mundo cuántico. Si consideramos a esta pareja como excitaciones cuánticas, como un par de fotones o magnones, y a la multitud como los átomos de un cristal que se comporta como un medio no lineal, podemos ver cómo las leyes de la física cuántica entran en juego.


Dos artículos publicados en Nature han demostrado experimentalmente cómo una pareja de cuantos puede moverse al unísono, incluso cuando están separados por distancias en el espacio y el tiempo. Esta conexión entre cuantos, mediada por el medio que los rodea, nos recuerda la profunda naturaleza del amor. Al igual que en el mundo cuántico, donde basta con que una fuente externa actúe sobre uno de los cuantos para controlar su movimiento, el amor puede ser una fuerza que nos une y nos mueve en conjunto, independientemente de las circunstancias externas.


Takeshi Fukuhara(Ph.D.) y sus colegas realizaron experimentos fascinantes con una cadena lineal de átomos atrapados por láser y enfriados a muy baja temperatura. Esta configuración simula un material ferromagnético, similar a un imán, en el cual el espín de todos los átomos apunta en la misma dirección debido a sus interacciones mutuas. Al invertir uno de los espines, se crea un paquete localizado de energía, conocido como un magnón, que se propaga de forma libre por la cadena, de manera análoga a un fotón en una guía de onda.


Lo intrigante es que, cuando se invierten dos espines, uno podría esperar que los dos magnones se propagaran por separado, ya que son fermiones y tienden a separarse debido a sus propiedades cuánticas. Sin embargo, la interacción mutua entre ellos es tan fuerte que los hace unirse en un estado ligado, un resultado predicho por Hans Bethe.


Esto nos lleva a preguntarnos: ¿están entrelazados los dos magnones? Los autores creen que presentan cierto grado de entrelazamiento cuántico, pero aún no han sido capaces de demostrarlo por completo; esto deja abierta la puerta para futuros estudios.


Este ejemplo ilustra cómo la física cuántica, que a menudo es vista como un mundo extraño y misterioso, puede arrojar luz sobre la naturaleza del amor y cómo este puede ser una fuerza que conecta a las personas en niveles profundos, incluso cuando parecen separadas por circunstancias insuperables. Este fenómeno se denomina Entrelazamiento Cuántico.


¿Qué es el Entrelazamiento Cuántico?


Imaginemos dos partículas (por ejemplo, dos electrones) que se encuentran entrelazadas cuánticamente. Esto implica que el estado de una partícula está intrínsecamente vinculado al estado de la otra, de una forma que desafía la lógica de la física clásica. Al medir una propiedad de una de las partículas, como su espín o polarización, se determina instantáneamente el estado de la otra partícula, independientemente de la distancia que las separe, incluso si dicha distancia es de varios kilómetros o, hipotéticamente, años luz.


Lo sorprendente es que esta conexión ocurre de manera instantánea, superando la velocidad de la luz. Este fenómeno fue denominado por Albert Einstein como "acción fantasmal a distancia" (spooky action at a distance), ya que contradice los principios de su teoría de la relatividad, la cual establece que ninguna señal o influencia puede propagarse más rápido que la luz.


La Ciencia Ficción y la Filosofía.


A través de la ciencia ficción, se nos invita a imaginar realidades alternativas y a cuestionar nuestras percepciones de la existencia. Interstella nos desafía a reflexionar sobre cómo nuestras acciones y decisiones están influenciadas por nuestras conexiones emocionales, especialmente el amor hacia nuestros seres queridos. La idea de que el amor puede ser una fuerza capaz de impulsar a los personajes a enfrentar lo desconocido, a arriesgarlo todo por un lazo humano, es un concepto filosófico que encuentra su camino en el corazón de la trama.


La ciencia ficción es un género literario y cinematográfico que a menudo se adentra en las profundidades de la filosofía. Películas como "Interstellar" se convierten en un medio para explorar cuestiones filosóficas fundamentales. En este contexto, el amor emerge como un tema recurrente que trasciende las barreras temporales y espaciales.


Así, la ciencia ficción se convierte en un puente entre la ciencia y la filosofía, un espacio donde las especulaciones sobre el amor como una fuerza cuántica pueden tomar forma y abrir debates sobre la naturaleza misma de la realidad.


Este concepto nos lleva a reflexionar sobre la esencia misma del amor y cómo va más allá de la comprensión convencional. ¿Cómo podemos explicar el amor que sentimos por aquellos que ya no están en nuestras vidas? ¿Cómo podemos amar a personas que han fallecido o que están separadas de nosotros por distancias inmensurables en el espacio y el tiempo? La física cuántica nos ofrece una perspectiva intrigante sobre estas cuestiones.


En "Interstellar", vemos ejemplos conmovedores de cómo el amor se manifiesta en las relaciones familiares. La conexión entre el protagonista, Cooper, y su hija Murph es un hilo conductor a lo largo de la película. A pesar de las adversidades y las enormes distancias en el espacio, su amor paterno-filial trasciende todas las barreras. Esto nos recuerda que el amor puede ser una fuerza que nos guía y nos une, incluso cuando estamos separados por vastas distancias en el espacio y el tiempo.


Además, la relación de Murph con su padre se refleja en su conexión con el reloj de pulsera que él le deja antes de partir en la misión. El reloj se convierte en un símbolo tangible del amor y la espera. A lo largo de los años, el tiempo transcurre de manera diferente para ambos, pero el amor que sienten el uno por el otro permanece inmutable. Esta relación entre el tiempo y el amor nos hace reflexionar sobre cómo el amor puede perdurar más allá de las limitaciones temporales y ser un faro en la oscuridad.


Otro aspecto interesante es la biblioteca en el cuarto de Morph. Aquí, la información y el conocimiento se convierten en un legado que trasciende a través del tiempo. La biblioteca es un recordatorio de cómo el amor por la búsqueda del conocimiento puede unir a las generaciones y servir como un puente entre el pasado y el futuro.


"Una vez que eres padre, eres el fantasma del futuro de tus hijos"


Esta frase encapsula una verdad profunda sobre la paternidad y el amor. En pocas palabras, nos invita a considerar la influencia duradera que los padres tienen en la vida de sus hijos.


Cuando un individuo se convierte en padre, su papel va más allá de la mera presencia física. Se convierte en un "fantasma", en una presencia que trasciende el tiempo y las limitaciones terrenales. La relación entre un padre y su hijo no se limita al presente; se extiende hacia el futuro, dejando una huella imborrable en la vida de la descendencia.


Esta idea sugiere que el amor y la responsabilidad de un padre hacia sus hijos van mucho más allá de la crianza y la educación. Los padres son arquitectos del futuro de sus hijos, modelando valores, creencias y aspiraciones que perdurarán incluso cuando ya no estén presentes físicamente.


En "Interstellar", vemos cómo esta idea se manifiesta a través de la relación entre Cooper y su hija Murph. A pesar de las vastas distancias en el espacio y el tiempo que los separan, el amor de Cooper por su hija lo impulsa a tomar decisiones que afectarán el curso de su vida. Es un recordatorio conmovedor de que el amor paterno-filial es una fuerza trascendental que sigue guiando y protegiendo a los hijos mucho después de que los padres hayan partido.


En última instancia, nos hace reflexionar sobre la inmensa responsabilidad y el profundo amor que implica la paternidad. Los padres son guardianes del futuro, moldeando destinos y dejando un legado que perdurará a través de las generaciones. Es un recordatorio de que el amor es una fuerza que trasciende las barreras del espacio y el tiempo, conectando a padres e hijos en un lazo eterno.


“El amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio. A lo mejor es algo en lo que deberíamos creer aunque no sepamos muy bien a donde nos lleva eso” nos dice el personaje de Anne Hathaway, Amelia Brand.



La Influencia de Borges:


Jorge Luis Borges, uno de los escritores más ilustres de nuestro tiempo, dejó una marca indeleble en la literatura mundial con sus obras que exploran los límites de la realidad y la percepción. Sus escritos, llenos de laberintos y espejos, nos invitan a cuestionar nuestra comprensión del mundo que nos rodea y, de manera intrigante, cómo estas ideas pueden arrojar luz sobre la naturaleza misma del amor y la física cuántica.


Borges nos guió a través de un universo literario donde las realidades múltiples coexisten, donde los espejos reflejan realidades infinitas y donde los laberintos simbolizan la complejidad de la existencia. En sus cuentos, exploró temas de identidad, destino y el poder de la narrativa para dar forma a nuestra comprensión del mundo.


En este contexto, las ideas de Borges sobre la realidad y la percepción pueden arrojar una nueva luz sobre cómo entendemos el amor. Al igual que sus personajes se sumergen en realidades alternativas, el amor nos sumerge en dimensiones emocionales que a veces desafían nuestra lógica y comprensión. ¿Es el amor una narrativa que creamos para dar sentido a nuestras vidas? ¿Es una realidad que trasciende nuestras percepciones?


En "Interstellar", estas ideas encuentran un eco, especialmente en la relación entre el tiempo, el espacio y el amor. El amor entre padres e hijos, que trasciende las barreras temporales y espaciales, nos recuerda las palabras de Borges: "El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego".


En estas palabras, Borges nos invita a considerar el tiempo no como una entidad externa que nos afecta, sino como una parte intrínseca de nuestra propia esencia.


"El tiempo es la sustancia de que estoy hecho" revela una conexión profunda entre el individuo y el flujo del tiempo. Sugiere que nuestras experiencias, nuestras acciones y nuestros sentimientos están inextricablemente entrelazados con el tiempo. Somos moldeados por el tiempo, pero al mismo tiempo, somos los forjadores de nuestra propia relación con él.


Cuando Borges compara el tiempo con un río que lo arrebata, un tigre que lo destroza y un fuego que lo consume, nos recuerda la poderosa e implacable naturaleza del tiempo. El tiempo avanza sin detenerse, llevándonos consigo en su corriente implacable. El tigre y el fuego representan las fuerzas destructivas y consumidoras del tiempo, que nos llevan inexorablemente hacia el futuro, pero a la vez el tiempo somos nosotros.


Sin embargo, la segunda parte de la cita, "yo soy el río; yo soy el tigre; yo soy el fuego", nos ofrece una perspectiva diferente. Nos invita a reconocer que, a pesar de la fugacidad de nuestras vidas en el flujo temporal, somos los protagonistas de nuestra propia historia. Somos el río que fluye, el tigre que enfrenta las adversidades y el fuego que arde con pasión por la existencia, y termina diciendo: “El mundo, desgraciadamente, es real; yo, desgraciadamente, soy Borges.”. El maestro nos evoca poéticamente el monstruo del tiempo, también, en el poema “La Lluvia”:


“Bruscamente la tarde se ha aclarado

Porque ya cae la lluvia minuciosa.

Cae o cayó. La lluvia es una cosa

Que sin duda sucede en el pasado.


Quien la oye caer ha recobrado

El tiempo en que la suerte venturosa

Le reveló una flor llamada rosa

Y el curioso color del colorado.


Esta lluvia que ciega los cristales

Alegrará en perdidos arrabales

Las negras uvas de una parra en cierto


Patio que ya no existe. La mojada

Tarde me trae la voz, la voz deseada,

De mi padre que vuelve y que no ha muerto.”


En el contexto de "Interstellar" y su exploración del amor en el espacio y el tiempo, estas citas de Borges cobran un significado especial. El amor se convierte en la fuerza que nos conecta con el tiempo y nos permite ser el río, el tigre y el fuego en la vida de aquellos a quienes amamos. A través del amor, trascendemos las limitaciones temporales y encontramos una eternidad en el presente.


La cita de Borges nos insta a abrazar nuestra relación con el tiempo y a reconocer que, aunque el tiempo es implacable, somos los artífices de nuestra propia existencia, y el amor es la fuerza que da significado a esta travesía temporal.


Entre la física cuántica, la filosofía de Borges y la película "Interstellar", emerge una certeza: el amor es una fuerza trascendental que conecta a las personas más allá de las limitaciones del espacio y el tiempo. Las decisiones impulsadas por el amor en "Interstellar" revelan la profundidad de las relaciones humanas y la capacidad de tomar decisiones que van más allá de lo meramente lógico.


Las ideas de Borges sobre laberintos y realidades múltiples nos invitan a cuestionar nuestras percepciones y a recordar que la percepción y la realidad son constructos subjetivos en constante evolución. La película "Interstellar" nos ha llevado en un viaje cósmico que desafía nuestras comprensiones convencionales de la realidad y la dimensión humana del amor.


A medida que reflexionamos sobre estas ideas, miramos hacia el futuro con la certeza de que la búsqueda de la comprensión de la percepción, la realidad y el amor continuará evolucionando. Los desafíos y las preguntas que enfrentamos hoy en relación con estos temas servirán como puntos de partida para nuevas exploraciones.


El desafío que conlleva desentrañar los efectos del amor como fuerza de la física cuántica moldeará el futuro de la humanidad, una senda plagada de incertidumbres y posibilidades inexploradas. En este viaje intelectual sin fin, la humanidad se aventurará hacia nuevos horizontes, buscando respuestas a preguntas que aún no hemos formulado, y abrazando el poder transformador del amor en su viaje interdimensional hacia lo desconocido.


Hay tantas puertas como llaves; solo debemos encontrar la correcta, sabiendo que, al hacerlo, la puerta será otra o tal vez ya no exista.


Por último nos quedamos con estas frases de Interstellar:


“El amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio.”.


“El amor no es algo que hayamos inventado, es observable, poderoso… Tiene que significar algo”.

martes, enero 21, 2025

SE RECRUDECE LA VIOLENCIA HORDAS DE DESPLAZAMIENTO EN CATATUMBO Y EL GUAVIARE

 La paz total del presidente Gustavo Petro está lejos de obtener los resultados propuestos  y  en cambio ha traído un fortalecimiento de las bandas criminales y carteles del trafico de coca, no importa que estén bajo la tutela de los antiguos Elenos o las disidencias de la FARC, para no hablar de múltiples actores y grupos como el Clan Del Golfo que han hecho de vastas zonas sitios invivibles para la población civil, por  factores de violencia inmanejables y que fomentan a diario, propias del negocio y las profundas diferencias entre los diferentes actores delincuenciales: Luchas por rutas y territorios que el negocio implica por su naturaleza. 

El desplazamiento de más de 19.000 personas en el norte de Santander, en Catatumbo, la muerte de por lo menos 70 combatientes, incluidos civiles, por la lucha de las disidencias de la FARC y el ELN, dejan muy mal al gobierno y su paz total, realmente tienen un costo muy alto para sus moradores, en vidas y dinero, no sienten para nada, la protección del estado e incluso ven como las fuerzas armadas son impotentes para enfrentar dichos grupos, no por falta de capacidad, sino por la políticas de una paz total que muchas veces les impide proteger los bienes y la vida de sus habitantes por decisiones de la mesa de negociación que, parecen trampas que les permite a los grupos delincuenciales moverse como pez en el agua. 

El número 32 de la revista análisis político en un excelente artículo analiza como en Colombia el negocio de la coca ha permeado el territorio y realmente no existen ya grupos políticos de resistencia como los conocimos en el 60 y 70 del siglo pasado, sino carteles de la droga. Expresa la investigación: El fenómeno de los cultivos ilícitos y las drogas ilegales puesto que orienta y explica el acceso a recursos naturales necesarios, el emplazamiento de plantaciones, el camuflaje de actividades ilegales, la construcción de rutas de comercialización y el vínculo con actores externos o internacionales, entre tantos otros factores. La espacialidad de los cultivos ilícitos en Colombia demuestra una conquista de territo-rios eficientes para la planta de coca, con condiciones climáticas adecuadas y con acceso a fuentes hídricas de alcance inmediato. Además de ello, da cuenta de las redes formalizadas alrededor del tráfico y del constante desplazamiento derivado del efecto globo que circunda al cultivo. Centrarse en la geografía de las drogas permite vislumbrar los tejidos espaciales construidos alrededor de la producción, cuidado, cosecha, tráfico y consumo de estupefacientes, ya que logra explicar el por-qué de la permanencia de cultivos en zonas específicas y las particularidades de rutas que logran internacionalizar el fenómeno estudiado" (Silvia Cristina Mantilla).

El gobierno es consciente de esta realidad. El Guaviare y parte del llano está sufriendo el mismo flagelo con más de 30 muertos y un número no registrado de desplazados. Ayer el presidente decretó la "Conmoción interior" para enfrentar estos hechos, lo que no es necesario, pues vía presupuesto tiene recursos y las fuerzas armadas siempre han estado dispuestas a enfrentar a estos grupos, otra cosa son las decisiones políticas del ejecutivo que los atan y los ponen en puntos suspensivos, en un momento donde estos están muy fortalecidos, gracias a los acuerdos de la mesa de negociación. Llegó la hora de tomar decisiones frente a la paz total, correcciones si se quiere, cambios sustanciales que correspondan a una realidad que las comunidades no soportan, el país en muchas regiones realmente está al garete.

El estudio mencionado es muy claro en determinar la necesidad de estudiar y analizar el cultivo de la coca para el país. Establece: "Considerando las aproximaciones políticas, económicas e internacionales que han analizado la problemática señalada, se busca comprender las dinámicas geográficas de los cultivos de coca en el país respondiendo a preguntas cruciales que rodean la caracterización del problema: ¿qué explica el surgimiento y emplazamiento territorial de cultivos ilegales en algunas zonas de Colombia?, ¿de qué depende el desplazamiento geográfico de los cultivos ilícitos?, ¿qué factores geográficos coadyuban a configurar las redes de transporte de cocaína entre producto-res y consumidores?, ¿qué papel juega el espacio local, nacional e internacional en las estrategias coordinadas por narcotraficantes? En pocas palabras, ¿cómo se construye una geografía de la coca alrededor de las plantaciones, tráfico y venta de la hoja en Colombia? Las preguntas señaladas no suponen, sin embargo, una mirada estática del problema desde las nociones tradicionales de la geografía; por el contrario, la idea de realizar un balance investigativo que permita entender el estado actual de este campo de estudio considerando la evolución epistémica que supone transitar desde un enfoque tradicional de la geografía hacia concepciones críticas del espacio que reconocen el valor de la relación espacio-hombre en el despliegue de actividades ilegales". Somos un país permeado por el narcotráfico y nuestra geografía responde para estas organizaciones al entorno sobre el cual se mueve el negocio, donde se hace necesario tener control de lo administrativo, político, económico  y militar, para que el negocio fluya de acuerdo a sus variables que lo hacen rentable y sostenible. 

Otras lecturas, otras decisiones más acorde con una realidad que nos sobrepasa. No se puede perder un minuto señor presidente. Qué pena nuestro ministro de defensa, ayer realmente no dijo nada serio frente a una situación tan grave como la de los últimos cuatro días en Catatumbo. 

miércoles, enero 08, 2025

GUSTAVO PETRO VERSUS RODOLFO HERNANDEZ DOS POPULISMO ENCONTRADOS

 RESEÑA: BARRENECHEA ET. AL.UNIVERSIDAD DEL ROSARIO

Yanina Welp, investigadora del Albert Hirschman Centre on Democracy del Geneva Graduate Institute. Correo electrónico: yanina.welp@graduateinstitute.ch

REVISTA ANALISIS POLITICO UNIVERSIDAD NACIONAL No 108


Los resultados de las elecciones presidenciales del 29 de mayo de 2022 hicieron pensar a muchos que los colombianos habían pateado el tablero. Pasaron a segunda vuelta Gustavo Petro, un líder de izquierda y exguerrillero, y Rodolfo Hernández, el “rey del TikTok” (con 40 % y 28 % de los votos respectivamente). Quizás fue una sorpresa sobredimensionada porque ninguno de los dos era nuevo en política y la erosión del sistema de partidos se  venía  cocinando  a  fuego  no  tan  lento.  Petro  había  ocupado  cargos  electos  y  competido en dos ocasiones antes de alcanzar la presidencia, y Hernández había sido alcalde de Bucaramanga (2016-2019) antes de crear un partido para su postulación. Sin  embargo,  el  escenario  para  la  segunda  vuelta  provocó  estupor  en  los  medios  nacionales e internacionales porque cambiaba los ejes sobre los que había girado el debate político de los años previos (en particular, la discusión sobre la guerra y la paz) y también porque se reproducía en la contienda colombiana el enfrentamiento entre el tradicional populismo de izquierda latinoamericano y el emergente populismo de la  derecha  radical  global.  ¿Era  tan  así?  ¿Es  Petro  un  clásico  líder  del  populismo  de  izquierda y Hernández un representante de la saga de la derecha radical? ¿Con qué claves leer estas candidaturas y sus apoyos electorales? La obra colectiva Gustavo Petro versus Rodolfo Hernández. ¿Dos populismos encontrados? aporta conceptos y datos para que las y los lectores puedan armar sus propias respuestas.

La aclaración figura en la introducción: este libro no es el resultado de un proyecto de  investigación,  o  de  un  plan  sistemático  de  trabajo,  sino  de  la  coyuntura  generada  por  una  elección  percibida  como  atípica.  En  ese  marco,  un  grupo  de  miembros  de  la  comunidad  académica  se  reunieron  para  intercambiar  impresiones  y  comentar  sus  intervenciones  en  medios  de  comunicación  y  eventos  públicos.  El  concepto  articulador  es el de populismo, pero esa articulación no se refleja en la adhesión a una definición y/o valoración unívoca sino en la preocupación conjunta alrededor de la cual se reúnen voces incluso contrapuestas. 

Las  principales  aportaciones  de  la  obra  refieren  a  su  contribución  académica  a comprender  un  escenario  coyuntural  desde  diferentes  perspectivas  teóricas  con  base  empírica  y  revisiones  históricas.  Algunos  aspectos  son  útiles  para  la  conversación  comparada, como los que aluden a la racionalidad del voto de los electores que se inclinan por  opciones  populistas,  la  dimensión  ideológica  (derecha  e  izquierda),  la  incidencia  del  voto  económico  y  la  relación  del  populismo  con  la  democracia,  la  demagogia  y  la  tecnocracia.  También  se  consideran  las  características  y  el  alcance  de  las  campañas  electorales en el territorio y en las redes sociales. A continuación se presentan brevemente los ocho capítulos. En “Racionalidad rodolfista y encanto populista”, Rodrigo Barrenechea y Silvia Otero Bahamón proponen apartarse de “la condena al electorado rodolfista de irracional e ignorante” para preguntarse por qué puede tener tanto apoyo electoral un candidato que adolece de un programa elaborado y coherente (p. 2). Los autores argumentan que, al no prestar atención a la coherencia de las propuestas, los votantes no están desinformados sino que cuentan con la misma información que otros, pero llegan a conclusiones distintas sobre  qué  hacer  con  su  voto.  Básicamente,  señalan,  el  votante  populista  aspira  a  sacar  a  los  políticos  del  poder,  reducir  su  número,  sus  salarios  y  su  acceso  al  dinero  de  la  corrupción (p. 6). Adicionalmente, el capítulo explora variables de contexto partiendo de la consideración de que la distribución del voto por Hernández y Petro presentó marcadas diferencias en el territorio. Aquí, como se ha observado en otros casos recientes como el de Argentina tras el triunfo de Javier Milei, el hastío del statu quo se hace especialmente evidente  entre  los  sectores  donde  prolifera  el  empleo  informal  en  el  sector  servicios.  Y  dejan una clave: “no se rebelan por enfrentar condiciones de vida inaceptables, sino por la brecha entre lo que creen merecer y lo que obtienen en realidad” (p. 9). Al confrontar las expectativas del votante populista de derecha (“no quieren nada regalado”) con los de la izquierda (“vivir sabroso”) encuentran posicionamientos muy diferenciados en relación a las políticas redistributivas y el rol del Estado.

En “La segunda vuelta de 2022: un choque de populismos”, Yann Basset recupera el aporte de Ernesto Laclau y su mirada sobre el populismo a partir de los tres desplazamientos que produce: considerar el populismo como parte inherente del juego democrático y no como  una  anomalía,  invitar  a  entenderlo  como  un  discurso  político  performativo  y  no  descriptivo  (“la  oferta  política  no  responde  a  unas  demandas  previas,  la  oferta  crea  su  propia demanda”, p. 24) e insertar en la relación entre representantes y representados un tercer componente: el adversario o enemigo del pueblo. El uso del populismo en Colombia, señala Basset, vino a llenar un vacío en los canales de representación que había dejado el uribismo (por cierto, un caso de populismo para muchos analistas de fuera del país y prácticamente ignorado en todo el libro). En el análisis de ambos populismos, de Petro y Hernández, destaca la apelación a un pueblo preexistente por parte de la izquierda y la construcción de un sujeto político que no existía como tal en el caso de Hernández. El análisis profundiza en las contradicciones del discurso antipolítica y, finalmente, sugiere que el triunfo de Petro se debió a una más efectiva campaña en el terreno, donde podía apoyarse en gente activa en barrios y municipios del país; o sea, el peso del territorio y de la política de base.

En el tercer capítulo, “Rodolfo Hernández: ¿el Trump colombiano?”, Liza Zanotti y Sandra Botero comparan lo que fue una referencia mediática frecuente: que Hernández era una versión local de Trump. Según las autoras, se parecen en el carácter populista de sus liderazgos, en postularse como outsiders ―pese a que ambos empresarios son parte del establecimiento económico― y en el uso intensivo de redes sociales. En cuanto a las diferencias, postulan que mientras Trump es un populista radical de derecha, Hernández es “un populista puro” (p. 47). Queda para la discusión el uso del concepto “populismo puro”  y  las  limitaciones  de  comparar  un  líder  en  campaña  con  otro  que  ha  ejercido  la  presidencia.  La  actual  campaña  de  Trump  (2024)  sugiere  que  el  pragmatismo  en  la  búsqueda de retornar al poder podría pesar más que ciertos principios ideológicos. Guibor  Camargo,  Sebastián  Londoño  y  Andrés  Miguel  Sampayo  (“La  muerte  del  populismo como método y la flexibilidad de las preferencias electorales”) proponen cambiar el ángulo de análisis. Los autores consideran la inutilidad de la referencia al populismo y postulan que la flexibilidad de las preferencias electorales es un enfoque más productivo. El repaso de la extensa producción académica sobre el populismo se hace sobre las bases de la defensa del argumento y de forma no sistemática (tarea probablemente imposible, en cualquier caso) con lo que ante cada dimensión que plantean podría contraargumentarse con otras perspectivas. En cuanto a la flexibilidad de las preferencias electorales, en mi opinión, no es un reemplazo sino un complemento que aporta otro tipo de mirada. Como sugiere Basset en su análisis, las demandas se crean, la oferta crea su propia demanda, y ahí el populismo parece tener mucha influencia.

Guibor  Camargo,  Sebastián  Londoño  y  Andrés  Miguel  Sampayo  (“La  muerte  del  populismo como método y la flexibilidad de las preferencias electorales”) proponen cambiar el ángulo de análisis. Los autores consideran la inutilidad de la referencia al populismo y postulan que la flexibilidad de las preferencias electorales es un enfoque más productivo. El repaso de la extensa producción académica sobre el populismo se hace sobre las bases de la defensa del argumento y de forma no sistemática (tarea probablemente imposible, en cualquier caso) con lo que ante cada dimensión que plantean podría contraargumentarse con otras perspectivas. En cuanto a la flexibilidad de las preferencias electorales, en mi opinión, no es un reemplazo sino un complemento que aporta otro tipo de mirada. Como sugiere Basset en su análisis, las demandas se crean, la oferta crea su propia demanda, y ahí el populismo parece tener mucha influencia. El  quinto  capítulo,  “Populismo,  inclusión  y  lumpen-burguesía”,  de  Ana  Beatriz  Franco-Cuervo  y  Freddy  Cante  Maldonado,  recupera  una  posición  clásica  de  defensa  del potencial democratizador del populismo de izquierda. Los autores señalan que en las democracias representativas de los países dependientes los gobernantes electos tienden a obedecer a los intereses de las oligarquías y grupos de interés minoritarios promoviendo formas  de  participación  elitistas  y  oligárquicas  (p.  112).  El  capítulo  repasa  la  discusión  sobre  las  fuentes  de  la  desigualdad  política  y  señala  como  obstáculos  para  promover  políticas públicas inclusivas la deficiente capacidad del Estado y la desigual distribución de  la  tierra.  En  este  marco  analizan  los  discursos  de  ambas  candidaturas  y  sus  apoyos  territoriales. 

“Reflexiones sobre el lenguaje en el populismo: ¿fabricación de realidad, construcción de  una  posibilidad  o  flatus vocis?”, de Uriel Cárdenas, reflexiona sobre los usos del lenguaje verbal y sus implicaciones en el caso del populismo centrándose en el dualismo y  la  dicotomía  entre  pueblo  y  élite  y  ofreciendo  ejemplos  provenientes  de  la  campaña  electoral. En “Colombia: ¿el populismo imposible?”, Sara Fonseca y Mery Castillo vuelven a un  presupuesto común, pero no por ello tan claro: la idea extendida de que el populismo era  imposible  en  Colombia.  Como  señalan  en  el  capítulo,  más  que  la  imposibilidad  en  términos de presencia, cabe analizar por qué no tuvo éxito en llegar al gobierno. En este sentido, lejos de ser atípico, quizás el caso se ha mirado de forma demasiado endogámica o buscando ejemplos demasiado distantes en lugar de mirar los próximos. La reciente obra de María Esperanza Casullo y Harry Brown-Araúz, El populismo en América Central (2023), podría aportar pistas, además de recuperar otra dimensión ausente en esta compilación que es la teoría de la modernización y su vínculo con la emergencia del populismo. Como se dijo más arriba, sorprende la ausencia de Uribe como precedente (al menos para parte de la literatura). La dimensión izquierda-derecha podría explicar en parte esta ausencia en un país que ha tendido a compararse con sus vecinos pero no puede señalarse ―como se hace en varios capítulos― que no hubo populismos con agenda de derecha en la región, como muestran los casos de Carlos Menem en Argentina y Alberto Fujimori en Perú. Finalmente, el octavo capítulo, “Populismo progresista y reaccionario en Colombia”, de  Mauricio  Jaramillo  Jassir,  propone  la  siguiente  hipótesis:  “Gustavo  Petro  es  un populista  a  quien  acompaña  un  movimiento  de  masas  y  quien,  más  allá  de  la  retórica,  propone  una  transformación  progresista  moderada  que  no  puede  considerarse  como  antiestablecimiento” (p. 196). Para explorarlo plantea, en primer lugar, los riesgos para la democracia que supone la polarización, luego recorre la corta trayectoria del populismo progresista  colombiano  y,  en  tercer  lugar,  la  pone  en  el  contexto  latinoamericano.  Un  elemento central aquí, a mi entender ―y señalado en el capítulo―, es la diferencia con el escenario en que se ubicaron las izquierdas latinoamericanas en países como Venezuela, Bolivia o Ecuador a principios de la primera década del siglo XXI: gobernar en la actualidad  implica  alcanzar  pactos  en  coaliciones  amplias  que  moderan  y  moldean  las  capacidades  de  la  gestión  (p.  215),  algo  que  no  sólo  le  ocurre  a  Petro  sino  también  a  Lula en Brasil o a Gabriel Boric en Chile y que tiene claros efectos en la moderación de la acción de gobierno. Otro aspecto que no puede soslayarse es que los populismos de la “marea rosa” gobernaron en tiempos de bonanza económica (boom de los commodities). ¿Conclusiones?  Ninguna,  o  al  menos  ninguna  consensuada.  Mientras  para  algunos  autores  el  populismo  es  un  concepto  inútil,  para  otros  está  más  vivo  que  nunca  y  es  indispensable  para  el  análisis;  mientras  en  unos  capítulos  se  observa  su  potencial  democratizador,  en  otros  se  alerta  frente  a  sus  componentes  antipluralistas.  No  hay  consenso en el abordaje a las características del populismo de izquierda; lo hay más en relación a Hernández, pero tampoco es unánime porque no todos los capítulos acuerdan en calificarlo como populista. Nada de esto es una crítica ni tampoco una novedad porque la obra se plantea de esa manera: como la difusión de un ejercicio de diálogo plural y  diverso  que  hace  un  aporte  complejo  al  análisis  de  la  coyuntura.  Una  obra  valiosa  y  de fácil lectura que no busca clausurar la discusión, sino acompañarla con argumentos, algunos complementarios y otros divergentes.