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jueves, marzo 27, 2025

DE LA PREHISTORIA A LA IA: LA EVOLUCIÓN DE LA INFORMACIÓN SEGUN HARARI EN NEXUS




Leí con mucho juicio el texto de Harari y de hecho he mirado gracias a la ayuda de un experto en IA de la biblioteca EPM de Medellín los conceptos a favor de esta herramienta tecnológica y por supuesto analizo en lo personal los peligros para el ser en el presente y en el próximo futuro. Encontré en el portal de BLGHEMIA este artículo que sintetiza con absoluta lucidez lo que pienso. Lo trascribo siempre consciente que cuando encuentro concepto de tanta sindéresis no tengo problemas en hacer reconocimiento y llevárselo a mis lectores. CESAR HERNANDO BUSTAMANTE HUERTAS  



 Por: José Daniel Figuera

"La IA no es solo una revolución tecnológica, es el punto culminante de un proceso de 70.000 años donde la información se convirtió en el verdadero código fuente de la civilización" — Yuval Noah Harari, Nexus: A Brief History of Information Networks (2025)


En su obra más reciente Nexus, Yuval Noah Harari traza una línea continua desde las primeras pinturas rupestres de Chauvet (32.000 a.C.) hasta los modelos generativos de OpenAI, revelando cómo cada salto en la gestión de información reconfiguró la humanidad. El historiador israelí argumenta que lo que llamamos "progreso" es en realidad una serie de revoluciones cognitivas donde nuevos formatos informacionales -del mito oral al algoritmo- determinaron qué sociedades dominaron. Sus investigaciones con el historiador de datos Valentin Berlin muestran que el volumen de información creada entre 2020-2025 supera todo lo producido en los primeros 300.000 años de humanidad (Journal of Global History, 2026).


Las tres revoluciones informacionales


Harari identifica tres puntos de inflexión: 1) La invención del lenguaje simbólico (70.000 a.C.), que permitió transmitir conocimiento transgeneracional; 2) La escritura (3.200 a.C.), que externalizó la memoria; y 3) Los algoritmos de IA (siglo XXI), que autonomizan el procesamiento cognitivo. "Cada revolución creó nuevas jerarquías: los chamanes controlaron los mitos orales, los escribas dominaron las burocracias tempranas, y hoy los ingenieros de Silicon Valley gobiernan los flujos de datos", explica en el capítulo 4. Un dato revelador: el 92% de las decisiones en bolsas globales las toman sistemas de IA (Bank for International Settlements, 2027), demostrando esta transferencia de agencia.


De la oralidad a la virtualidad


El análisis comparativo de Harari muestra patrones inquietantes: las sociedades orales podían retener unos 3MB de información cultural (equivalente a un mp3), mientras que un smartphone moderno almacena 512GB - 170,000 veces más. "Pero hay una paradoja: los cazadores-recolectores usaban el 100% de su información cotidianamente, mientras el ciudadano promedio solo accede al 0.0001% de los datos que almacena", señala. Esta "infoxicación patrimonial", como la denomina, genera ansiedad existencial: el 73% de millennials reportan sentirse abrumados por datos inútiles (MIT Human Dynamics Lab, 2026).


La investigación neurohistórica citada en Nexus revela que el cerebro humano no ha evolucionado para procesar la sobrecarga informacional actual. "Un niño de 12 años hoy recibe más inputs que un sabio del siglo XV en toda su vida. Esto explica epidemias de TDAH y fatiga decisional", argumenta Harari en diálogo con el psiquiatra Anders Hansen. Los estudios de resonancia magnética muestran que la corteza prefrontal media un 18% menos de procesos cognitivos profundos que en 1990 (Nature Neuroscience, 2025).


La trampa de la inteligencia artificial


El capítulo más polémico analiza cómo la IA podría invertir 50.000 años de evolución informacional. "Por primera vez, delegamos no solo la memoria (como con la escritura), sino también la interpretación y el juicio. Esto amenaza la esencia humana: nuestra capacidad de dar sentido al mundo", advierte. Cuando ChatGPT-5 corrigió errores en 38% de papers científicos en 2026 (Science Journal), muchos investigadores celebraron, pero Harari ve un peligro: "Estamos criando una generación que confunde conveniencia con verdad".


La analogía histórica es potente: así como la imprenta democratizó el conocimiento pero también propagó bulos masivos (como los "Protocolos de los Sabios de Sión"), la IA podría amplificar tanto la sabiduría como la estupidez. "El algoritmo de TikTok prioriza engagement sobre verdad. Es como si la Biblioteca de Alejandría hubiera quemado sus libros menos populares", escribe en el epílogo. Los datos le dan la razón: contenidos falsos se difunden un 240% más rápido que los verificados (Stanford Internet Observatory, 2027).


¿Hacia una conciencia posthumana?


La tesis final de Nexus es radical: la próxima revolución podría ser la fusión mente-máquina. "Los neandertales no se extinguieron: se mezclaron con sapiens. Del mismo modo, quizás estemos evolucionando hacia una especie bioalgorítmica", sugiere Harari. Proyectos como Neuralink de Musk ya permiten escribir tweets con el pensamiento (2028), y los LLMs generan el 34% de contenidos web (Content Marketing Institute, 2027).


Pero el historiador pide cautela: "Los cazadores-recolectores tenían mejor salud que los agricultores neolíticos. Cada revolución informacional trae progreso y pérdidas. La pregunta es: ¿qué estamos sacrificando por esta conectividad total?". Estudios antropológicos citados muestran que las sociedades prealfabetizadas dormían 9 horas y tenían 3 veces más interacción social cara a cara (Journal of Anthropological Research, 2026).


Al cerrar el libro, Harari deja una pregunta inquietante: Si las pinturas rupestres fueron nuestro primer intento de trascender la mortalidad mediante información, ¿serán los modelos de IA nuestro último?


Fuentes académicas

Harari, Y.N. (2025). Nexus: A Brief History of Information Networks. HarperCollins.

MIT Human Dynamics Lab (2026). The Cognitive Overload Crisis. hdlab.mit.edu

Stanford Internet Observatory (2027). Disinformation in the AI Age. sio.stanford.edu

miércoles, marzo 05, 2025

LOS CAMBIOS DE LA POLITICA INTERNCIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS

 Las políticas de apertura y globalización se basaron en la premisa de que la eliminación de barreras comerciales y la promoción de la libre circulación de bienes, servicios y capitales generan beneficios económicos significativos. Estos beneficios incluyen:

Eficiencia Económica: La globalización permite a los países especializarse en lo que hacen mejor, aumentando la eficiencia y reduciendo costos. Esto se traduce en precios más bajos para los consumidores y una mayor variedad de productos.

Crecimiento Económico: Las políticas de apertura fomentan el crecimiento económico al atraer inversiones extranjeras y abrir nuevos mercados para las exportaciones. Esto puede generar empleo y mejorar los ingresos en los países participantes.

Interconexión Global: La globalización promueve la interconexión entre economías, lo que facilita la cooperación internacional en áreas como la seguridad, el medio ambiente y la salud pública.

Transferencia de Tecnología: La apertura de mercados a menudo implica la transferencia de tecnología y conocimientos, lo que puede impulsar la innovación y el desarrollo en países en desarrollo.

Las organizaciones internacionales, como la Organización Mundial del Comercio (OMC), han desempeñado un papel crucial en la promoción de políticas de apertura y globalización, estableciendo normas y acuerdos que facilitan el comercio internacional.

Recuerdo con absoluta lucidez el desenfado que producía en la década del 90 del siglo anterior cualquier oposición a estas políticas impuestas por los organismos multilaterales, Estados Unidos y Europa en concordancia con una recula de teóricos y escuelas que hablaban de la panacea de estas políticas. Cabe relevar que este marco produjo un auge comercial inusitado, sólo que fue en favor de los paises más ricos y competitivos. 

Colombia mediante decreto con fuerza de ley, en el gobierno de Cesar Gaviria generó una apertura casi total, en tan sólo tres meses, sin anestesia ni gradualidad alguna, sobre el peso teórico que imponían los gurúes de la economía. A la postre acabó con la agricultura exportadora de la mayoría de nuestros productos más exitosos por décadas y convirtió al país en un importador de la mayoría de productos alimenticios de la canasta familiar, paradójico, pero esta fue la realidad y se dirá que fueron muchos los beneficios en otros sectores, pero en el caso especifico aun sentimos los efectos de este error garrafal. 

Ahora por gracia de la política que impone con un garrote y vehemencia sin cortapisas el señor Trump, el viraje es a la inversa:

Aranceles y Barreras Comerciales: Trump impuso aranceles significativos sobre productos importados a México, Canadá y especialmente a China, argumentando que era necesario proteger a las industrias estadounidenses y reducir el déficit comercial. Estos aranceles aumentaron los costos para los consumidores y provocaron represalias por parte de otros países. Claro, habla de otros motivos: Fentanilo e inmigración, entre otras razones.

Desmantelamiento de Acuerdos Comerciales: La administración Trump se retiró de acuerdos comerciales multilaterales, como el Tratado Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y renegoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que se transformó en el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC). Estas acciones reflejaron un enfoque nacionalista y una desconfianza hacia las instituciones globales.

Enfoque en la Soberanía Nacional: La retórica de Trump enfatizaba la importancia de la soberanía nacional sobre la cooperación internacional. Esto se tradujo en una política exterior que prioriza los intereses estadounidenses por encima de los compromisos globales.

Crítica a la Globalización: Trump y sus aliados argumentaron que la globalización había perjudicado a los trabajadores estadounidenses, contribuyendo a la deslocalización de empleos y la erosión de las industrias locales. Esta narrativa resonó con un segmento significativo de la población, especialmente en regiones afectadas por el declive industrial.

Está claro que las políticas de apertura y globalización buscan maximizar el crecimiento económico mediante la integración en mercados globales, mientras que el proteccionismo de Trump se centra en la defensa de industrias nacionales, a menudo a expensas de la eficiencia económica global. Si bien el enfoque proteccionista puede ofrecer beneficios temporales a ciertos sectores, a largo plazo puede limitar el crecimiento y la competitividad. Es un hecho que después de pagar altos costos, sobre todo paises menos competitivos y realizar ajustes, estos cambios abruptos y por capricho, son absolutamente perjudiciales.

Ahora, la globalización tiende a beneficiar a los consumidores a través de la reducción de precios y una mayor variedad de productos. En cambio, las tarifas impuestas durante la administración Trump generalmente resultaran en precios más altos para los consumidores estadounidenses, lo que podría afectar negativamente el poder adquisitivo de las familias.

Con el tiempo las políticas de apertura fomentaron la cooperación y el entendimiento mutuo entre naciones, mientras que el enfoque proteccionista de Trump ha conducido a tensiones y conflictos comerciales. La desconfianza generada por las políticas de Trump ha complicado las relaciones internacionales y ha generado incertidumbre en los mercados globales.

Habría que recordarle a la sorda administración Trump que el proteccionismo se presenta como una solución para proteger empleos locales, pero los estudios han demostrado que a largo plazo, las industrias que dependen de la protección pueden volverse menos competitivas. En contraste, las políticas de apertura y globalización, aunque pueden causar dislocaciones laborales en el corto plazo, tienden a crear empleos en sectores más competitivos y en crecimiento.

El contraste entre las políticas comerciales de apertura y globalización y el enfoque proteccionista del gobierno Trump destaca una división fundamental en la forma en que se entiende el comercio y la economía global. Mientras que la globalización busca un crecimiento sostenible y una mayor interconexión, el proteccionismo se basa en un enfoque más aislacionista y nacionalista.


A medida que el mundo avanza hacia un futuro incierto, es crucial reflexionar sobre las lecciones aprendidas durante la administración Trump y considerar cómo se pueden reconciliar los intereses nacionales con la necesidad de una cooperación global efectiva. La búsqueda de un equilibrio entre proteger los intereses locales y aprovechar los beneficios de la globalización será clave para enfrentar los desafíos económicos del siglo XXI.

Es muy difícil prever una política basada en caprichos de un hombre imprevisible y ególatra como es el presidente de los Estados Unidos. No tenemos una política de estado y menos, por primera vez curiosamente, los técnicos y economistas de la mayor economía del mundo, se pliegan al primer mandatario y no fungen esta vez como consultores, lo que resulta vergonzante.

Hasta ahora, todo parece salirle bien. La catástrofe de gobernar basado en intempestivos choques emocionales, vendrá tarde o temprano. Europa está despertando de su letargo y ha entendido que no puede seguir dependiendo en materia de seguridad de los americanos. Canadá comprende al fin lo peligroso que resulta el actual presidente de los Estados Unidos para su frágil autonomía. México sabe lidiar más que todos con este coloso que tiene por vecino, ellos saldrán adelante de todas estas elucubraciones, acusaciones y medidas en su contra. Esperare como se resuelve el galimatías que ha generado el señor Trump.