Powered By Blogger

viernes, julio 05, 2019

EL MUNDO ECONÓMICO DESPUÉS DEL G20


Estas reuniones multilaterales entre los ricos cada vez son más de lo mismo y de hecho no han dado soluciones a una ralentización de la economía que afecta al mundo y principalmente a Europa, al final terminan en lo anecdótico y suelen reflejar una arrogancia de parte de los países poderosos, nada aportó, no hay planteamientos a los problemas graves como el hambre y el calentamiento climático.

Hay una intención clara del señor Putin para someter las relaciones a un pragmatismo por fuera de las tensiones ideológicas y sin ninguna pretensión de abandonar sus intereses geopolíticos en la región, llamase Ucrania, los Balcanes o Crimea. El periódico “El país” de España señala este punto con más claridad: “Leonid Bershidsky para Bloomberg –como viene siendo habitual, reproducido en The Moscow Times–, quien señaló que, aunque “el conservadurismo cultural” del presidente ruso es “consistente y sincero”, no nos encontramos ante un político “de extrema derecha o de la alt-right”. Bershidsky enmarca la entrevista en una estrategia política más pragmática y “transaccional” que busca reconstruir las relaciones de Rusia con Occidente manteniendo “cualquier mención sobre los valores al margen de la política internacional” con el objetivo de “forjar relaciones pragmáticas basadas en intereses específicos.”

La cumbre G20 en Osaka no produjo ningún compromiso serio sobre el calentamiento global, de hecho estos países paradójicamente son los que más contaminan; de igual manera, la guerra comercial entre China y Estados Unidos está lejos de algún acuerdo y las políticas proteccionistas mientras le den dividendos al señor  Trump están lejos de ser suspendidas, afectando mucho a la economía mundial, es un irrespeto a los acuerdos comerciales que comprometían a los Estados Unidos y que súbitamente y unilateralmente han sido desconocidos.

Varios analistas están preocupados por la recesión económica latente. Paul Krugmang expresa: “Pero esperen, porque todavía hay más. Aunque existen, como he dicho, indicios de que se está produciendo una desaceleración, hay señales mucho más claras en Europa, donde la actividad industrial está disminuyendo y aumenta la preocupación por una recesión. Pero, aunque intenta (El señor Trump) presionar a la Reserva para que recorte los tipos de interés, Trump montó en cólera por las noticias de que el Banco Central Europeo, el homólogo europeo de la Reserva Federal, se plantea bajar por su cuenta los tipos, lo que debilitaría el euro y haría que la industria estadounidense fuese menos competitiva. Si estas distintas posturas les parecen incoherentes, es porque no las están analizando correctamente. El principio común es sencillo: la política monetaria debería ser aquello que satisfaga los intereses de Donald Trump. Lo demás no importa.

Los países emergentes nada han recibido de estas reuniones y más bien se han decepcionado por lo superfluas y pocas prácticas frente a los problemas graves de tipo económico que los afectan. Es un espectáculo banal. Seguiremos esperando cuáles serán las soluciones a la des-aceleración de la economía.

1 comentario:

canticoprimaveral dijo...

Los ricos siempre serán rico y no más. Nunca hay soluciones para los demás.