Con la enfermedad del presidente Chaves y frente al cumulo de
especulaciones sobre el cancer que padece, vuelvo a recordar la intricada y delicada relación entre poder y salud para cualquier nación. Recuerdo "las memorias de Adriano", texto excepcional sobre el poder. En este
libro se ventila magistralmente el tema, se deja expuesto con todo rigor la
responsabilidad de los mandatarios con respecto a su salud. Nunca se les puede olvidar, como
el destino de una nación depende del estado de su salud y la conservación intacta de su lucidez.
Los Estados Unidos tienen un protocolo muy estricto sobre la salud de
su presidente. Este tema es de interés
nacional. Son obligatorios los chequeos
diarios que realizan los médicos de la casa blanca, el informe anual entregado
a la nación después de estricto exámenes y existe una atención permanente del servicio secreto al respecto. Abraham Lincoln experimentó ataques de
desesperación tan profundos, que sus amigos temían que terminara suicidándose.
Ulysses S. Grant, el general bajo el mando de Lincoln que luego lo sucedió en
la presidencia, habitualmente evitaba los eventos sociales y se refugiaba en el
alcohol. Es histórica la condición de Franklin D. Roosevelt, único presidente de Estados Unidos electo para
cuatro periodos y padre del New Deal, padeció poliomielitis. La parálisis de
sus piernas no le impidió gobernar a su país durante doce años. En las
negociaciones finales de la guerra,
lució cansado y enfermo, condición que afecto el resultado de
negociaciones con Stalin, como lo anotaría Churchill en sus memorias.
En Colombia algunos casos son emblemáticos: El primero es el del
presidente Rafael Núñez (1882-1894), quien "tenía un problema de control
de esfínteres, algo que lo obligó a permanecer la mayor parte del tiempo fuera
de la Presidencia". “El presidente Manuel Antonio Sanclemente (1899-1900),
contó el experto, "padecía de Alzheimer", una condición que también
sufrió el presidente Virgilio Barco (1986-1990). El presidente Laureano Gómez
(1950-1953) "tenía una enfermedad cardiovascular que lo obligó a retirarse
de la Presidencia". El último caso es el del presidente Julio César Turbay
(1978-1982), quien "sufría de diabetes".
La salud de un mandatario
por simple lógica es de interés nacional. Esto no evita las suspicacias, los
secretos y menos las especulaciones de la prensa y los actores políticos de un
país. Venezuela se maneja
desde hace años a través de un caudillismo anacrónico y peligroso, que se
traduce en una concentración del poder en el ejecutivo sin precedentes en su
historia, Hoy está en vilo con la enfermedad de su presidente. La muerte súbita del presidente Chávez, que esperamos no se produzca por
ahora, quien como todo dictador pretendía ser eterno, deja a este país en una
situación muy difícil y peligrosa, pues la constitución y las leyes aprobadas
en los últimos ocho años son todas ajustadas a su excéntrica personalidad. Nadie
hasta este momento puede decirnos como se dará la transición de quien ganó
todas las elecciones en los últimos años y que refleja un proyecto de país que
solo él entiende. No la tiene fácil Venezuela. Hoy está en Cuba continuando el
tratamiento de quimioterapia. Esperamos termine bien y ojala la respuesta institucional evite consecuencias penosas.
POSDATA: Con la aprobación del TLC en Colombia, se
contemplaron medidas que protegen los derechos de autor, las personas dueñas de
los derechos de las fotos o caricaturas utilizadas, si tienen algún reparo frente
al uso no comercial de las mismas, estoy presto a considerar cualquier inquietud
al respecto. Sobra decir que este blog no tiene ánimo de lucro.
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