Se nos han ido los últimos
Marxistas lúcidos, Bauman era uno de los más emblemáticos, explicó las sociedad moderna en sus más elementales contradicciones, aquellas que
la definen, sin allanarse a los análisis de mercado que se imponen desde la esclerótica
de los tecnócratas, las cuales se impusieron en los últimos años, Bauman reveló los efectos nocivos del capitalismo sobre el sujeto común, el ciudadano de a pie. Como lo hicieron Hannad Arendt y
Theodor Adorno, en su primera etapa de producción estudio el holocausto desde una óptica novedosa “Este no debe de ser
simplemente considerado como un evento accidental en la historia de la raza
judía sino una regresión a la barbarie precivilizada. Más aún, el holocausto
debía de ser visto como una consecuencia lógica (aunque no inevitable) de la
civilización moderna y de la creencia de ésta en la ingeniería social a gran
escala. Procedimientos racionales, la división del trabajo, la categorización
taxonómica de las diferentes especies y la tendencia a ver obediencia y buena
moralidad, jugando todas juntas un papel en el Holocausto viniendo del pasado.
Argumentó que las sociedades modernas por esta razón no han agarrado estas
lecciones del Holocausto. Esto tiende a ser visto como la metáfora de Bauman
desde su punto de vista, como una pintura en la pared ofreciendo pocas
lecciones”. Mirar la razón desde el lado más perverso y el estado como el
arquetipo de dominación que de alguna manera sigue ocultando el problema de la
servidumbre humana en la más sutil de sus categorizaciones, constituye el papel
de una obra muy nombrada y citada pero poco estudiada.
Las sociedades modernas en
su compleja trama responden a una economía
cada vez más abierta, a todas partes llegan las mercancías, más no las
personas, sin controles ni regulaciones, al arbitrio de las multinacionales, de
los poderosos, dueños de casi todo, poder que regula de
acuerdo a sus intereses, educa de la misma manera y otorga oportunidades en un
sistema laboral sólo al servicio de su riqueza.
Bauman no solo abarcó esta
complejidad en la famosa sociedad liquida, expresión que le sirvió para
descifrar esta trama desde una visión y óptica absolutamente novedosa, certera,
abarcándola en su totalidad como buen Marxita pues abrevó en Gramisci y todo los
teóricos del Marxismo clásico.“Según sus planteamientos, en la modernidad
líquida el único valor heterorreferenciado es la necesidad de hacerse con una
identidad flexible y versátil que haga frente a las distintas mutaciones que el
sujeto ha de enfrentar a lo largo de su vida. La identidad se configura como
una responsabilidad reflexiva que busca la autonomía del resto y la constante autorrealización y
que, además, está abocada a la constante inconclusión debido a la falta de un
telos en la modernidad tardía”. “Entiende que la felicidad se ha
transformado de aspiración ilustrada para el conjunto del género humano en
deseo individual. Y en una búsqueda activa más que en una circunstancia
estable, porque si la felicidad puede ser un estado, solo puede ser un estado
de excitación espoleado por la insatisfacción. El exceso en los bienes de
consumo nunca será suficiente”. Joaquin Estafania de “El país” de España hace
una descripción muy certera sobre los libros propios de su desencanto con las
sociedades modernas: “Se le considera un pesimista. Su diagnóstico de la
realidad en sus últimos libros es sumamente crítico. En ¿La riqueza de unos
pocos nos beneficia a todos? (2014) explica el alto precio que se paga hoy por
el neoliberalismo triunfal de los ochenta y la “treintena opulenta” que siguió.
Su conclusión: que la promesa de que la riqueza de los de arriba se filtraría a
los de abajo ha resultado una gran mentira. En Ceguera moral (2015), escrito
junto a Leonidas Donskis, alerta de la pérdida del sentido de comunidad en un
mundo individualista. En su nuevo ensayo vuelve a las cuatro manos, en diálogo
con el sociólogo italiano Carlo Bordoni. Se llama Estado de crisis y trata de
arrojar luz sobre un momento histórico de gran incertidumbre. Leerlo resulta
necesario. Su muerte me sobrecoge. Afortunadamente ahí están sus libros,
conferencias y entrevistas. Esperamos volver con más rigor sobre su obra.
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