Pienso que todo el mundo habla de estos informes, pero nadie los lee.
Las publicaciones de la ONU son vitales para entender lo qué está pasando en el
mundo en todo el espectro vital: Económico, político, geográfico y ecológico.
La desigualdad y los daños ecológicos son las preocupaciones mayores: “La
oleada de manifestaciones que se han producido en numerosos países es un claro
signo de que, para el progreso de la humanidad, hay algún aspecto de nuestra
sociedad globalizada que no funciona. La ciudadanía está tomando las calles por
diferentes motivos: el coste de un billete de tren, el precio del petróleo,
reclamaciones políticas de independencia...Existe, sin embargo, un hilo
conductor: la profunda y creciente frustración que generan las desigualdades”.
No hay voluntad política para mitigar las desigualdades en el mundo. En
Davos fuimos conscientes de la indiferencia de la clase dirigente y de muchas
de los lideres, los empresarios poco toman decisiones en este sentido. Con los científicos
ocurre otra cosa, son conscientes de la necesidad de cambios, pero realmente están
lejos del poder para tomar alguna decisión importante al respecto.
El panorama no es bueno: “La oleada de manifestaciones que se han
producido en numerosos países es un claro signo de que, para el progreso de la
humanidad, hay algún aspecto de nuestra sociedad globalizada que no funciona. La
ciudadanía está tomando las calles por diferentes motivos: el coste de un
billete de tren, el precio del petróleo, reclamaciones políticas de
independencia... Existe, sin embargo, un hilo conductor: la profunda y
creciente frustración que generan las desigualdades”. El informe va más allá de
las cifras: “Para entender cómo se debe abordar el desasosiego actual es
necesario mirar “más allá del ingreso, más allá de los promedios y más allá del
presente”, como propone este Informe sobre Desarrollo Humano”. Se escruta el
poder en sus efectos más nefastos sobre la población.
Las diferencias entre un niño de un país en desarrollo y uno
desarrollado son brutales, desde los aspectos nutricionales, su formación, los
entornos, hasta las oportunidades, diferencias que marcan distancias con
consecuencias inconmensurables. Es cierto lo que dice el informe: “Las
desigualdades del desarrollo humano dañan las sociedades y debilitan la
cohesión social y la confianza de la población en los gobiernos, las
instituciones y sus congéneres. La mayoría de ellas deteriora las economías al
impedir que las personas alcancen todo su potencial en su vida personal y
profesional. A menudo dificultan que las decisiones políticas reflejen las
aspiraciones de toda la sociedad y protejan el planeta, puesto que las escasas
personas que ostentan el poder lo utilizan para influir en las decisiones de
modo que beneficien fundamentalmente a sus intereses actuales. En casos
extremos, los ciudadanos pueden tomar las calles”.
El enfoque es absolutamente diferente a todo lo que he visto: “Este
trabajo plantea que el desarrollo puede ser considerado como un proceso de
expansión de las libertades reales que disfruta la gente”, ratificándolo adelante
aún mejor: “Contemplar al desarrollo en términos de la expansión de libertades
sustantivas, permite dirigir la atención hacia los fines que hacen importante
el desarrollo, en lugar de mirar sólo hacia algunos de esos medios que, junto
con otros, juegan un papel destacado en el proceso”.
El enfoque del informe se hace a partir de dos evaluaciones, La libertad
es esencial para el proceso del desarrollo por dos razones diferentes.
1) La razón evaluativa: La valoración del progreso debe hacerse tomando
en cuanta principalmente si mejoran las libertades que tiene la gente.
2) La razón efectividad: La consecución del
desarrollo está completamente subordinada al libre albedrío de la gente.
Sobra decir que las conclusiones no son las más alentadoras. La
desigualdad es flagrante, inercial y tiende a aumentarse en vez de mitigarse.
En todo caso el informe da salidas, alienta, siempre dependiendo de la
voluntad política de los poderosos: “Lo que la gente puede lograr positivamente
resulta influido por las oportunidades económicas, libertades políticas,
poderes sociales, condiciones adecuadas para buena salud y educación básica y
el fomento y desarrollo de iniciativas. Las medidas institucionales
relacionadas con estas oportunidades se ven a su vez influenciadas por el
ejercicio de las libertades de la gente a través de la libertad de participar
en elección social y en la toma de decisiones públicas que impulsan el progreso
de estas oportunidades”.
Deberíamos estar más atentos a estos informes que al final resultan ser
verdaderas guías de cambio y buen gobierno.