"La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas." Carlos Marx
La crisis mundial, que actualmente está centrada en la debacle del sistema financiero y que representa casi el colapso del modelo económico abierto impuesto por algunos gurúes a partir de la intensificación de la globalización en los 90 del siglo anterior, lo que no significa la partida de defunción del sistema, acompañada de una grave situación social, reviste una mirada que supere ciertas simplicidades con las cuales se ha querido simplificar el actual momento. Paradójicamente la globalización y las tecnologías de la información han convertido el mundo en una gran aldea y el efecto mariposa, es un catalizador exponencial de cualquier suceso, lo que hace imposible escapar ha ciertos vectores determinantes. Los grandes fondos de inversión y algunos expertos, apoyados en modelos matemáticos, aprovechando la total conexión entre los mercados y el hecho, que el valor de cambio de algunos productos financieros parece depender solo de las expectativas incorporadas en el titulo y nada más, crearon un mundo colateral de papel ( el papel aguanta todo, decía mi abuelo), se les olvido que el mundo real es más importante que el virtual y de pronto la economía parasitaria se fue tomando los fondos financieros del planeta, se hizo más importante la especulación que el trabajo. Aparecieron las grandes titularizaciones, hipotecas suprime, apalancamientos, empaquetamientos, que crearon una prosperidad al debe y fantansiosa que determinó una concentración del capital sin precedentes y la peor crisis social del siglo: desempleo, quiebra de grandes empresas, hambrunas, reorientación de los alimentas hacia modelos energéticos…..En fin. La crisis, extrañamente no es por ausencia de dinero sino de confianza y fue generada extrañamente por falta de controles. No es raro por ello, que los grandes temas políticos se hayan puesto de nuevo sobre la mesa, pues los tecnocratas actuaban como ruedas sueltas y lo económico parecía no tener ningun sustrato ideológico. El tema de los fundamentos de la democracia es de suma importancia por las variables que implica, la participación del conglomerado social en las grandes decisiones que evite la inercia, eso que llaman democracia neutra, la necesidad de darle una participación real a la clase obrera, que nunca ha desaparecido, se ha trasformado y hoy tienen presiones nuevas, con muy pocas prerrogativas, en medio de una sociedad irresponsablemente consumista. Recuerdo que Zizek, nos decía en el aparente auge del capitalismo salvaje en los noventa: "Por entonces, entramos en los gloriosos 90 -ironiza-, en la nueva utopía de la era, la utopía democrática, liberal, global; cuando se anunció el fin de la historia y que las ideologías morían", y esa utopía que surgió con la caída del muro prometía un sistema que trabajaría en forma global, en el cual "las cosas mejorarían gradualmente y todo el mundo se iba a unir en un imperio capitalista, liberal y democrático", pero hubo un nuevo derrumbe: las Torres Gemelas.” También se ha derrumbado el modelo abierto sobre el cual estaba sustentado el sistema financiero, por tozudo, injusto y sin control, habría que preguntarse cual serán los correctivos ha tomar. Las inyecciones del capital hecho por los gobiernos, constituyen el mejor ejemplo del desconocimiento de la crisis, este no es un problema coyuntural, va más haya y podrá estar haciendo metástasis el modelo. Algunos capítulos del capital de Marx mantienen una vigencia incuestionable es indudable que la discusión debe superar la encrucijada a que la ha sometido la misma crisis. Cual será entonces, el papel que debemos asumir, donde están los grandes teóricos, desde donde podremos analizar el porvenir. Amanecerá y veremos