Para Ernesto
Hay conversaciones
que parecen baladíes, pero que se valoran por algún comentario lúcido, sobre
todo aquellas que se dan en momentos de ocio, donde se habla de todo y de nada y
donde alguien de manera espontánea emite una frase por fuera de lo común, que
inmediatamente ponen a pensar cualquier interlocutor inteligente, te sacan de contexto.
Piglia, escritor de infinitas referencias literarias, en su texto, formas
breves, sumario de micro textos, hace alusiones muy puntuales sobre algunos
escritores y las técnicas que prefiguran algunas de sus creaciones. Expresa
sobre el cuento: El cuento clásico (Poe, Quiroga) narra en primer
plano la historia 1 (el relato del juego) y construye en secreto la historia 2
(el relato del suicidio). El arte del cuentista consiste en saber cifrar la historia
2 en los intersticios de la historia 1. Un relato visible esconde un relato
secreto, narrado de un modo elíptico y fragmentario. El efecto de sorpresa se
produce cuando el final de la historia secreta aparece en la superficie”. Virginia
Wolf, como lo relieva Sergio Pitol, refiriéndose a su obra “Flush”, reivindica
en lo narrativo, las aparentes trivialidades, dice, los pequeños detalles son
la exteriorización de la complejidad. La vida esta llena de eventos poco
trascendentales, pero son ellos en la mayoría, los que más tiempo nos quitan y
en su minuciosa complejidad nos van construyendo.
Pitol dice en
este prologo que la vida recibe a diario miles de impresiones, triviales, fantásticas,
evanescentes o grabadas con la agudeza del acero. Concluye: “La vida no es un
conjunto de faroles colocados simétricamente: la vida es un halo luminoso”.
Piglia por eso afirma en relación al cuento: “La versión moderna del cuento que viene de
Chéjov, Katherine Mansfield, Sherwood Anderson, y del Joyce de Dublineses,
abandona el final sorpresivo y la estructura cerrada; trabaja la tensión entre
las dos historias sin resolverla nunca. La historia secreta se cuenta de un
modo cada vez más elusivo. Poe contaba una historia
anunciando que había otra; el cuento moderno cuenta dos historias como si
fueran una sola. La teoría del iceberg de Hemingway es la primera síntesis de
ese proceso de transformación: lo más importante nunca se cuenta. La historia
secreta se construye con lo no dicho, con lo sobreentendido y la alusión”. La
vida es un relato no escrito que se va diluyendo en olvidos y que siempre
termina con la muerte. Cada persona es un universo. El jueves, en una tienda de
barrio, en medio de unas cervezas, alguien expresó que pese a ser Dios una
entelequia inevitable, su existencia es poco probable. Ernesto un vecino con
una vida digna para una novela de Dostoievski, le afirmo a un amigo casual, que,
pese a ser cura, era consciente que después de la muerte no hay nada y que por
lo tanto Dios no existe. En una introducción a “La divina comedia” de Dante
encontré esta afirmación: la libertad
y el catolicismo son dos palabras que se excluyen radicalmente una a otra,
declarándose el por la primera”. La pregunta que terminamos haciendo fue entonces
cual ha sido el papel de la iglesia. En
el mismo prologo se dice” Reservado estaba
al infelicísimo sacerdote Francés negar a la iglesia católica el timbre mismo
que le concedieron ampliamente el protestante Gibbon y el filósofo Voltaire;
esto es, el de haber contribuido, más que otra institución alguna, a la emancipación
del individuo y de la sociedad” Omar un lúcido contertulio se refirió a la religión
como una de las contribuciones más grandes de la metafísica y la biblia como
uno de los mejores relatos de la literatura fantástica. Recordamos algunos
pasajes de la “DC” de la mano del escritor César Cantu que son disuasivas, pero
no resuelven la discusión: “El hijo del hombre había constituido su iglesia de
manera que, en todos los climas de la tierra, los fieles permanecieran unidos,
en la fe e independientemente en ella y por ella de las autoridades temporales.
Que estas a su vez procuraban destruir semejante barrera contra el despotismo;
y de aquí las contiendas, entre el altar y el trono y, a la vez, los esfuerzos
de ciertas sectas para borrar los dogmas inherentes a la unidad del sacerdocio,
constituyéndose sociedades religiosas especiales, esto es, herejías”.
La soberanía espiritual
impuesta por Constantino lava las culpas que el imperio Romano redujo a polvo
toda moral al punto de hacer vil pasatiempo y manjar de las bestias la raza
humana, encenegándose en vicios que la humanidad repugna. Voltaire expreso categóricamente:
Si dios no existe habría que inventarlo. La pregunta subyacente en la discusión
de tienda era cual es la razón de Dios y la religión. Como todas, las
disertaciones fueron mucha y las conclusiones pocas. Estos pequeños eventos de
la cotidianidad nos recuerdan la
sensibilidad frente a temas trascendentes Borges (como
Poe, como Kafka), sabía transformar en anécdota los problemas de la forma de
narrar. Nosotros las conversaciones baladíes en misterios metafísicos.